Juego de niños…

Un día caminando por la calle Capurro, se encuentran Martín Pescador y Veo Veo, se saludan y se entabla el siguiente diálogo.

  • VV- Cómo te fué, tanto tiempo sin verte?
  • MP-Muy bien, me demoré, porque me fuí de viaje al Paraíso.
  • VV-Qué bueno Che !! y como es ?
  • MP-Exquisito, de muy buen gusto, todo pintado de azul lavanda (por el perfume), decorado con la técnica del Feng Shui, poca cosa lo esencial, para que ninngún objeto te impida rezar, y descansar.
  • VV-Dale..dale,  seguí, que después te cuento la mía.
  • MP-Ahí no hay árboles, así que uno se olvida de las papeleras, como no hay agua, no hay problema alguno con los dragados, ni nadie te dice que se necesita un puerto de aguas profundas en La Paloma, ni se preocupan de una nueva terminal de contenedores. Como no hay motos, ni automóviles, ni ómnibus, ni ferrocarril, cuidan en forma muy especial el medio ambiente, e idearon para las nubes de color blanco lino (l amarillo y verde) unos molinos de viento, que trajeron de Holanda, que funcionan a soplido puro, y designaron para entenderse con Green Space, a Newton, como presidente de UTE. La comida no existe, así que no tenés ningún Súper, ni algo parecido, y como todos se visten, con una túnica que le dan al entrar, en Defensa del Consumidor, se olvidaron de los Shopping.
  • VV-Y las mujeres..Che ?
  • MP- Están en lo mismo, se la pasan cantando , porque no hay nada para hacer.
  • VV-Pero, que aburrido  No..?
  • MP-Sí pero como no hay donde gastar, te alcanza con cualquier pensión.  No podrás creer, no existe el IASS, la Contribución Inmobiliaria, la Patente de Autos, los Impuestos. No hay Seguros, ni alarmas.  Y tú donde estuviste.?
  • VV-Por el color colorado del pelo pensarás que me pasé trabajando con lapacho, pero no fué así, por más que había mucha madera ahí.
  • MP-No me digas más ya lo sé, estuviste en el Infierno.!! Y como es ?
  • VV-Bárbaro para el invierno..No te puedo decir más porque tomé licencia, por enfermedad, con goce de sueldo, en cuanto llegó la primavera. Te cuento..está todo pintado, en varios tonos de rojo, rojo vino, y un rojo antiguo, parecido a las banderas de la Revolución. La decoración está basada en varios estilos, ya sea a la derecha o a la izquierda, democrático, socialista, comunista, facista, centristas, hay de todo, para decirte la verdad  Está tan lleno de gente, que es difícil moverse, lo que hay son muchos inspectores de la IMM,  pero igual no te quitan el sueño,  se duerme, porque como somos doce por celda, lo hacemos por turno.  Allá lo que tiene de bueno, es que se come, es mala como una especie de rancho, y como no hay visitas no se puede mejorar. Lo bueno es que no hay Stop. Tabaco, no existe el No..podés fumar lo que se te antoje, PB, LSD, COCA, Y podés tomar lo que quieras, desde Whisky, importado o de contrabando, a vinos de marcas, y poca comida, con mucha bebida, hace que las carencias no se vean. La libertad, es lo mejor, podés hacer zancadillas a cualquiera, ir con una motosierra, o abrazarte a las culebras, como el PIT CNT, no se mete, ocupás cualquier sitio, sin necesidad de huelga. Te conseguís cualquier conejita de Play Boy, y nadie te hace problema. Podría seguir contándote, pero me parece que lo dejamos para otro momento.
  • MP-Qué maravilla ché ?  ¿Qué te parece, que ahora que estamos de nuevo aquí, para las próximas vacaciones, intercambiamos los destinos?
  • VV-Bueno, aunque no sé si aguantaré mucho tiempo, sabés que a mí me gusta una música, más movida, como La Cumbia Villera..Ahora decime Como se hace para entrar al Paraíso.
  • MP- Muy fácil, lo único que tenés es presentarte a un Concurso, o en su defecto ..llamar por teléfono a algún conocido del presidente, llevar un cané de salud, que tenga firma..Y ya está.!.No hay límite de edad.
  • VV- Estás seguro que con esas recomendaciones, bastan, no dijeron que este año va ver una ventanilla única para entrar, y además que por este año no entra, nadie..
  • MP-No leísta que COFE, dijo que no se puede hacer eso,  que no habría un cambio generacional, serían pocos haciendo mucho .. ellos quieren muchos haciendo poco , por más que en el Paraíso no hay mucho por hacer..
  • VV-Qué infierno ché, el Paraíso..Entrar al Infierno es más sencillo, fundís tres Bancos, o traés a algún Capo de la Mafia, o de algún Cartel, o matás a cinco o seis, y ya está lo único,.. es que no entra nadie que no tenga referencia..Se valora mucho la experiencia.

Veo..Veo…qué vés..?   Una cosa que empieza con.. Martín Pescador…Me dejarás pasar..? Pasarán…pero el último quedará..

Con amor.. Elena

Cuando, la Sra Adela , antendió el llamado de la puerta, y un cadete, le entregó un ramo de flores, y le dijo que era para ella, y le hizo firmar un recibo, comenzó esta pequeña historia.

Cerró, la puerta, con un gran ramo de flores, envuelto, en plástico, que asemejaba a un papel, de celofán, y al abrirlo fué inmensa  su sorpresa, era un ramo grande alargado, que consistía en claveles, a su alrededor, y en el centro dos orquídeas, y todo ello adornado con espárrago. Sujetaba, todo ese conjunto, unas cintas finas blancas, que formaban una pequeña moña.

Buscó la tarjeta, y no la encontró, fué cuando empezó su pesquisa.  No había ningún aniversario, que ameritara, tal atención, no estaba cerca, navidad, ni su cumpleaños, y  lo fundamental, no tenía admirador alguno, porque si existiera,  era como para decir «Locas pasiones a los 70 años» ,o «Conseguir lo imposible sin salir de casa»  lo que al editarlo, sería un Best Seller, o un libro de auto ayuda, «Comparta su soledad con flores»  tan de moda en estos tiempos.

Empezó por llamar a la vecina  de piso, como hacen casi todas las señoras solas.  Comparten novedades, chimentos, pareceres, como el seguimiento de los teleteatros, o lo que dijo Rial, o la cola parada tipo brasilero, de la Padrón, o el nuevo amante, mozalbete de Susana Jiménez, o lo bien que cocina la Lepes, estando en Grecia o frente al mar  y a la parrilla el rubio Mallman, que hasta recita. Se comenta, todo lo transcendental, ya detallado,  junto a la artritis, el costo de vida, lo exiguo  de las jubilaciones,  los tatuajes de los hombres de «Valientes»  Porqué si uno quiere saber »

«Tomándole el pulso a la República» tiene que preguntárselo a una vecina.

Pero este ramo, era noticia!

Pensó Adela que podría ser para la linda  inquilina, del piso ,ap.o2, pero su vecina, le dijo que nó,  porque viajó , se había  olvidado de contarle,  a hacer un Postgrado a París, por tres meses. A una de las dos se le ocurrió, mirar  la etiqueta, del ramo, y ahí oh milagro, en un óvalo dorado decía el nombre y dirección, de la florería.  Adela podía preguntar por teléfono, pero prefirió caminar en la tarde las cuatro cuadras, que quedaban desde su casa hasta la florería  a usar el teléfono. Cuando la averiguación se hace en profundidad, los métodos, no son siempre los habituales, sino vean como Adela, CSI, y me darán la razón.

La curiosidad, la hizo caminar rápido, pasó de tranco de pollo, al de perdiz, y llegó, con la cabeza para adelante  bamboleándola, al momento y feliz. La atendió, toda una dama, era una Grey Garson, en » Rosa de abolengo » sentada entre tantas, flores, y con esa sonrisa, pegada a las comisuras, de esas que no se agrandan ni se achican, la sonrisa que te dice igual, en que puedo servirla  a  son $ 5.000, por  una corona, la moña,  la tarjeta, y el envío, va gratis.

Explicó Adela, escuchó la dueña, y se despejó, lentamente una parte de la incógnita:  El cadete, había sido despedido, el día antes, y se ofreció por propia voluntad, y para obtener alguna propina, repartir los últimos pedidos.

Buscó la dueña, y de acuerdo a la descripción del ramo, se llegó a quien lo había enviado por un giro en Abitab, y la tarjeta, que fué confeccionada en la misma florería que decía » Con amor Elena » y quien era el destinatario que se llamaba Álvaro Costa.

Se aclaró el primer error. El segundo fué  una persona que llamó por teléfono, y dijo que recibió unas flores con dos tarjetas. –» Todo era una trampa para molestarla , que efectuó el cadete.»»  La dueña le expresó,-  Que por el día de hoy no podía retirar el ramo, ni enviarlo, lamentablente, porque no podía hacer todo ella sola.

La tercera parte, fué pura curiosidad, y parte del descenlace. Adela preguntó – Qué raro, una mujer mandando flores a un hombre.? y le respndió, la dueña,  –  Que las flores eran para acompañar al fallecido Sr Costa. Que el ramo, si se miraba bien, tenía una base de pequeñas cañas, entretejidas, y que desde ahí salían unas cintas. Que llevaba unas palmas, que problamente el cadete, las quitó para que pareciera más un ramo común. Era lo usual, el ramo típico o media  palma que se usa poner a los pies del cajón..

– » Que la Sra, podía hacer con el ramo lo que quisiera, porque no se iba a entregar en el día y a la mañana, era a primera hora el entierro, ahí en los Salones donde antes funcionaba «El Ocaso». »

Como siempre hay un comedido, Adela se ofreció a hacer el siguiente favor. Ella llevaría el ramo hasta la Empresa de Pompas Fúnebres, porque le quedaba solamente a dos cuadras de su casa, para que esas flores llegaran a su destino. Demás está decir el agradecimiento que recibió, tal es así, que dos rosas blancas con una cinta le fué regalada, y con

– «Cuando quiera venga que será bien recibida, fué la despedida.»

Tomó el ramo, y como si hiciera un mandado para un influyente personaje, salió hacia el final

Cuando caminaba por la calle, le parecía que la miraban,.. muy chico para corona, muy ostentoso para obsequio y muy grande para ramo de novia, lo tomó de las cañitas, y llegó al 1er. piso, y preguntó por un familiar del Sr Costa.
Allí la recibió, un familiar que dijo ser el yerno, y Adela hizo un resumen de lo acontecido, si a eso se le puede llamar así, o las noticias de última hora. Pero lo que no esperaba era ,que mientras la guiaba, fuera de la sala, le dijera:
– » Que agradecía las molestias que se había tomado. Pero que en ese momento,  quien fuera, que a nombre de Elena mandara flores, o un pésame no sería recibido, porque había causado mucho daño, siendo durante tantos años amante de su difunto suegro »  Era tal  su vehemencia, al decir todo esto, que el milagro se produjo, dejó mudo a  la oferente. Y escuchó por segunda vez, cuando ya llegaban a la puerta.

– Que hiciera lo que quisiera con el ramo, si quería tirarlo a la calle, ahora mismo, daba igual.

Todo puede ser en la dimensión desconocida, entrar como ratero a llevarse los recuerdos de  los otros , no fué esa  su intención, por eso no tiró las flores en la calle, que mandó una amante a su amor muerto. Con las cosas del querer, no se juega, pensó y ..

Entonces , Adela tomó un cuenco grande, le vertió  agua, y puso a descansar el pequeño entramado de cañitas.

Las que han soportado mejor los tres días, han sido las orquídias, porque la vecina le dijo, que le pusiera hielo, que las conservaba. No sabe si mañana, o pasado las tira todas juntas, hasta ahora no pudo,  porque al mirarlas de lejos, le hace acordar a la cúpula, de esas iglesias chiquitas que hay en los balnearios, esas blancas cúpulas.

Lo que falta para Adela sería la cruz, tal vez, piensan con la vecina, en algún lugar,.. como entramado de teleteatro mejicano, colocó  la cruz.. » con todo amor Elena »

Una carpa en el jardín.

Empezó a tener problemas, con algunas materias, cuando cursaba el liceo. Sus padres reforzaron sus estudios con profesores particulares, y llegó con sus pequeñas  preferencias, y dificultades  hasta culminar su sexto año.

Tenía que elegir nuevamente, el anterior Test Vocacional le había dado la opción Letras, y era lo que había logrado.

Tanto ella como sus padres, hacía tiempo que habían comprendido que no haría ninguna carrera, como la que tenían ellos y su hermano mayor.  No sería ninguna profesional.  ¿ Pero que podría estudiar ?  No tenía preferencia por ninguna vía en especial, demasiado tímida, mimosa, la nena de la casa,  lo único que le gustaba y por lo que tenía un gusto preferencial, era por el dibujo. No creaba, copiaba maravillosamente, de la realidad y con cualquier foto,  ella podía hacer un hermoso cuadro. Pensaron los padres, el hermano, la cuñada, opinó el abuelo, y decidieron, le comunicaron,  pero ella en un primer momento se negó. La querían hacer Ayudante de Arquitecto.

Por primera vez, se impuso, demasiada presión, sin orientación, basándose solamente en la conveniencia familiar, en la opinión ajena, fué su límite.  Aunque no era en verdad lo que quería, porque , ni ella lo sabía eligió, un poco al azahar, por cábala, y por el dibujo como materia principal estudiar » Decoración de Interiores »

La carrera, era corta dos años y como parecía que era eso o nada, la apoyaron y pensaron que el buen gusto innato que tenía, la fineza de sus modales, su facilidad al dibujar y todo eso acompañado de su belleza angelical, podría hacer el milagro, de » un futuro brillante y gran notoriedad » como suelen vaticinar los horóscopos.

Terminó gustándole lo que hacía, dibujaba planos de interiores, muebles, baños, cocinas, aprendió del color, los materiales, y pensó en triunfar, a lo grande, entre visillos, estilos, antiguedades, luz, alfombras, moquetas, telas. Terminó sus estudios con un viaje a Buenos Aires, con el grupo, donde se estudiaría el estilo Isabelino, siendo parte del curso de la  Historia del Mueble, su última materia.

Todos se alegraron y nadie dudó, que  » la artista » de la familia , lograría sus objetivos. Alguien que camina como una, reina, que se viste como una diosa, que es hermosa como una virgen, no puede ser menos, que una Letizia, o una Máxima. Nacida para triunfar…!!

Pero había  un pequeño detalle. En  Montevideo, la conservadora clase pudiente, de un mercado pequeño, no cambia todos los días, el arreglo de sus viviendas, y si quisieran,  hay grandes casas, que guían, dibujan,  allanan, el camino de las compras, se tiene, hasta el consejo de Arquitectos, que hacen lo imposible, para  que la casa que ellos diseñaron o la las realizaciones  de  otras épocas, sean la brillante realidad del presente. En pocas palabras, un mercado pequeño, abastecido, hizo que pasara el tiempo y nadie la llamara.  Nadie no,  la empezó a llamar un joven porteño, que se acaba de recibir,y daba clases, enseñando,  El Mueble Clásico , cuando ella fué a aprender, a escuchar por su última » Chance » como ella decía.

Vino entonces por casualidad, la recomendación de una amiga de su madre, para una rica Señora , que quería  modificar, su living  y comedor para un evento.

No era lo soñado, pero algo es algo, pensó, y concertó la hora por teléfono y partió hacia su destino de luz y de sombra. La casa era una mansión, de estilo francés, en el Parque Batlle, con un jardín perimetral de ensueño, eran esas casas que uno ve de lejos, y con la imaginación entraría y vería como es por dentro,  como son sus moradores, cual es el estilo que  predomina.  Era su primer trabajo, su reto.

El impacto llegó, al traspasar, el umbral detrás de la uniformada mucama. El mármol blanco y negro del piso colocado a cartabón, se transformaba, en el purísimo, blanco de Carrara, y  trepaba por las paredes, y se resolvía en nichos cada tanto, donde había estatuas, de tamaño natural, que reprentaban a diosas de la mitología griega.

Fué el comienzo de una prístina  pesadilla. Ver para creer !! Antes de llegar al living, pudo observar, había un amplio distribuidor, desde donde arrancaba la escalera, para los pisos superiores, con la baranda en hierro resuelta en volutas formando hojas de acanto  y madera lustrada en el pasamanos , una araña de cristal con muchas luces y caireles, pendía de un techo trabajado en  oro y cubriendo los dos pisos un vitreaux, de colores, que daba a la entrada, la suntuosidad  de una Catedral, si no fuera por el ascensor, en cristal grabado, que unía de una manera sutil, el pasado de la casa con el presente de la joven decoradora.

La dueña de la casa, la sacó de su arrobo, una Señora mayor vestida con la sencillez, que da un traje Chanel, y unos anillos  de un pasado remoto,   y una precisión inglesa de lo que quería.

La resolución del living, y el comedor, porque se había recibido unos de sus nietos y necesitaba el espacio, para que las personas, pudieran, movilizarse con mayor facilidad. Le habían sugerido , sus hijos que sacara algunas  cosas  para esa ocasión, teniendo en cuenta que ellos consideraban, que tenía que ir aligerando el espacio de tantos recuerdos, y souvenir. Tras el prólogo, la resolución..

El living, se presentó  a sus ojos, como si Gomensoro, Babastro, Iocco, y algunos anticuarios de la ciudad vieja, Pocitos o Arenal Grande, se hubieran unido, editando Un Gran Catálogo, ilustrado a colores, para el remate, del año.

Todo era fino, caro, antiguo, pero se mezclaban, en estilos ,con colores disonantes, que  le hizo subir el color a las mejillas , como si alguien le apretara la garganta, y le impidiera tragar. Fué el curso que le faltó en los años que estudió  Fué la lección, como se puede poner tanto, en un mismo lugar, como decorar para un museo, o aprender El Estilo del Mueble en pocas horas.

Sacar, se podía, se almacenaba, se mandaba al subsuelo, y se hacía el espacio.  Lo que quedaba a su conocimiento era Qué se sacaba? .. Dónde se ponía lo que quedaba? ..y Cómo luciría el resto?

Para empezar, en el comedor con una mesa Chipendale para doce comensales, con dos sillones sitiales en cada extremo, más aparador, trinchante, y cristalero, y columnas sosteniendo potiches de Sevres, era lo imposible, hecho realidad. En el living,  dos sillones para cuatro personas, más bergeres, más mesa de arrimo, y banquetas, dejaban para el desfile  un pasillo, para una fila de a uno con carrito entre  góndola de Supermercado.

Fué cuando entró en una realidad virtual.  Tomó su tablita pequeña de dibujo  su block,  su  centímetro, y empezó a medir,  a dibujar, a calcular, de donde venía la luz, y donde se reflejaba, porque los marcos dorados la confundían, y se sentía sumergida, como si buceara, entre  jarrones Art. Deco, con cristales austríacos, y la llamaban, con el sabor a  tapiz del siglo XVII. Guerra pura a las columnas con capiteles corintos, fué la supremacía, de la sobrecarga, con los recuerdos de viaje, del pasado de los padres de la propietaria, todo lo  heredado por ambos bandos, más los comprados por ellos.

Creía ver moverse a los muebles, y en  ese traslado ficticio, iban en hilera empujando  por estilo, los Luises, los Isabelinos, los Victorianos, los Chipendales, y se peleban entre sí para ver quien quedaba, cada cual defendía su chacrita, el egoismo llevado a lo material, toda esa danza  le dió la paz del deber cumplido. Después de haber medido, y dibujado durante tres horas sola , hablando, en francés inglés e italiano, con los muebles,  conversado en checo con las arañas, y haberse mirado en espejos, que reflejaban espejos., cerró el remate de ideas.

Entregó a la distinguida, y futura clienta, un croquis de  un living,  despejado,  compuesto por  dos sillones de cuatro cuerpos,  a los costados de la estufa a leña,  una mesa de arrimo junto a una de las paredes, y sobre ella un único espejo, que reflejaba las ventanas, a las que le había quitado las sobre cortinas, con bandeau. En cuanto al comedor, arrimó, la mesa contra una de las paredes, dejó los dos sillones, y se llevó todas las sillas, a cualquier subsuelo.

La Señora, evidentemente, esperaba otra respuesta, pero como dicen »  un problema bien planteado trae consigo la solución del mismo » , fué cuando la linda, decoradora, con lo que le quedaba de voz le dijo.

– Señora,  tiene cosas sumamente antiguas, finas, valiosas en sí mismas y en lo que ellas significan para su esposo y para Usted., – que en cualquier traslado se pueden romper, sin decirle la pena que ello le traería, así que le sugiero, que como la fiesta, es de aquí a quince días y el tiempo todavía es templado, que la haga en el hermoso jardín que tiene.

– En el Jardín, al aire libre ? respondío la clienta.

-No, al aire libre,  se puede alquilar una carpa grande, y ahí sí , ponemos una mesa , con un hermoso mantel blanco con encaje como me imagino que tiene, y colocamos,  el centro de sevres, del comedor con unas flores, y hasta podemos traer las sillas Chipendale, y el brasero de bronce  del living, y lo prendemos, es más podemos poner la alfombra persa grande que tiene, eso da calidez, con unos candelabros que elija, de los tantos que tiene.  Podemos y enseñamos a los demás a hacer  la fiesta del año, casi sin traslados.

Éste fué su primer trabajo, de la larga cadena de éxitos, que logró, porque puso de moda en las reuniones » el menos es más » , algo que muchos   habían olvidado.

Cuando el joven de Buenos Aires, le comunicó por teléfono  que su abuela de Montevideo, le hacía una fiesta con motivo de su graduación, ella le dijo – Ya sé, en una carpa en el Jardín.

Dejando para más adelante, el porqué era pitonisa, además de ser la  divina   decoradora, como él solía llamarla.

Como tiene buen gusto, la carta de presentación de su belleza,  sabe dibujar, conoce de estilos, y además de estar muy relacionada, está pensando en la compra y venta de antiguedades, empezando por objetos pequeños de vitrina, los souvenir, de viaje, que lo único que traen es satisfacción en el momento de comprarlos, y un gran alivio al poder venderlos..  sino que lo diga la convencida dueña de la Mansión en el Parque Batlle.

Antología- Los clásicos Nostálgicos. Vol. I‏

El amor cuando llega, llega así de esta manera… Se cantaba, así en tiempo de bolero, para los nostálgicos, del pasado, y se agregaba..bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez….bésame. La manía de pensar que se acababa el mundo a la vuelta de la esquina donde está El Farolito de Papel, yo comprendo, todo era más lento,en lugar de celular, teníamos Humo en Tus Ojos, y con el Hidroavión veíamos Lejana la Mañana y uno además de ser un Clavel del Aire, me ha dado por pensar que era una pispereta, que se gastaba los morlacos del otario, en compar La Casita de los Viejos, con el criado incluído , que ni nos reconocía o en ir al Viejo Almacén, con la Humedad, como compañera.. y nos pasábamos Taconeando por las veredas. Ahora que soy un cascajo, donde alguno perdió el honor, que tengo la Garganta con Arena, y que me ha dado por cantar a Don José, con un PP, para poder entrar a lo que me manden, voy a contar la historia , del Dia que me Quieras, sin Gardel y sin Le Pera, A mi Manera, dando Gracias a la Vida, poque como voy Cuesta Abajo, soy Un Alma en Pena, y estoy con Amargura, porque ya nadie me chifla, ni me dice Che Papusa oí ,.. me ha dado por pensar que los Ángeles Lloran, por mí, Porque Si Soy Así, Que Vachache..Para no trasformarme, en un CD, cualquiera a 12 pesos, me pasé a la Felicidad..La Felicidad..para que Juguemos en el Bosque, a la Gallina Turuleca . Me da Pena Confesarlo, pero tengo en casa un Bailarín Compadrito, enchufado en un Viejo Smoking, que me da corte como Misa de Once, yo que soy solo una Violeta, Cautiva del Río, La Puerta de Amor, La Senda Florida, y el es.. Mi Gran Amor, Mi cieguito Cantor, Mi Dandy, Mi Payaso Plin PLin..dejo para otro momento, El Do de Mi Clarinete, porque me voy Silvando con La Murga La Catalina, y Siga el Corso..porque para decir la verdad, estoy buscando por Internet, Mi Picazo Parejero, que se perdió en El Sandierito, me dijeron que consulte en Mercado Libre..que entre en El gallo Desafinado, que lo voy a recuperar. Noelia..

El bautismo en las esquinas

Corría el año 2001. Y él terminó su educación, en la chacra que tenían los padres en Don Orione.

Hijo de nadie, aceptó todo lo que le enseñaron sin cuestionarse nada. En ese lugar se tenía compañeros, algunos amigos y el resto eran maestros, consejeros, y Padres. Algunos curas enseñaban oficios, y religión. Se rezaba al levantarse, al recibir el almuerzo y en la cena.

Estaban todos eternamente agradecidos, y compartían lo que tenían como les eseñaron;  algunos de buena gana, otros rebelándose y la mayoría en una estoica resignación, la resignación de los débiles de espírutud como le habían inculcado, todo esto se acompañaba, la mayoría de las veces cantando..

Hacía ya mucho tiempo, que lo habían bautizado, y fueron sus padrinos, dos personas ajenas a él, que se comprometieron a ayudarlo, a guiarlo, a apartarlo, de el maligno, de sus tentaciones, para salvar su alma y que tuviera una vida plena de frutos, de buenaventuranza.

Entró a trabajar en un taller de carpintería, por la buenas recomendaciones que tenía, pero como había muchos muchachos como él, que sabían más, pasó, a ser el que cargaba los tablones, el que se ocupaba de los mandados, el de la escoba. La madrina le consiguió una casa grande para cuidar, y él empezó a pensar que no había que ir tan lejos para encontrar un pequeño paraíso.

Con el sueldo de ayudante, y lo que le daban por cuidar la casa vacía, lograba comer poco. Estaba acostumbrado a los platos hondos llenos, y llegó a pensar que lo hondo lo profundo no era malo, era lo mejor , porque uno se quedaba contento al verlo y podía dormir mejor de noche. Fué cuando dejó de cantar mientras comía.

A mediados, del 2002, todo se desmoronó, para él y para muchos de sus compañeros, y tras largas colas en el Seguro de Desempleo, pasó a tener por seis meses, un ínfima cantidad de dinero, y con la recomendación de que sí conseguía otro empleo, debía avisar.  Dios sabe que lo buscó, a él, y a un nuevo trabajo. Se iba caminando hasta el Diario El País, porque en sus vidrieras, se colocaba los avisos clasificados, donde se pedía , y se ofrecía trabajo. Aprendió que existía las colas para todo, desde los Bancos, los pocos lugares, que ofrecían trabajo, y hasta en los Super. La gente que podía se abastecía, por cuatro, por cinco.. el no podía multiplicar, el restaba solamente.

El Presidente, el que cantaba la justa, no fué él que la cantó, fueron los jóvenes, sin un oficio o con el, los empleados de las empresas privadas, toda una sociedad, se convulcionó, se dió vuelta, y por primera vez, algunas personas miraron a su alrededor, y vieron, sí vieron por vez primera, salieron de su ceguera sin ninguna operación de cataratas.

Hizo cola en las iglesias, para un plato de comida caliente, y un pan. Ese fué el pan nuestro de cada día. Esto, pasó a ser culpa de todos, y a no ser culpa de nadie. De Brasil, y de la devaluación de la moneda, de la Argentina, que  mandó la aftosa, y de todos que se apuraron a sacar la plata de los Bancos, y de ellos que los cerraron, y la gente que temía por el corralito.

Muchos dijeron los que otros callaron. Y hablaron los técnicos, y la oposición, se testrabó la lengua, y no se aprovechó el ejemplo de lo que estaba sucediendo.

A él, toda esta situación  alguien se la quiso explicar  pero sólo entendía lo que su estómago le decía, no le interesaba lo que pasaba, no tenía un campo con vacas, ni plata en un Banco, había perdido su empleo, sólo quería trabajar en algo.  El no hacer nada ocupó todo su tiempo. Dormía menos con hambre, pero igual dormía y muchas veces cerraba  los ojos para olvidar, y también se dormía.

Una mañana, llamaron a la puerta, y se encontró con un niño que pedía, la mano abierta, y el brazo extendido, los ojos tristes, y todo hizo su efecto en él. Le enseñaron a dar, se lo dijeron muchas veces hasta que quedó grabado, en su mente. Dar para recibir.. Fué, en busca de lo que tenía, y le quedaba solamente pan, y sin dudarlo lo dió.  Entregó lo poco que le quedaba.

Cuando salió para la Iglesia, hacía rato que lloviznaba, y pensó en la cola que tendría que hacer bajo lluvía, junto a tantos viejos y desocupados, pero el hambre hace que las piernas se movilicen y era jóven para hacerlo. Fué cuando unas cuantas casas más adelante, vió sobre un muro, lo panes dados.  Brillaban por la lluvia, y al joven les pareció que eran dorados. El niño que pedía  rechazaba su propia hambre.

Como tantas veces lo vió en su adolescencia, levantó el pan y como si fuera en misa los elevó, hacia adelante y hacia el cielo, era la pequeña comunión, sin caliz, sin vino, sin hostias.

A partir de ahí, se hizo de un sitio en una esquina, empujó al que pudo, maltrató a los más chicos, prepoteó, e hirió a los más grande, se hizo dueño, con una botella con agua y detergente y un lampazo, de un lugar, en el salvaje Montevideo. y pidió monedas, y asustó a mujeres, y no tuvo lástima de nadie.

No le interesó el prójimo, porque había comprendido que para querer a los demás hay que quererse primero a uno mismo.  El no había prometido que se apartaría del maligno de sus hechos y sus obras,  eso y otras cosas más lo habían prometido sus padrinos…

El día que me quieras

Todo puede ser creíble, cuando se es adolescente, cuando recién arranca en primera la juventud.

Pensó que él la miraba. Que la saludaría por su nombre,  la recordaría en cualquier momento. Sabría donde vivía, o estudiaba. Después pensó, que todo lo que él tenía era transferible, sus ojos, su pelo, su porte, su sonrisa, todo y mucho más podría ser de ella, por propia voluntad

Fué su principe Valiente, su Cid Campeador, su Caballero Andante, su Rod Hasson.

Caminos paralelos, sin encuentro, de parada en barrera,  sin  ninguna estación. No dejó de senderear en su empeño.  Supo e indagó todo lo  sustancial repecto a su persona.  Lo que le contaban lo asimilaba como propio, de su éxito como profesional, sus viajes, sus recursos económicos, se sentía novia, era una admiradora incondicional, una fantasmagoría , una quimera, porque sencillamente, no podía vivir sin ese vano ensueño.

Después, glosaron las habladurías, de que lo habían encontrado con otro hombre en el consultorio, y que » ese otro era su amante «. Muchos creyeron esos dichos, todos menos ella.  Porqué él le pertenecía sin saberlo.

Se soñó esposa,  madre de sus hijos, se veía dueña de su casa, amante incondicional , en un imaginario increíble, para los otros, no para ella, que era la mujer de..

Cuando él queda solo y mayor, se casa, con una rica profesional; este dardo la hirió, tarde, pero repercutió en todo su ser, no porque se hubiera casado, no por los dichos, sino que advirtió, que era tarde para ella, que dejó pasar la juventud, porque la vivió en otro ser, y no en el propio.

Cuando una vez caminando se encontraron, ella acompañaba a un familiar, y se pararon a conversar, él reconoció a la acompañante y hasta bromeó con esa lejana parienta, y cuando llegó el momento de hablarle se presentó, con los dos apellidos, como un extraño ceremonial.

Fue la gota, que derramó un vaso de vanas esperanzas, el desconocimiento intrínsico de su alma, la emancipación, de su voluntad vallada, desde su continencia.

Supo, mucho más tarde, que vive con otro de sus viejos amantes, pero ahora ella se encuentra exenta, de todo lo pensado, lo imaginado, lo vivido, lo soñado.

Es mayor y canta en un Club de Abuelos, dicen que lo hace muy bien, sobre todo una canción que parece hecha para ella, por la vivencias que pone al hacerlo.

La canción se llama » El día que me quieras «, demás está decir sin Gardel, y sin Le Pera.

Estampitas y Caramelos

Tomaba el ómnibus para ir a trabajar, en la misma parada, y a la misma hora, todos los días. Hiciera, frío, calor, sol o lluvia.  A las tres o cuatro cuadras, siempre subía el mismo niño a pedir. Tendría siete u ocho años, es muy difícil de calcular la edad, porque son niños menudos, mal alimentados, y para decir la verdad, si iba parada trataba de no mirarlo. El egoismo del ser humano, llega a tal extremo, que lo que no se mira, no existe. Yo soy egoista, lo reconozco.  Una de las veces, estando yo sentada, vi que repartía estampitas, las colocaba rapidamente en la falda de los transeuntes, y después cada tanto decía ..A voluntad..La primera vez que esto me sucedió, saqué del monedero unas monedas y se las dí.  El se bajo, pero la estampita seguia en mi falda. Pensaba no tocarla, sinceramente, me parecia, algo tan antihigienico, que no sabia bien que hacer. Pense.., cuando me levanto, me hago la distraida y la estampa cae al suelo..y ya esta..Pero cuando estaba por llegar, vi que era de la Virgen Niña, y sinceramente, no pude tirarla, no porque sea creyente, es que mi nombre significa eso… Digo la verdad , no pude..la guarde, en un bolsillo de la cartera, y cuando llegue a la oficina, me lave bien las manos.

Se fueron sucediendo los dias, y los meses y yo acumule un Santoral entero, hasta  San Benedito, el que te da un novio, auque sea uno solito… y muchos Santos repetidos, claro no siempre se puede pedir la exclusividad. Fue, cuando lo empece a mirar bien;  el pelo separado, en mechas  pegoteadas, que gritaban agua por señas, no se sabia si era rubio o morocho, la tez era blanca,  la andrajosa ropa , los championes abiertos en los dedos, y la mirada, cuando tomaba las monedas. No era una mirada de suplica, era desafiante, en esos ojos color miel, no pedia exigia, que le dieran. Asi nos conocimos, un niño chico y una mujer mayor. Ya en la parada, separaba, las monedas para darle, fue mi compañero de cuadra por mucho tiempo. Un dia deje de verlo, y hay que creerme lo extrañe. Cuando lo volvi a encontrar, vendia bolsitas de caramelos, evidentemente habia progresado, se lo veia mas alto y mas delgado, con la misma mugre, o una mugre nueva, no se,  nadie, podia imaginar, donde estuvieron esos caramelos, quien los envaso. Lo que no cambio fue su metodo, evidentemente, daba resultado, ..a voluntad…

Junte caramelos como para llevar al Zoologico, y repartir entre los monos.  Esa mirada, seguia altanera y firme. Para mi denotaba una voluntad, que en otra familia hubiera significado el exito. Yo sé,  porque me saco tantas monedas, por tanto años. Era la mirada, que me hacia acordar a la de otro niño , muy cercano,  mirada rebelde con la vida que le toco vivir, con las normas de los otros, sin oportunidad, de cama limpia, de baño, de escuela, de afecto.

Al salir de un Shoping, acompañada por unas amigas, y despues de pasar, por una ciega , y una madre con una niña  en brazos que pedían, me pareció que era él, que estaba en un grupo, con el pelo teñido, y unas bolsas en la mano, una de mis amigas comentó,  – mirá primero piden, y después se drogan frente a nosotros..saqué la futiva mirada .. Al volver pasado mucho tiempo, lo ví, entre los taxis,  haciendo señas, parecía un títere, que quien sabe que mano prodigiosa lo mandaba,  para que los autos se acercaran a la parada. Era  un  bailarín entre los autos, iba para atrás y para adelante, haciendo señas, con un trapo, piernas fuertes y ágiles; desde niño haciendo ejercicio , subiendo a los ómnibus y bajando de los mismos en movimiento y cuando me tocó el turno, una mujer me abrió la puerta, y él había quedado rezagado, más atrás; fué a el que le dí la propina, y en ese momento nos miramos y nos reconocimos, aunque ninguno de los dos habló.- Pasaron mas de diez años, cuando volvimos a encontrarnos., por casualidad.  Habia pedido un taxi desde mi casa,  subi y di la direccion, ya no tomaba yo más el omnibus, porque tenia miedo de caerme al subir o al bajar, los años dan determinadas limitaciones. A las cuadras el tachero me pregunto si  yo  lo reconocia,  le dije que tal vez, porque  pedia  siempre a esa compañia, fue cuando en un semaforo en rojo se dio vuelta y vi los ojos desafiantes, que me miraban. Le dije ya sé  sos el de las estampitas, y el de los caramelos.- Asintió, y  por primera vez, sentí  su voz de hombre y su orgullo, cuando empezó a hablar.  Que primero fué el alcohol, que lo llevó a drogarse  no recuerda por cuanto  tiempo, que la calle, en cualquier lugar fué su cama,  que en esa época, esperaba viejitas para arrebatarle la cartera, hasta que una se cayó, y el vió cuando  se le salió la pierna y le quedó a contramano.   Que lo sacó  de todo eso, un día en que vomitó sangre, y un dolor increíble le atravesó el pecho. Tenía miedo de morirse, y un amigo de la banda le dijo que a lo mejor tenía una úlcera.–Le pregunté si había ido al médico y me contestó  – para que , si él sabía porque era. Hablaba  rápido como haciendo un resúmen  de vida a alguien que no se lo había pedido, a una desconocida y sin arrepentimiento. Que al sentirse, mal pensó que tenía  tenia que comer más y fué cuando empezó, a ayudar a los mozos, de los Restaurantes de la Plaza de Comidas,  a sacar la basura, y así ligaba, comida buena y sana. Me dijo que tuvo suerte, porque uno de los tacheros, de la Parada,  se preocupó por él, lo ayudó a sacar la Cédula de Identidad,  la Credencial, y hasta lo llevó a sacarse el Carné de Salud, y en las noches cuando terminaba su turno, en lugar de guardar el auto, le enseñó a manejar, y a saber contestar las preguntas, del exámen, lo de las calles , no,  porque eso él lo sabía muy bien.  Que el taxi, lo maneja de noche porque el patrón tiene miedo , y a él no le importa hacerlo. Que está logrando amortizar la deuda que habia contraido con el Banco,  porque quiere llegar a tener participación  en el mismo, cuando alguno se retire.  Le pregunte como me habia reconocido, y me dijo, -yo la miraba, pero Ud. no me veia, porque sabe Ud. se parecia a mi  madre. y un día cuando vendía las estampitas , Ud. se bajó y yo la seguí para saber donde vivía. Llegamos a destino, yo estaba entre azorada, y miedosa, hasta de niño me había seguido!!  Pero  todavia tenia yo una pregunta, tal vez insignificante ante el monólogo  despiadado de él, ante el confesionario que era yo. Una estúpida pregunta para hacerle ante una vida de redención. ., pero la hice  ¿  De donde saco  tantas  y diferentes estampitas para repartir ?. y el me explico, que se las regalo una imprenta, porque habian confundido los nombres de los santos, y las Iglesias  que habian solicitado el trabajo no las aceptaron.  – Y los caramelos..?..Bueno los caramelos eran de contrabando, y hacia mucho tiempo cuando el los repartia que estaban vencidos.  Entonces le dije,-  La Virgen Niña,  podia ser  otra Santa ?  ..claro respondio riendo, – Dios no se hace  problemas por eso…..

Al bajar me dijo,-  no tenga miedo, porque evidentemente, me notó tensa,  –  Yo espero que habra la puerta, porque sabe, está muy oscuro, y las cosas están difíciles,  con la Pasta Base.. Atravesé el jardín, y abrí la puerta, temblando y antes de cerrarla levanté la mano en forma de saludo,  y él alegremente, tocó la bocina dos veces..

Creo,  firmemente en  la redención  de las personas, en el rescate de la dignidad, no sé  bien a esta altura, si es por eso o  que  me  acunaron con cuentos  en mi larga vida,  o porque  luzco nombre de santa, sin serlo.   Hace un tiempo  hice colocar la  alarma  a mi casa, y tranco la puerta con cadena,.. porque de verdad, la calle está muy oscura, la pasta base es el problema diario, y hay asaltos todos los días, y como muchas jubiladas, guardo el dinero en cualquier lugar, menos en la cartera, porque ahí llevo estampitas, y papeles…por las dudas… Aunque los ladrones también lo saben y ahora se dedican a asaltar Sres. que sacan el dinero del Banco, en un día determinado, para pagar sueldos.

Tanto cambió todo que dejaron de ser rentables las viejitas..!

– Y no me mires así de fijo, que igual te voy a dar propina…!! Ya la tengo preparada…, estos chicos que abren las puertas de los taxis, acosan a las personas, y por las dudas, me compré un gas paralizante.., no me fío de nadie,  ni de los tacheros, por más que algunos se parezcan a San Ignacio de Loyola..

Te equivocaste mamá, se dice así..

Empezó, por trastocar los nombres de las cosas.

Su andar se acortó. Al principio, causaba gracia a todos, en la casa, le decían tenés andar de bebé,  pasitos seguidos  e inseguros. La hija le decía  » mamá la gheisa »

Cuando se equivocaba en lo que decía, la corregían y le decían: » Te equivocaste  , mamá «.. «se dice así.. »

La señora  que cosió  siempre tan bien para todos, dejó de hacerlo,  porque no recordaba donde se guardaban las cosas y no sabía distinguir, los colores, las agujas de las tijeras, y cortaba trajes sin ningún sentido. Perdió el » para ..qué. y el porqué  de los hechos ! »

Un día cuando entraron a la casa la encontraron sentada en el living ,  conversando con un señor que vendía escobas y plumeros, y sobre una mesita baja , había dos tazas de café con la que convidó al visitante. Cuando preguntaron que era lo que hacía el visitante..respondió – Que había venido a arreglar el péndulo del reloj, porque no daba más las campanadas. Lo extraño, era que en la casa, no existía un reloj..de esas características

Cuando olvidó,  su nombre, y le daba lo mismo que la llamaran,  Marita,  Mariela, o María,  siempre respondía, porqué empezaba con Ma..de mamá.- Aunque se llamaba Sonia.-

Ahí fué cuando nadie se rió más,  porque se dieron cuenta, que era otra persona en las sombras, la que habitaba  la casa.

Deambulaba, de noche,  no le temía a la oscuridad porque era nómade de sus propios pasillos.

La  gheisa,  la extraña, dejó de pintarse, porque dejó de mirarse al espejo, dejó de bañarse, porque no le interesó oler a su perfume favorito;  cada prenda que se sacaba la dejaba a su paso, y así se desprendió de todo lo pequeño y lo grande que había a su alrededor. Le costaba  tragar la cantidad de medicamentos que le daban, porqué se atoraba,  hasta que aprendió a guardarlos en la boca y a escupirlos, cuando nadie la veía.

Olvidó el baño, y para que servía, cual era su cuarto, su cama, las piezas de su casa le eran ajenas, eran inquilinos del laberinto de su mente y se alejaron las caras de sus vecinos, de sus amigos, de sus nietos; los veía sin ver, les sonreía sin querer, los amaba como siempre pero sin saberlo.

La cuidaron todos,  hasta que fué infinito el cansancio, nunca sabrán si físico, o mental  porque si es difícil vivir queriendo mucho, más lo es con un extraño, que reponde con silencio, o con ira . El que mira sin ver, el que escucha y no oye, el que va sin rumbo, el que está afuera y quiere entrar, el que llora sin tristeza, el que juega como un niño, sin tenerlo adentro, el que ensucia, sin querer, el que agota, hasta la fragilidad misma..

Así, un día por una  razón, que se llama descuido, quedó la puerta abierta que daba al jardín, y la extraña, la rígida  la que se equivocaba siempre, se miró al espejo, y nadie supo lo que vió, pero tomó su propia almohada, y se la colocó debajo de su traje y la sujetó con la bombacha, y como una embarazada, salió a la calle, por un jardín lindero al suyo.

La buscaron, toda la mañana y la tarde, preguntaron a todos, si la habían visto, pensaban que con su andar, no podría haber ido muy lejos, pero muchas veces las predicciones son erradas, y cuando ya anochecía, fué cuando la vieron sentada en un banco de la rambla, mirando hacia el mar.

Cuando su hija la vió, sostenía con sus dos manos, el ficticio vientre, y como acunando un niño, era auténtico el mirar de madre..

Por dios.. .hace tanto que te estamos buscando. le dijeron!! y repondió.. mirando hacia su almohada , como siempre le decían cuando ella erraba…

»  Te equivocaste mamá..se dice así…»

Foto de stella.

Foto de stella.

Se busca un traje con estilo

Cuando Elisa recibió la invitación, fué con alegría, sabiendo que el hijo de su amiga se casaba.-
Tenía quince días, para el apronte.  Elegir un vestido acorde a la fiesta, en una de esas chacras, comprar el mejor regalo de acuerdo a sus posibilidades, y contestar a la brevedad el RSVP, de la tarjeta.

Lo primero que hizo fué confirmar su asistencia, sabiendo que cada invitación, significaba dólares .  Eligió el regalo de la lista que hacen los novios, sabiendo de antemano, que sería ese o cualquier otra cosa la que llegaría a los contrayentes, nadie se queda ahora con algo que no le gusta, o está repetido. Todo tiene devolución pensó, para sus adentros..hasta el novio !!

Y el paso siguiente, fué  elegir el vestido..A la salida de su empleo, recorrió las tiendas del centro, pero sencillamente no encontró nada que le gustara. Había cosas baratas, pero la mayoría trasparente, no había algo de vestir como ella necesitaba, quería verse bien, elegante y distinguida, como lo fué en su juventud. No quería ser una Hindú, ni  vestirse de yersey, fruncido, en la cintura, para que sirva para cualquier talle.

Fué entonces que decidió ir a algún lugar Chick, del Shopping de Punta Carreta. Luego de la experiencia anterior, se vistió con una túnica, con zapatos fáciles de calzar, en pocas palabras, se vistió, como para cita de amante, para desnudarse rapidamente, en cualquier minúsculo probador, y para mirarse en cualquier ridículo espejo.
Conocedora de su físico, de las posibilidades que tenía, recorrió las boutiques, como quien va a una cruzada, conociendo de antemano las posibilidades de la espada y del evangelio. Se probó muchas cosas, algunas posibles, y otras sabiendo a ciencia cierta, que no eran para su edad o su bolsillo.  Hizo lo mismo que muchas mujeres, probarse por probar, soñar a ser otra , más jóven, más linda , más..muchísimo.. más flaca.. o más rica.. detrás de una cortina color beige, que ayuda a que no te vean, porque alcanza con una  cara de asombro..la tuya.

Después que quedó agotada de pedir algo en el que pudiera entrar al mismo tiempo, su  ciento diez de soutien, y sus caderas, y cerrara el cierre, auque el talle dijera L, y ella fuera XL,  vió que la mayoría no tenía manga, y era algo sinecuanon, para ella, en esta etapa, o era muy corto y se veían las rodillas, una parte de su físico, que detestaba..
Pensó en ir a la mejor tienda, y pedir un traje americano, de esos que hacen allá, que tienen cualquier  talle y dentro de él, hay variaciones, dentro del mismo estilo.  Si le quedaba bien alguno, se dijo para sí, lo compraba con la tarjeta, en tres veces, y ya está.!!

Sencillamente agotada, llegó a desvestirse, nuevamente, y la empleada, la fué guiando a lo que ella pretendía. Le dijo que lo único que tenía, largo, con mangas, con poco escote, y de su talle, era y se lo mostró, un traje estampado, blanco y negro, hermosa la tela, pero para alguién como veinte años mayor, y el precio sÍ que era para pagar en hipoteca  a veinte años.- Negando frente al espejo, verse así vestida fué la empleada la que le dió la idea sin querer..-Sra Ud. está buscando un traje de la época de los ochenta, o noventa y eso va ser muy difícil de encontrar..
En el trayecto hasta su casa , pensó, donde había trajes de los ochenta, y al otro día se dirigió a la calle Libertad, donde venden trajes usados, casi nuevos.. como dicen las malas lenguas.

Demás está decir, que la atendió una sabia, educada en la Sorbone, que la escuchó como un sacerdote en confesionario, que la midió como un sastre de primera, y que la llevó como  guía turística, hasta un perchero , donde había tres trajes de vestir. Hermosos, finos, elegantes, sobrios, y no alcanzarían los adjetivos, de la promitente comparadora para describirlos. Eligió a instancias de la vendedora uno color bordeau, porque le dijo que a las morochas, de ojos claros , ese color las favorecía, y que resaltaba el bordado en peltre del vestido, que comenzaba, debajo del busto, y se resolvía en sutiles arabescos, en la pollera con un semi vuelo, que no apretaba las caderas para nada.- La señora le entalló la cintura, que fué lo único que hubo que retocar, y al otro día al caer la tarde lo pasó a buscar y  salió Elisa con el traje, y una carterita haciendo juego con el bordado, sabiendo  de antemano que en la fiesta, iba a ser una de las mejores vestidas, se imaginaba, como una estrella, pisando la alfombra roja, para recibir el Oscar y todo por la mitad de lo que le pedían por algo que no entraba,y con la promesa que luego de usarlo lo trajera de vuelta que se lo tomaba, porque lo mandaban al interior, donde se vendían muy bien los trajes de fiesta.

Fué directamente a la chacra, en un taxi, porque ir primero a la iglesia , y a la recepción, hubiera sido demasiado gasto..Llegó cuando la fiesta había empezado, y su amiga la recibió con el cariño y la deferencia de siempre, lo mismo el novio, lo que no entendió, en un primer momento fué la cara de espanto, y de emoción al mismo tiempo de la novia y de su madre, y de las tías de la novia, no entendía porque.. si era la primera vez que las veía.!!-
La fiesta fué genial,.. Elisa se divirtió muchísimo ,bailó, comió, y brindó  tanto, tanto.. con un señor amigo de la familia, que también brindó mucho y la apretó cuando bailaban ,y la piropeó descaradamente durante toda la noche diciéndole versos de Bequer. .

«Para que los leas con tus ojos grises..hice mis versos Yo..»

Si este fuera el fin de la historia, sería más sencillo, lo sabroso, vino despúes, cuando como a los dos meses Elisa llevó el traje de nuevo a la calle Libertad, y ahí se enteró por la vendedora de la verdadera historia. La dueña del traje, hacía como un año que había fallecido, y como la hija y las nietas, necesitaban espacio, y plata decidieron, llevar los trajes a vender, no quisieron consignación ninguna, y dejaron los tres trajes de vestir, y las carteritas haciendo juego, y la señora se arriesgó, como le dijo a Elisa , pero los trajes valían la pena.

Que había estado nuevamente a los pocos días  de efectuado el casamiento , la madre de la novia que retiró y pagó los otros dos trajes y las carteritas, que estaban sin vender y me  pidió, que si Ud. venía le avisara, porque volvía a comprar el traje de su madre, porque fué muy fuerte le dijo, ver a una señora morocha, usando el traje de madrina,  que usó su madre el día de su boda, bailando, haciendo ruedas y fué para todos los conocidos de esa época un bochorno, hasta para las nietas que llevaron los trajes a vender.- Fué como ver a la abuela renacida, bailando rock, con un cara de loco recitando versos, y visiblente tomados..

A Elisa ya no le importó nada, haber tomado de más, lo del traje usado en otra boda de hace tantos años, porque empezó a comprender que el talle XL, también tiene su encanto, sino que lo diga un viejo poeta que tiene en casa que se llama Oscar, que dejó a Béquer por antiguo,  que ahora le da por cantar. una zarzuela…  La Lola se va.. a otro puerto…, y en lugar de Lola dice Lolas…le canta la Bien Pagá y hasta le gustan .. las blusas indúes trasparentes.!!

La tijera de podar

Quería gritar, y no podía, fue cuando me desperté sobresaltada, sudando.

Gladys, dormía aún, era mi compañera, de pieza en la Casa de Convalecencia.  Había querido venir a esta casa, después del copamiento de la mía, de haber sufrido en la caída, la fractura de mi muñeca derecha, y de dos costillas, de saber de la muerte de Santiago, desangrándose por los golpes recibidos contra las puntas de estampar en mi taller.  Mi internación en el  CTI en Maldonado, del Sanatorio en Montevideo.

Aquí se estaba por poco tiempo, el necesario para una convalecencia como la mía.  Me encontraba  enyesada, inútil, dolorida..cuando recordaba  aquella noche cuando entramos juntos en la casa,  hermosa e iluminada,y se nos abría un futuro auspicioso para los dos.

Nos conoceríamos más, no solamente por la unión de una computadora, y el recuerdo juvenil del pasado.  En pocas palabras, los médicos  me dijeron que  no podría trabajar más el cuero, es decir dejaría las gubias, las masas, los pirograbadores, las alumnas ,en cualquierl lugar, y tendría que entretenerme en otra cosa.  Fué cuando  llamé a mi hijo, para que me dijera, que familiares, habían venido de Córdoba, para reconocer y estar con Santiago, cuando su muerte. Fué cuando me dijo, que el único hermano de Santiago, estaba en Italia, y que no pudo venir, y que lo acompañaron una sobrina y el abogado de la familia. Que el caballo, fué vendido igual, porque el abogado, tenía Poder.

Le pedí las direcciones y los teléfonos de ambos, y quedó en pasármela por teléfono, y se fué intrigado, con mis preguntas, y para calmarlo, con respecto a mí le comenté que –  quería llamarlos para decirles cuanto lo había sentido. Mi auto donde habían cargado todo lo robado, no había aparecido, nii nunguna de las cosas robadas, ni hablar del dinero sustraído, y ya  hacía cinco meses de todo esto.. Contraté un remise, conocido, de la casa, y partí con mi brazo, acunado en un fuerte pañuelo. Las que pudieron se reunieron en el salón de entrada y me cantaron como hacían con todas..» Chau..Chau…Adiós..que te vaya bien…

Mayo barría las calles de Carrasco, y haciendo adiós con mi mano izquierda, partí hacia mi casa en Punta del Este.
Me estaban esperando los caseros, Julia y Pablo, pero era tan grande mi emoción que hasta el chofer, tuvo que ayudarme a salir del auto, era que las piernas, no me respondían aunque en ellas, no tenía nada, fué que  se amontonaron los recuerdos.. y fueron como caballos en pradera, como los que me discribía Santiago.

Pablo subió las maletas, y Julia me daba el brazo, para que me apoyara, fué cuando empecé a preguntar, y ella respondía pausadamente, afirmando en su voz lo que sabía o le contaron, me llegó a decir –  que no me preocupara, porque no iban a salir más, y que si lo hacían sería de a uno, para que yo no me quedara más sola.  Antes de mirar la casa quise ir hasta el taller, atravesamos parte del jardín , la pileta, y ahí estaba , mi refugio, mis trabajos, la cabeza que había hecho para regalar, y cuando entré.. No había absolutamente nada..nada..Me dijo Julia casi sin voz..- Su hijo hizo sacar todo, no quería dejarle ningún recuerdo de aquí, fué cuando miré hacia el panel que sostenía las herramientas, y en su lugar haciendo las veces de ventana ciega, había mandado colocar un vitreaux, de colores, que Julia se encargó de prender, y las luces rojas y azules, iluminaron las mesas y los bancos, lo único que había quedado, transformando el taller, en el sentido inverso al que yo lo había hecho..era una barbacoa..

Llegamos nuevamente al living, por el día pensaba que era suficiente, me tragieron para tomar un té, y torta, y les pedí que me contaran, que era lo que notaban que faltaba. Después de quedarse un rato callados como para pasar lista, empezaron con aparatos eléctricos, y siguieron .. y el resto me dijo –  que mi hijo lo mandó a guardar en cajas de cartón, y ellos así lo hicieron, después que la policía se fué, que en las cajas había de todo, desde ropa, hasta recibos, que ellos no separaron nada, que hicieron lo que le mandaron.

Cuando llegué a la planta alta, había envejecido, no sé si fisicamente, pero tenía o sentía como si viviera, sólo en el pasado, así que vestida como estaba me tiré en mi cama, y dormí , despertándome al otro día con la luz de la mañana.
Si yo pudiera condensar, reducir , en apretado listado, todo lo que ocurrió, diría en vertiginoso vuelo, que miré las cajas de cartón, que deseché casi todo, y que entre mis cosas había ropa de Santiago, papeles y permisos, estuches,  de una máquina filmadora, y entre las cosas que más lamenté fué mi máquina fotográfica porque tenía fotos, de mis nietas, que me hubiera gustado conservar, para poder pasarlas al PC.  Fué en ese momento que ví la foto, no sé de donde se cayó, pero la levanté, y ví que era el de una niña, de aproximadamente diez años.- Tenía atrás una dedicatoria y con letra infantil decía..A padrino, con cariño, Lucía.

Llamar por teléfono a la sobrina de Santiago, y arreglar con el Señor del remise, fué casi simultáneo, y partimos hacia Buenos Aires, como primera parada. En un apartamento antiguo y lujoso, en Avda. de Mayo, me recibió, con gran deferencia la Sra. Marina, y al verla pensé lo agradable que hubiera sido tenerla como amiga.

Las dos nos entendimos, me abrazó cuando me vió y preguntó como seguía, y empezamos a recordar, ella a su tío, yo a mi amigo. Le entregué una serie de permisos, y recibos, de Santiago, me lo agradeció y me dijo que la policía le había indicado, que existían esos papeles, y entonces saqué la foto, de esa niña. Marina me miró asombrada, y me dijo enseguida, es la ahijada de Santiago,- Donde la encontró ? – Entre las cosas que quedaron de Santiago.- Donde vive le pregunté? – Vive en Mendoza, hace tiempo, y el padrastro de ella  es Bermudez , es el cuidador de los caballos de Santiago, en Córdoba. – es el que viajó antes, con el caballo para ser exhibido en el Hotel Conrad? pregunté  – sí y  nos ayudó mucho al Dr. Salvo  y a mí en esos momentos. Fué el que se ocupó del caballo en todo momento, hasta del remate.

Seguimos conversando, pero una sensación de que por ese lado llegaríamos a la verdad, empezó a asomar en mi mente, y en la de ella.  Me dijo que  siempre los consideró una familia muy buena, que los padres, vivían en Córdoba, y que Lucía hacía tiempo que se había casado, con un veterinario, y estaba radicada, en Mendoza.- Fué un impulso, pero le pregunté si lo habían investigado al cuidador. – Creo que nó, porque al ser un robo, y por accidente la muerte de mi tío.. Ya con una voz entre más débil, y como pidiendo que la entendiera, dijo. – Es una persona excelente muy entendido, en este momento está en la Capital, porque vamos a cerrar el Haras de Santiago , y estamos rematando los caballos. Así como el girar de una rueda, ella me decía una cosa, y la asocíabamos, a otra.  Que  Santiago le legó una cantidad importante a Lucía  y la misma cantidad a todos sus ahijados.–Me dió la dirección donde, podría encontrar a Bermudez, en un barrio, cerca de  de ahí,  porque cuando tenía que venir del interior, paraba en casa de su cuñado…Se ofreció a acompañarme, dentro de dos días..pero rechacé su sugerencia, pero ella tenía razón,  y miedo al mismo tiempo..qué le íbamos a preguntar.!!..Me dijo que nunca había estado en esa casa, que era mejor que no fuera sola…, Buenos Aires..se estaba poniendo peligrosa.. – y Punta del Este..respondí..

Tuvimos, con el Sr. del remisse Don Carlos ,que estudiar sentados en una confitería , un plano de la ciudad, para entender, el barrio, que decía que era cerca de su casa Malvina…Decidimos dejarlo para el día siguientes, porque se había hecho la noche, y temimos perdernos..

Llegamos, más que por el plano, porque nos pasamos preguntando, creo que en un momento estuvimos perdidos, entre calles cortadas, y sin señalizar, era evidentemente un barrio , humilde , de casas iguales, y pequeños jardines al frente.- Hasta que Don Carlos me dijo  – Es aquí.- Él no sabía nada porque una Sra. rica, salía de Carrasco, a Maldonado, de Maldonado, pasamos a Colonia, y de allí a Buenos Aires, y de la calle 25 de Mayo, a este barrio marginal,  pero si lo pensó, no dijo nada, porque todo este periplo a mí me salía de oro. Me ayudó a bajar y se quedó de pié junto al auto, esperando..Crucé el pequeño y descuidado  jardín, y vi  el ventanal y el portón que  tenía una  especie de pequeña ventana con reja.. No encontré el timbre..y golpié las manos ,  fué en ese momento, que una niña como de nueve años se me acercó y me preguntó que quería.- Le dije, que quería hablar con Bermúdez, y me abrió una parte del portón que hacía las veces de puerta y llegamos las dos a una pieza, descuidada, llena de herramientas, era o aparentaba ser un depósito había hasta una máquina de cortar cesped, y tijeras, y gubias, y palas, y motores..y latas..y muebles, como un pequeño remate, casi no quedaba lugar para moverse…La niña  comenzó a llamar… a decir tío Oscar te buscan…Apareció un hombre delgado, y alto..y la niña dijo..Papá buscan al tío…

En ese instante ví que la niña tenía en sus manos, una  máquina fotográfica,.. mi máquina, y supe que era la mía, porque tenía una trencita de colores, que me habían hecho mis nietas,  y ví en la mirada del hombre que me había reconocido, no yo a él porque estaban encapuchados.. quise salir rápido de la pieza, y ví reflejarse en los vidrios del ventanal , una sombra, y no sé como giré y me desvié, y una pala se incrustó en la reja, y yo tomé de una mesa  lo primero que encontré,   y con mi mano izquierda, como si fuera una punta de estampar la clavé en donde pude, y el hombre se fué resbalando delante mío y de los gritos de su hija… Una nube gris, me envolvió, me cobijó,  los vidrios, rotos  se incrustaban , en todos lados y en mi cuerpo, tallando en la madera , como pequeñas gubias, sin masa, y  en la imaginación de mi mente la cabeza de un caballo..

Y Nuevamente, los diarios se ocuparon de las noticias:

Trágico final !!
Una  investigación, iniciada en forma particular y  en defensa propia, la conocida artista uruguaya  Sra. Martha Acuña  pierde su vida e  hiere a su atacante, Sr Silvio Juarez, cuñado del principal sospechoso,  con una tijera de podar.  Se aclara en parte, este extraño caso que comenzó  con el copamiento, robo,  y posterior muerte de Santiago Mac Arrosa …. efectuada en Punta del Este. Uruguay. hace cinco meses..Aparentemente el  robo y copamiento, efectuados  fueron simulados…Lo que se buscaba era la muerte de Santiago Mac Arrosa.   Se hallan incluídos  en el mismo, un cuidador de caballos muy conocido en Córdoba,  su cuñado, una ahijada, su esposo  y se haya emplazado con prisión el apoderado del occiso. ..el Dr Benjamín Salvo, el resto de los implicados no han sido posible localizar, ya que uno de ellos  el Sr Oscar Bermudez, salió por los fondos de la finca. El chofer de la Sra. Acuña, ante los gritos y el golpe en los portones , que provenían de la casa ,  fué el que llamó al 911, y los heridos, y la niña con una crisis de nervios,  fueron atendidos urgentemente.  Nada se pudo hacer por la Sra Acuña, quien falleció mientras era trasladada de urgencia.

La policía, manifiesta que  hacía tiempo venía siguiendo los pasos del hacendado, por maniobras en el lavado de dinero, con caballos de  raza. En presumario ,cuantiosa maniobra con el lavado de dinero, proveniente de la droga.  Uno de los asaltantes, Silvio Juarez  se haya gravemente  herido, no ha sido posible todavía tomarle declaración….. se encontró en la finca de éste último, un enterradero de cosas robadas, todas ellas sin mayor importancia., que hacía de pantalla ante el barrio marginal. Se  especula según Inteligencia  de  Argentina y Uruguay , que todo ha sido una venganza, entre narcotraficantes, que la muerte del conocido hacendado… fué un ajuste de cuentas.. y que la muerte de la artista uruguaya fué porque creyeron que ella podría reconocer a alguno de los asaltantes. Estas maniobras, tendrían según un estudio preliminar del PC, de Mac. Arrosa, conecciones internacionales..

La casa de sus sueños

Sobre casas abandonadas – 2

Conocí a Marita, cuando  ella era una niña y yo un estudiante.

Vivímos muchos años, en el mismo edificio de apartamento. Mis padres, en un apartamento por escalera, en el primer piso y los padres de Marita en uno interior al fondo, y al frente una familia, con tres jóvenes. Era un edificio sin ningún lujo, solo para renta.

Marita, llegó de golpe, la trajieron un día cuando tenía cinco años, y quedó como la hija de Santiago y Nora. Marita era adoptada, y me contó mi madre que estuvieron que esperar tres años para poder hacerlo, a pesar de que  su madre la abandonó en el Pereyra Rossell, cuando nació.

Fué creciendo, y compartimos como amigos y vecinos sus logros, y alegrías. Mis padres se hicieron muy amigos de Nora y Santiago, no sé si por la edad o afinidad de intereses.

Mamá la traía casi diariamente a casa, cuando sus padres salían y no la podían llevar, o cuando hacía los mandados Doña Nora.

Para mamá fué la hija que no tuvo, ya que yo era hijo único, y para mí por momentos un verdadero incordio.

Desde que la conocí, supe, que apesar de ser medida, y solitaria al extremo, tenía  algún doblez, no creo que fuera para mal, pero dentro de sí albergaba, un plisado, que con el correr de los años fuí conociendo.-

Cuando me recibí, tenía treinta años, y mi vecina solamente diez. Fué cuando papá pudo realizar algo muy deseado, la casa propia, compró un terreno, y yo ayudé con todo lo demás. Tenía muchas ideas, había viajado con el grupo de Arquitectura, y creía que todo era posible. Había entrado, en el Ministerio de Obras Públicas, y ahí entre el proyecto, los planos, los permisos y el dinero, fué que  me dí cuenta, que es muy difícil concretar las aspiraciones.

Cuando comenzamos la casa, un día la niña callada, me preguntó, si la casa iba a tener ventanas grandes. Le dije que sí, y le pregunté porque le gustaban las ventanas grandes. Me respondió

– Porque si tenés ventanas grandes y las podés abrir,  las cortinas se van a mover con el viento, y tú lo vas a poder sentir en la cara.

Una explicación sencilla, para esa edad, pero que con los años fué el resúmen de una vida. Su pieza no tenía ventana daba a un patio con claraboya, y de ahí provenía la luz de su pieza.

Nuestra casa quedaba a veinte cuadras, de los apartamentos, pero había una persona que todos, los días hacía esas cuadras para estar junto a sus amigos y recrearse mirando através de las ventanas grandes.  Comprendí, sus deseos, como si fueran míos, y traté de estar siempre a su lado.

Fueron pasando los años, y un día me dijo que quería seguir la misma carrera que yo, y cuando le empecé a explicar lo larga que era, los sacrificios que conllevaba, le hable de los prácticos, de la cantidad de horas que tendría que dibujar, fué todo inútil, terminó su bachillerato, y entró en Facultadad de Arquitectura.

Fué cuando falleció su padre, y las cosas en su hogar se fueron complicando.

Con una pensión, no podrían subsistir madre e hija. Marita entró de cajera en la Tienda El Cabezón. No tenía nada que ver, lo que había estudiado, con lo que hacía, y me dí cuenta, que veía alejarse sus posibilidades.

Tenía entonces veinte años. Con una recomendación de un Ministro, entró a trabajar en un Equipo de Mantenimmiento del Poder Judicial. Al menos su tarea era mejor, tenía que recorrer, los edificios, apuntar sus carencias, primero fué en Montevideo, y después conjuntamente con el interior.

Nos fuimos viendo menos, pero cuando falleció su madre y la mía, la soledad, que sentimos fue infinita, y desde entonces, si estamos lejos nos llamamos por teléfono, y sino, ella viene a mi casa..siempre.

Hace mucho tiempo, Marita la callada Marita, me empezó a hablar de sus sueños…Me contó, que todas las noches soñaba con los muertos de su familia y los muertos de la mía, y amigos de la cuadra.  Era tan veraz su explicación, que empecé yo también a entrar en sus pesadillas. Me habló que siempre, los veía  en la misma casa, que la iban encerrando en las piezas, en la escalera que abarcaba los dos pisos.

Marita comentaba lo que soñaba como si fuera ése el momento, y yo sentía el viento del que me habló de niña, como si me castigara ahora, en éste momento. Con su embrujo del pasado al hoy entré por esa puerta, casi sin querer.

En un primer momento pensé que algo había sucedido, no me podía explicar qué…Me habló de colores, me enseñó a ver, ella a mí.. me dijo de los verdes diferentes, de proporciones, de la relación del color y la forma, y comprendí, que había entrado en algo que tal vez con un psicólogo se cure.

Lo más grave de todo era que yo no quería que ella se mejorara, es más yo quería entrar en su locura, de día y de noche…

Una tarde temprano, cuando, recién había llegado del interior, me dijo que ya sabía cual era la casa, a la cual concurrían nuestros familiares, todas las noches.

Foto de Stella

Foto de Stella

Le pregunté donde la había visto, y me dijo.

– En el Prado, te voy a llevar para que la veas.

Saqué el auto, y empezamos a dar vueltas, por las calles desiertas, paseamos por los vistas de los altos árboles, por el puente de piedra,..  no recordaba  exactamente, la calle, y ahí en ese pequeño delirio de viejas quintas, chalets, caserones de estilo, fue cuando llegamos a la calle Castro…y al grito de pará.. pará…fué que ví la casa soñada, durante años por Marita.

Está abandonada, queda el esqueleto, de algo que fue.  Por una abertura  cerrada en cuadrícula , sin vidrios en el frente, se puede ver la escalera de madera, que lleva al segundo piso, una puerta grande de madera despintada de blanco con evidentes signos de añares  que no se abre, y arriba de ella como figurando un medio arco, una abertura en hierro, que evidentemente, fue una especie de lucernario.

En uno de sus costados adosado a la casa una habitación con una ventana cerrada, y más lejos se divisa una chimenea.

Para completar , hay solamente un pedazo de muro, que sujeta, una hiedra, hasta el árbol de la vereda está seco.

La alegría de Marita, era desbordante, era la niña, con su ventana propia, faltaban las cortinas solamente, todo su sueño era en color, no veía lo que era, hablaba de lo que podía llegar a ser, nada más.

En esa realidad virtual, yo  un hombre de 65 años, le pregunté, a esa niña mía,  a esa loquita mía, si quería casarse conmigo, y así sería la casa de sus sueños y conpartiríamos las ilusiones y los muertos.
Marita, me respondió que – sí,  y por primera vez, en cuarenta años que la conocía me preguntó – Si la quería adoptar.
Y en anochecida tarde, fuimos dos buscando  luz.

Cuerda Azul

Me llamo como mi padre, Aurelio.

Nací en un pueblito del interior, fuí un gurí como cualquiera, muchachito, simple, pobre, de pata en el suelo y zapatilla los domingos para ir a la Iglesia, que no le gustaba la Escuela, y que si podía buscaba cualquier excusa para no ir.

Terminé bastante grande 6to. año.  Tenía quince, cuando mi padre se puso serio y me dijo, que ya que no me gustaba estudiar, tenía que trabajar. Empecé como limpia vidrio, limpia vereda, hacé esto, barré, tanto que por momentos me sentía el Santo de la Escoba, llevá este recado  a Juan, a Pedro, a María.

Fué cuando me empezaron a llamar El Cuerda, porque era más que un piolín, y servía para varias cosas.

Me conchabó Don Enrique, el de la Peluquería, » El Porteño «, el que tenía en la vidriera siempre números de loterías, también levantaba quiniela, y cortaba el pelo a hombres, mujeres, y niños. Tenía un corte tan especial, que parecía que le había puesto un tazón a cada uno, y recortaba el resto.

Lavé tantas veces los vidrios, que quedaban dobles los números, porque se reflejaban primero en la vidriera y después en el espejo de la barbería.

No era malo el patrón, se empezó a preocupar de que yo aparte de comer, empezara a vestirme mejor. El primer cumpleaños que pasé con él me compró unas pilchas, un par de zapatos, dos pares de medias y un overol azul, igualito a los que usaban los de la Pinturería El Color.

A Partir de ahí fuí El Cuerda Azul.

Diez años después, enfermó Don Enrique, y como no tenía hijos, su Sra. me pidió si me podía hacer cargo del negocio, mientras él se mejoraba. Don Enrique, no mejoró, y arreglé con su viuda, lo del negocio, y me quedé con la Peluquería.

Amplié, la venta de loterías y quinielas, separé la peluquería, en damas y caballeros, en diferentes locales. Para hacer todos éstos trabajos, necesitaba, entre otros un carpintero, así que llamé a el Veto, que junto con su hermana Matilde, fueron compañeros míos de Escuela.

Siempre le dieron el apelativo de Veto, por la manía que tenía de decir que » No «, a todo, en cambio a Matilde le decían » la Tora «, porque nunca se enfermaba, y su mamá se pasaba diciendo: » Esta nena, es una torita, de sanita «… dichos de pueblo.

Vino el Veto, a presupuestar, unos trabajos  para el Bazar y Ferretería , La Traba. Le pusieron » La Traba «, porque cuando el dueño vendía al menudeo, tenía unas trabas, que después que cerrabas la puerta, el que quedaba adentro no podía salir, y el que estaba afuera, no podía entrar, a ayudar.

Los que compraron esas porquerías, le reclamaron y ya no se pudo sacar el apodo , y con el tiempo se lo puso a su Bazar y  Ferretería )  y como siempre que venía al pueblo , paso a verme.

Le comenté lo que necesitaba, y el empezó a medir con su metro de  madera, y en un papel blanco, empezó a dibujar que era un contento verlo. Quedamos en volver a vernos, cuando entregara los trabajos de la Ferretería, pero antes de irse para las casas, le dije si quería tomar una grapas brasileras conmigo.

Al principio me dijo que no, como siempre, pero al insistirle, empezamos en esos vasitos, panzones, y engañadores, y tomamos una, dos, tres, ..no recuerdo cuantas.

Lo que sí  recuerdo, es que nos sentíamos contentos, éramos dos gurises, en el patio de la Escuela, trepándonos a la higuera.

Cuando El Veto se iba entrecerrando los ojos, me preguntó por los números de lotería, si se vendían bien, a lo que le contesté que sí, pero que se daba más la quiniela. Le dije si no quería  un número, que con la plata que podía sacar si le acertaba, se podía comprar,  una casa en el pueblo, el galpón de los Barrios, que se vendía, cambiar el destartalado camión que tenía, ..y hasta se podía casar…Nos reímos los dos mucho, y él me dijo algo que entonces no le dí importancia. «Si yo ganara,  iría hasta la capital, para que me revisaran las tripas, porque siento un fuego, que hay días me sube hasta la garganta. Por eso no quería la grapa, no por despreciarte «- despúes, me preguntó cual elijo?, y yo le contesté. – este, mirá que suma diecisiete, número de la suerte.

Me pagó Veto con la plata del adelanto que le habían dado , se puso el número en el bolsillo de la camisa y se marchó como pudo. Al rato, cuando iba a cerrar, y mirar el otro número que me quedaba, me dí cuenta que había sumado mal, era dieciseis… y claro en ese momento le agregué una grapa.

Levanté del hilo el último que quedaba, y me lo guardé para mí, vaya uno a saber si no nos hacíamos ricos..!!

Lo que pasó después me lo contó La Tora. El Veto, llegó, arrimó el sillón de totora, y apoyó el respaldo, contra la anacahuita, porque así le daba bien la sombra. Ella se acercó y le reprochó, cuanto había demorado, que la comida estaba lista, y que la iba a calentar, y en cuanto lo llamara, fuera.. Lo único que le dijo El Veto, fué – estuve con El Cuerda, viendo como uno se hace rico…

Con un Burrr, se fué ella a la casa. A la tercera vez, que La Tora lo llamó, se acercó hasta el sillón, y fué cuando vió al Veto, que se había vomitado, todo, camisa y pantalón, y estaba con los ojos abiertos y en blanco.

Salió, corriendo y gritando en busca de ayuda, y cuando vino un vecino, ya era tarde…La Tora le sacó la camisa y limpió la cara de su hermano como pudo, le habló, de que sí que iban a ser ricos, que ella también soñaba, pero que no la fuera a dejar sola, porque ella de carpintería, no sabía nada…y así..así , hasta que llegó la ambulancia, y subieron el vecino y ella acompañando…

Al llegar al Hospital..La Tora todavía apretaba, la camisa sucia entre sus manos, hasta que el enfermero le dijo que la tirara, en el tacho de basura, porque en ese momento podía ver al camión recolector..

Ese día perdí, a un amigo, a un compañero de escuela, a un soñador, a uno que siempre decía que no, y el día que dijo sí, se fué con su Veto.

Hace quince años que me casé.. con La Tora, nunca me gustó como mujer, nunca estuve enamorado de ella,  lo hice porque la conciencia me decía, que yo era el causante en parte, de los vasos panzones, a pesar de todo eso, tenemos un hogar.

Una linda casa en el pueblo, una niña, que va a una Escuela de Hermanas, El Bazar y Ferretería La Traba, El galpón de Barrios, un camión nuevo, se siguieron agrandando, los salones de Loterías y Quinielas con sucursales, y las Peluquerías.

A La Tora, no la llaman más así, ahora es la Sra Matilde, casada con Don Aurelio. Los que saben hacer » que un peso valga dos», lo que nunca sabrán en el chismoso pueblo, fué..

 

Que El Cuerda Azul,  sumó mal aquella tarde y que a la semana, tenía mucha..mucha guita…y si la mitad no se hubiera ido en el bolsillo de la camisa, hoy serían tres, los que estarían soñando …Peró callé lo de número y oculté ese regalo que me dió la suerte.


 

Me llamo Marco Aurelio, soy el nieto de Matilde y Aurelio – Marco como mi papá y Aurelio por mi abuelo por parte de madre. Tengo nombre de romano famoso, pero me dicen Piolín, porque soy muy delgado algo, más que un hilo.

En mi familia de chicos todos tienen apodos.  Pero no es esto, de lo que quiero hablarles. Quiero hacer algo bien , honor a mi Piolín y atar este paquete de una buena vez .

Me encontré este cuaderno de mi abuelo, entre libretas, y recibos de todas clase, creo que después que escribió todo,  lo olvidó. Los Tatas, hace tiempo que se dedican a hacer negocios con Dios, en el Cementerio .

Lo que quiero es redondear la historia. Lo que no supo el pueblo, ni tampoco mi abuelo , fué que la camisa de Veto, la revisó La Tora, antes de tirarla, y sacó el número de lotería del bolsillo, y esperó entre lágrimas el sorteo, por si acaso.

Como se le dió ganar,  se fué a la capital, lo cobró y al otro día estaba de vuelta, sola, asustada, indefensa, pero rica.. rica..

Esto se lo contó a mi madre siendo,  ya viuda, y le dijo que hay un campo arrendado , en otro departamento, que es nuestro, mostrándole los papeles, y  que colocó el dinero así,  porque sabía que el Cuerda, nunca la quiso como mujer, como compañera no más.

Que ella sabía que habían estado bebiendo grapa  por el olor que traía el Veto y que el Tata estaba muy arrepentido… y pagó por eso .

Mamá asombrada, le preguntó  – porqué lo había aceptado, si ella era rica?… y la Tata, con esa sonrisa cínica, cerrando los ojos, que parecían que se perdían en el rostro, cuando quería convenser a los otros, le contestó:  -No quería que supieran que era rica, y con la cara y el cuerpo que yo tenía, no iba a ir muy lejos.. y lo único lindo  es que era muy sanita…La Torita de la familia.. ..Agregando..parafraseando..

«Que  el matrimonio fué como  un juego,  en patio de escuela ,a la escondida, a ver quien sacaba… la lotería…»

La loca de la casa

 

Mi amigo..

Sabías que…

Tengo una amiga  desde niña, y siguió conmigo en la juventud, en la madurez, es mi gemela, mi consuelo, porque puebla los hechos y las cosas, la que hace posible conquistar el día, el mañana, y dejar de ser, un interludio, en increíble arrojo para ser  futuro.

Sin ella somos, yertos cuerpos, en entumecida espera. Seríamos solo, un imposible cielo, o un merecido … infierno.

Es la perfecta comunión, del cuerpo con la bruma del espíritu, sin necesidad de culto, o misa, para llegar a la plena conciencia de tu ser, sin mentiras, sin …  sin carma, sin rezo, en despiada certeza, de como eres, sin omitir etapas.

Me confortó como madre  y en alelado rumbo, me indicó el atajo, hasta llegar al hueso. Es la que reina, sin trono, la que gobierna sin mando, la que es tuya sin ser poseída, la que despoblamos sin darnos cuenta en el  olvido, la que ayuda a vivir …  sin pedir préstamos, es la  eterna compañera, la que vive, en tí, y para tí, en singular entrega.

Concebida, en fantasiosa idea, llega a la mente, como un quieto estanque, y en círculo de luz, deja hojas caídas, no importa estación o clima, ni país, ni tierra.

No conoce barreras, ni rejas, ni mitos, es comunión sin absolución,  sin favores, y tuyas serán las ideas quiméricas, que irán al cielo, empujando nubes.

Stella

 

 

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