El hombre equivocado

Cuando salí con la idea de llegar hasta el Shopping,  hacer una compra rápida, porque necesitaba medias sin puntera para una fiesta, no pensé lo que me sucedería. Había caminado aproximadamente, cuatro cuadras de las diez, que me lleva llegar, cuando agarré una de esas calles estrechas, y que se puede estacionar de los dos lados, porque son de una mano, cuando me percibí la cantidad de autos que hay a esa hora. Verdaderamente, a las seis de la tarde esa calle era un caos.

Todo lo ví podría decir de refilón, pasó la moto por la derecha a una camioneta, no la pasó rápido porque había otros autos, pero un auto que venía atrás, tocó a la moto, y fueron los ocupantes, a parar arriba de un auto estacionado  y luego calleron al suelo, uno contra un contenedor de basura y el otro a pocos metros. El auto que tiró a la moto, fué chocado de atrás por el auto que lo seguía y fué todo una cadena de chapa rota, vidrio y sangre.. En ese momento todo fué tan rápido, e inesperado, la gente apareció en un segundo, desde los autos, desde los comercios, los que caminaban por la calle. Y yo también junto con ellos corrí .

Ahí lo ví, en la calle tirado,  la cabeza recostada en el contenedor y la sangre que salía desde la cabeza , que le bañaba el rostro. Alguién, sugirió sacarle el casco, otros que no, y la acompañante yacía  ahí como una muñeca frágil, inerte. Los ocupantes del auto quedaron aprisionados y pedían auxilio. La gente llamaba por los celulares, otros sacaban fotos, y yo quedé petrificada, y me fuí arrimando lentamente a la pared, porque en ese momento sentí que me caía, que algo muy dentro de mí se rompía, más que la moto, que los cascos, que los vidrios del auto, que la sangre..

El hombre que estaba en el suelo, sangrando inconsciente, ese hombre era mi amor, y la mujer que lo acompañaba era su esposa, y yo era la extraña que miraba la escena.

Lo que uno siente en el no hacer nada, en momentos en que está en juego la integridad de su propio ser, es indescriptible. Dejé de ser yo misma , y en lugar de correr a abrazarlo, de llamarlo, de consolarlo, se hicieron silencio mis palabras, y los brazos calleron inertes a los costados de mi cuerpo, y la mirada se fué desde la cara ensangrentada, hacia la policía, las ambulancias que iban llegando, y detrás de ellos los camarógrafos, y más curiosos..

Fué cuando me fuí deslizando, si se le puede llamar así al  caminar, como una autómata,  al huir,  al esconderse,  al falsear la vida, de uno y  de los otros.

Cuando llegué a la confortabilidad de mi apartamento, estaba segura de que era otra la persona que entraba, dejé de ser la que era,  por cierto nada especial,  para ser más ruín, menos merecedora de respeto, me sentía despreciable, por la sencilla razón que me dí cuenta a lo bajo que uno llega cuando las circunstancias nos ponen a prueba.

Prendí la tele,  me busqué un vaso con agua y me senté en uno de los cómodos sillones , y fué cuando las lágrimas llegaron a caudales, incontenibles,  purificadoras,  lloraba por mi  amor, por no saber si estaba vivo o muerto, y lloraba por mí, en ese momento fuí a mi propio velatorio, sin nadie que me extrañara, si flores, sin fecha..

Sentí la puerta de calle cuando se abría, y luego la voz que como todo saludo me decía.

» -No sé para que mirás las comedias de la Tele, si después te angustias, y te ponés a llorar por esas estupideces. Sabés muy bien que en estas porquerías de argumentos, nadie sabe de quien es hijo, y la mayoría de las mujeres, se enamora del hombre equivocado.

Mirá esta , está loca por un mono, que le regala una caja con alhajas . Algo increíble amores de personas y animales.. Me voy a duchar rápido porque viene el informativo, y quiero verlo, porque algo ocurrió en el barrio, algún accidente o atraco, porque hay un gran desvío.

¿ Hiciste algo para cenar, o pedimos al Delivery ?-Bueno pensalo y parar de llorar, que te voy a decir como dice Mujica »  » No seas naba »

» Desde que había llegado, era la primera vez, que miraba la pantalla, ella también, quería escuchar el informativo, pero entre la niebla de sus lágrimas vió al mono de la novela, sonriendo a la mujer que le hablaba, y las joyas que salían de la caja, y no encontró nada inusual en eso , porque en medio de su tragedia..» ella también estaba con un mono, y nadie se había horrorizado por nada »

Creía que casi todas las mujeres en la realidad o en la ficción se enamoran del hombre equivocado, dejan en cualquier ricón de su casa o de una ajena el alma abandonada, y cuando apremiadas por el tiempo la quieren recuperar, la encuentran degradada. Nada era verdad, todo era pura fachada..»

Los dos escucharon el informativo, y comieron pizza, que había traído el Delivery. Todo estaba tranquilo en la casa, las cosas que  ocurrían y las tragedias eran para los otros, el infortunio, no era para ese momento, en la paz de ese hogar..  Las lágrimas, se transformaron en caireles de cristal checoslavaco, que hacían lucir la araña que pendía del techo del salón.