Andrés:
Solo una carta, en despiado silencio de tú parte, como si escribir fuera pecado, y la redención del alma… las dijera el gozado corazón, en noches calurosas, en rutas desconocidas, de viajes realizados.
La omisión, es tuya, porque tengo, en repujada filigrana, el alma, en jazmines y en olvidos.
Cuando vuelvas, verás la espera cruel, que perdona el sufrido cómputo, en collar de gijarros unidos en tanza marinera.. Cortarás la mano que escribe, pero seguirá navegando el amor, el deseo, en barco sin brújula sin timón, sin bandera, náufrago de noche serás, sobre altas e ingobernable olas, y verán tus ojos, en extrañas arenas la resaca de tormenta, entre caracoles y algas y… hallarán la sombra de los pasos, reposando en el salitre de la playa nuestra.
Agustina