Me quiero detener, en una época, desde una visión subjetiva. En un determinado, período, adolescencia y juventud, que transcurren alrededor del año 1960, pero en el arrastre, del tiempo, tengo de otras generaciones que me precedieron y a su vez, voy a dejar un sedimento, de costumbres, en mi íntimo entorno.
Enlazar los recuerdos, con cuerda de cáñamo, fina y , dejar si se atreven a leer, las declaracines de un Ente Testigo, como se decía antes, a la llamada Subsistencia en la ferias vecinales.
Nosotros creímos, que inmántabamos con la presencia, era nuestro imaginero, éramos, la apreciación , el dictámen..
El engaño exterior, siempre existió, sin tocar la historia; el ser humano gustó de alaborios, para verse mejor y se miro, en lo que pudo, desde una laguna, hasta el salón de los espejos de Versalles.. Época, de lucimiento la juventud, para descollar entre mujeres, embrujar a los hombres y brillar de la cabeza a los pies.
Se hablaba de poesía, » ¿ Qué es poesía ? » se sentía intimamente, los versos dichos, se decía » estar enamorada del amor «. » Poesía eres tú «. Todo eso se transformaba bajo la forma de colores, todo era lozano, frondoso , era verde, como nuestra razón.
Un punto fué , como pilastra, la vestimenta, el arreglo prolijo de la ropa, de los complementos. Lo básico, fué en su momento el trajecito negro, cuando ya tenías veinte años o más, y pequeñas cosas, que hoy parecerían ridículas, y en su momento tuvieron su basamento, las flores y las plumas, las alhajas, los guantes, las petacas para el polvo, los estuches de piedritas de colores del lápiz labial, y las carteras y zapatos haciendo juego.. Uno se cuidaba del decir de los demás, se quería armonizar, se temía a un fallo dudoso.
Empecemos, por la cabeza, por el pelo, recogido, y suelto en las jovenes. Rulos, hechos, con tijeras calentadas en el Primus o en la cocina Volcan, o gas, enrollados con palitos, o con papel blanco, formanto un pequeño atadito. Luego pelo recogido con moño mas arriba de la nuca, con corola de rulos, pelo llevado a un costado, tapando un ojo a lo Veronica Lake, y posteriormente, el famoso recogido Banana, o laciar con un movimiento de todo el pelo sujeto en Torniquete, con broches, que llevaba mas de una hora de secador, o todo el dia para secarse al sol.-Existia la permanente, con el amoniaco, que ahogó, por muchos años , anteriores, llamada croquiñol.
Sigamos, porque la cabeza, tiene su propia vidriera, y decorarla, fue un principal problema, no existencial, sino el del diaro hacer..La cara poco pintada, resaltada la boca con colores insolitos, como el fuscia, pocas seguian con la boca en piquitos, siempre se resaltaron los ojos, o depilando las cejas dejandolas como lineas, o en arco, y los ojos pintados en negro, con rimel, que hacia que las pestañas, se pegaran entre ellas. maquillaje, para la noche pesado, cargado en las mejillas, con circulo de colorete. Parecido al color que quedaba del helado con soda y granadina, que tomábamos, que había copado el momento con su nombre en ingles » Screen & Soda «..
Tapando, haciendo más misterioso para las mayores, sombreros con tul, algunos tenian motitas, que podian ser de terciopelo.- Habia gente dedicada a la confeccion de los mismos.- Plumas, flores, sobre fieltro en invierno, y paja en verano, y luego para las mas jóvenes , las infaltables, y flexibles boinas. Mas tarde empezaron los pañuelos, en la cabeza, porque la Reina Isabel, se lo puso un dia y corrio la moda, y llego hasta aquí transformada, en vinchas anchas en el pelo, que caian en dos lazos en uno de los costados.
Como geografia, el cuerpo, que no se ocultaba entre jovenes, sin mostrar todo , se insinuaba mucho. Cintura marcada, con lo que pudieras, cinturones anchos, con trabas de bronce, hebillas, de cuero, o elastico , polleras con mucho vuelo, fortunas en tela de la pollera Poncho,tapando la rodilla, los lazos en los hombros, y cada año iba girando como calesita la moda, dando identidad, a cada uno.
No existia el traje de chaqueta clásico ejecutivo por la sencilla razon que no habia casi ejecutivas, nadie se fijaba en eso, mas importante eran las medias con la raya atrás, y el remallado de las mismas, y sus portaligas de elástico y como corolario de las piernas como era entonces y será hoy, los zapatos.- De todos los colores, de los materiales mas diversos, y como Rey el taco, y con Colucci, que te daba dos pares por el precio de uno, si no tenías plata para ir a Zambrano o Lumaconi.. Solapadamente, entraron las chatitas, los mocasines y las sandalias romanitas..
Se vestia para salir, en forma muy correcta, » misa de once,» en Pocitos, con los gritos del Padre Tamburini.
Ir a los teatros , Solis, Artigas o 18 de Julio, a tomar el té a las cinco, en la Confitería Americana, o un cocktail, vermoth, seco, Martini, Negrone, de una lista amplia, en algún bar o confitería o a la más familiar de las reuniones.
Desde la empleada de tienda, hasta el ama de casa, desde la mucama, que tenia que salir en su dia libre, hasta la pudiente señora con chofer. Todo el mundo se arreglaba en un ritual, que dio trabajo, a fabricas, textiles, aparadoras de zapatos, vendoras de grandes tiendas, como Madrileña, Caubarrere, London Paris, Casa Costa, Tienda inglesa, La Opera, Acle, Castillos, Introzzi, y las populares Aliberti, Chick Parisién y muchas otras.
Los registros de telas de la Ciudad Vieja, con sus grandes rollos de telas, sus sillas para sentarse, y la riqueza, de las mismas que ofrecian, nacionales, o importadas, en gran cantidad y diversidad de gustos; las Botonerias, donde llevabas un trozo de tela, y te hacían el botón que eligieras del mismo color, las grandes modistas , y las amas de casa y los moldes Mac Coll.
Las Peleterias, eran Reinas del Vestir, junto al Petit Gris, el Vison, el Astracan, la Nutria, el Mutton, y los cuellos de Lince, las estolas de Marta, los Zorros, dando vuelta al cuello, despues entraron no se si en ese orden el Conejo, las Patas de Astracan, el Potrillo y el Lobo de Mar, hasta que se metio Brigitte Bardott, mucho después y se fue apagando el uso de las pieles. ( Paradoja. Ella que fué de las artistas que más piel mostró )
El oro, era el comun denominador de las alhajas, junto con el platino, los brillantes, los zafiros azules, los esmaltes, y presidiendo el circulo los sinfines. Y anteriormente de la mano de Coco Chanel, entraron lentamente las fantasias, El Coro, La Casa Rivas, y Costa en broches, y collares, collares de perlas de tres, de cinco vueltas, en pulseras que imitaban a la perfección a las verdes esmeraldas, y al rojo rubí, se hicieron menos rigidas las carteras, y se acortaron los guantes de cabritilla.
Se usaron las flores, en el pelo, en la cintura, alegre y florida juventud, en primavera y verano, con el plumetí , el broderí, el cloqué, la seda natural, y la tafeta, los entredós y las puntillas, el pique´ haciendo custodia a las carteras como canastas de paja Italiana. el pantalón ancho, y con ellos se hicieron más populares los piyamas, y sugestivos en el Baby Doll, copiábamos sin pudor a las artistas de Hollywood.
Hubo un momento en mi juventud, en que para el gran vestir: si no tenias un saco de Astracán, un gran brillante, en la mano y un collar de Perlas de Cultivo, no eras..nada..nada., hablo por las personas mayores, como mi madre, dentro de la sociedad..
Vestirse, el ritual de otro tiempo, en que se hacía , hasta para caminar por los corredores del Vazquez Acevedo , o aplanar la Rambla, con la música tarareada, por nosotras mismas, en tiempo de Conga, o Tango, o Rumba, con y sin D´arienzo, Canaro, Los Lecuonas, o Cugat. Nosotros, hicimos de la Rambla, el encuentro obligado, casi sin teléfonos, sabíamos la hora para encontrarnos, y charlar, caminar, mirar y dragonear…
Con respecto al vestir, tal criterio, muy opinable por cierto, creo, que no fuera propiamente nuestro, sino heredado, de nuestros padres o abuelos, copiado, en parte de la Europa renacida de la 2da. Guerra Mundial. Vestirse, fue y será , como ir a un Culto, pagano, superficial , y cambiante.. pero Culto al fin..
Cuando se soltó el cabello, dejó de aprisionarse en rulos adquiridos, el lacio ganó el exámen, , y se pudo usar sin complejos, sin rubor, fué descaecido, y triunfó, como se impuso al luto, y al medioluto, el color, el etampado.
Como se guardaban, flores apretadas, entre las hojas de los libros, se fueron olvidando los antiguos poetas, ya no fueron las mujeres » Pálida inquietud y casto asombro » ni » Surgió tu blanca magestad del raso. Trasladamos, lo que se hacía en otros países, y empezamos con la sicología.. Dejamos el delantal, y aunque nos ensucíaramos igual, fuimos abanderadas, entrando con los vaqueros, y sus bolsillos, reforzados con tachas, para impedir que se nos escaparan los ensueños.
Fuimos la polera, el polerón, la manga dolman; luego se marcharon empujadas por por el Nylon, y el Dralon, las puntillas, el entredós, y esporádicamente, como se recuerda a un ser querido ausente, llegaba el raso, es su magestad, suave, y plegable, llegaba vestida de novia y entre tules.
Fuimos el buzo apretado, a lo lana Turner, o la suave y peluda angora, fuimos, conejo y.. cabra. Empezamos con los Can Can, nombre mal puesto, porque nos desprendimos de los porta ligas. Pero igual la pequeña y gran revolución, estaba ya establecida, teníamos como meta, ser diferentes a nuestras madres, salir de las reglas tan estrictas, abandonar , sin olvidar el perfume Avant La Fête, entrar, en nuestro propio baile, con la orquesta por nosotras contratada, se estaba perdiendo el blanco, porque existían otros colores, como un arcoiris, fué la mocedad de mi época..Sólo que salía después de haber llovido.. llovido tanto..
Si para un gran escritor como Hemiguay,- Paris era una fiesta , para la juventud de mi época, vestirse fué una fiesta..
porque éramos casi todas… la novias de Neruda. La boina gris..y el corazón en calma.. recitando los Veinte Poemas de Amor y Una cancion Desesperada..
Comprando los libros de poesías, en la Librería de .. Ruben.., frente al Vasquez..
Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo
Y las hojas caían en el agua de tu alma.
Apegada a mis brazos como una enredadera.
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.
Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.
Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.