Lo llamaban..Tilo..

Historia mínima.

Lo conocí una tardecita de otoño. El viento soplaba fiero en la calle, y al bajarme del auto casi me topé con él. Enseguida se hizo a un lado y siguó caminando contra ese salitre que todo lo impregnaba.  Yo venía de pescar, así que cargaba la caja de madera, la caña, y una bolsa de plástico, con unos pocos pejerreyes, que pensaba guardar como carnada.  Cuando ya había atravesado, una parte de la entrada, no me dí cuenta y lo tenía a mi lado. Era un hombre extraño, casi un andrajo,  pero en lugar de pedirme dinero , me empezó a hablar de la pesca, y que el día no se prestaba, porque el viento venía del este. Yo me fuí como arriconando, contra la pared, lo que quería era llegar cuanto antes a la puerta.  Le pregunté si quería plata, y me dijo, – Si pescó algo y puede dármelo..se lo agradezco. Le dí la bolsa, y se fué. Todavía sentía cuando abrí la puerta el olor a marea, mezclada con el  alcohol, que despedía.

Cuando al otro día fuí con el grupo a la marina, comenté el incidente. Ahí entre ese mar embravecido, entre las rocas escuché la historia, que más que una semblanza, era una sucesión de datos. Casi todos lo conocían de vista, o de haber sido abordados, y a todos le pedía lo mismo, algunos pescados. En lo que coincidieron todos, era en el olor a alcohol que de él se desprendía,  y que era evidente, que no lo llevaron preso, porque no molestaba a nadie con su mendigar .

Demoré más de un mes en volver a mi apartamento nuevamente. Cada vez espaciaba más las visitas, porque el trabajo me atrapaba en  demasía, no estaba para vacacionar.

»  El mar atrae, ese salitre que te da alcance, se introduce en los ojos, y llega a la garganta, y la espuma blanca que salpica, y muchas veces como ladrona ocupa la rambla y danza, con una música de hojas de palmeras, que le hacen reverencia. »

Esas son  palabras de mi esposa, que no puede estar sin ver a sus amigas como les llama a las gaviotas . La llamo yo la novia de las olas, y ella me corrige, y dice que es » La amante, porque nunca se está  totalmente segura  a su lado.»   Mi esposa fué maestra, y se nota su melancolía , extraña a sus niños, no tiene a quien educar, ella dice que perdió » El decir..el contar »

Una nochecita, cuando regresábamos, lo vimos, venía corriendo, la ropa al aire, el pelo largo y lacio, y los pies descalzos. Alto, un poco doblado haciéndole frente al viento. Un guiñapo corriendo, una silueta contra el fondo azul, un espantapájaros.. una sombra.  » Un loco..dijo  Elsa.. Un borracho dije  yo..»

Hacía tanto frío que no me animé a ir a pescar, así que decidimos comprar unos bifes de pescadilla para la cena. Yo quería ir a cualquiera de los puestitos de la costa, el que estuviera abierto, porque en invierno, todo se pone a dormir, se aquieta, se llena de locales vacíos, con facturas en el suelo para pagar. Cierran los restoranes, se bajan las persianas,  se apagan las vidrieras, y es el momento en  que nos  sentimos propietarios, del balneario.

» Esa punta que muerde el mar, de arena blanca, es dura marinera, como la roca gris que la contiene. Abanicada como niña antigua con hojas de palmeras que mueve el viento, es la de los cielos celestes, la del sol redondo de bandera, la de los inmensos jardines de verdor eternos, es en ese momento , – posesivamente..  nuestra. -»

Todo cerrado. Ya nos dábamos por resignados cuando vimos, una mesa y tres hombres limpiando pescado, evidentemente de su reciente captura..

– Mirá dijo Elsa, – que suerte, ese sí que debe ser bien fresco.  Bajamos la escalera que une la rambla al comienzo de una de las  marinas y ahí estaban  tres hombres que tenían la ligereza de los magos. Limpiaban los pescados, y hacían los bifes, con tal presteza, que las asombradas  gaviotas, en círculo en el agua les hacían el cortejo.  Uno de los hombres  era el mendigo. Ya había hecho el pedido y estaba pronto para pagar, sin mirarlo, cuando sentí la voz de mi mujer que le hablaba, con su voz fuerte y timbrada preguntándole…..

.-  Tú, pero tú no sos el hijo de Clelia..?…Y cómo no contestaba, y seguía con su labor , cabeza gacha…

Viendo que no respondía uno de ellos contestó  por él  – Se llama Tilo…Se llama Tilo, porque siempre está nervioso, y le dicen.. Andá y tomate un Tilo…El que hizo la broma se río él sólo.  Pero Elsa se plantó enfrente, y le dijo,

– Sos Ramón…Verdad..Ramón del Valle…

Esta vuelta nadie habló, solamente  las rocas y el viento.. decían, mejor se van…

Ésta ida a la costa nos costó una de las tantas peleas que desde hace tiempo, tenía con Elsa. No sé si era ella que siempre tenía que agregar algo a lo que yo decía o era yo el que me estaba desgastando. El trabajo, la casa, la ausencia de nuestro hijo, no son excusas.

Algo nos pasaba,  mucho nos unía, todo lo compartido, y tanto lo que nos separaba.  Era la nuestra una relación de conocidos de hace mucho tiempo, de amantes ocasionales, y ante los demás pareja ejemplar.

Elsa aseguró, que el hombre, era el hijo de Clelia la directora, que se llamaba Ramón del Valle, y me habló de la escuela, y me dí cuenta que hacía mucho tiempo que ella se estaba alejando de mí .

Una mano la dibujada en cualquier pizarrón, con cualquier tiza.

Pasaron seis meses, y volví  sólo, con deseos de olvidar a Elsa, de ver a mis amigos, y de pescar.

Sentía  al llegar en los labios el salitre, ese que cierra heridas, el que hacer entornar los ojos. Todo el  lugar es de pinos, de araucarias, de pinocha mezclada con hojas de eucaliptus, lugar vivificante como dice mi amigo Carlos.

Un anfitrión llamado sol, me esperaba con una cena bien servida, llena de tanza,  boyas, riles, cañas, harina de pescado, y anzuelos.

Contratamos un barco para salir a pescar cerca de la isla Gorriti, pero nos faltaban dos días para hacerlo, y ése tiempo lo pensábamos completar con caminatas y pequeñas reuniones.

Con Carlos caminábamos como tantos por la rambla y me llamó la atención en uno de esos puestitos marineros, al costado del mostrador en una repisa de cristal, varios caracoles.

» No sé, porqué pero en ese momento pensé en mi amor, porque va ser siempre mi amor, el de la ternura, el de la espera, aunque  la distancia, aquiete la pasión.  Pensé en mi vida,  pensé en el caracol,..

»  Sus pliegues, los barrieron las infinitas olas, los  pulió la arena, y los lustró la sal.» Elsa.

Compré el caracol, sabiendo que no es de nuestra costa. Eso no tiene importancia.  Sirvió para saber algo más de alguien, aunque tan poco sé de mí.

Pasó corriendo, y le pregunté al vendedor si lo conocía..

– Al Tilo sí, hace años. Lo conozco desde que me vendía el pescado de sus barcos..

– El Tilo, tiene barcos?.

– Sí, ahora hace ya unos años, que los tiene guardados, porque antes no tomaba tanto, y tenía tripulación.  Siempre fué muy nervioso, pero cuando empezó con la bebida se puso agresivo, y la gente no quiso salir más con él.   En una trifulca con uno porque el Tilo le había prestado  plata, y éste  no la devolvía, el Chicharra  le pegó un empujón al Tilo, y se hizo un tajo que le costó varios puntos , y no tuvo más remedio que guardarlos.. a los barcos..Dos espléndidos barcos.!! .

Mi amigo Carlos, como sabía de la historia agregó..  – Está loco verdad ?

El vendedor, viejo marinero, con el dedo índice, hizo un movimiento  sobre su cabeza

– Creo que sí, debe ser la bebida, últimamente no hace más que correr, cree que es gaviota, y por momentos dice que es lobo de mar, y se pasa pidiendo la pesca de los otros, y se come los pescados crudos.

Carlos que siempre tiene sentido del humor agregó.  – Pensar que nosotros pagamos por eso, y le llamamos Shushi.

A todo ésto, se había juntado un grupo de compradores, pero nadie, estaba apurado, estaban interesados en la historia de Tilo- Uno preguntó

– Dónde duerme. ? .El hombre contestó..

– En verano creo que entre las rocas, aquí cerquita, en invierno se va al puente ondulante donde tiene un refugio, donde antes se guardaban unos gomones. Se  abriga con la ropa que le dan, nunca pide plata, sólo pescado. Se baña en el mar casi al amanecer, lo he visto, parece un lobo de verdad..!!

Dejamos el puesto, y la historia y seguimos comentando entre nosotros, que la locura lo llevó de ser hijo de una directora  de un importante y exclusivo  colegio,  al  bichicome de hoy..

Cruzó  jadeante , los brazos curvados como un ánfora, la ropa en jirones, el pelo negro sobre los hombros, el bermuda dejaba ver las piernas firmes y flacas, y los pies descalzos.  Los dos nos asombramos, porque huía  y esquivaba con agilidad de pez, a la gente que pasaba. No sé si tropezó con algo, no sé porque en ese momento no lo miraba. Cayó sobre la acera, rebotó en el cordón y quedó en la calzada.

Carlos se acercó al momento y yo me quedé parado inútil, como una estaca .  Se agrupó la gente, alguien llamó por celular  y vino una emergencia móvil, y la policía.  Carlos le hablaba. Se lo llevaron. El policía preguntaba si alguien sabía como se llamaba.  Carlos respondió ,

– Le dicen Tilo, creo que se llama Ramón del Valle. Pregunte en el puesto de pescado..

Cuando se aquietó la escena, cuando dejó de ser ese  el momento, le pregunté  a mi amigo, que era lo que le decía el Tilo..   –   Creo que de éste golpe se va a recuperar..  Sabés que le ví la cicatriz, al separársele el pelo, se la ví, la tiene en la frente, parecería que la dividiera en dos. La cara es feísima, porque tiene los ojos chiquitos y juntos..y la cicatiz..   – Está completamente loco sabés..Me dijo que corría para abrazar al viento..

Cuando llegué a casa, me sentía cansado, viejo, inútil, más sólo que nunca…  El  recibidor me devolvió la imágen en el espejo, y en ese momento yo fuí  el mendicante.

En  la cara  el sudor tenía brillo de escamas, sofocado, sin branquias, incoherente, los ojos sin párpado, y los pies desnudos, sobre la blanca superficie del piso.

Fué en  ese instante cuando llegó, e invadió todo, el olor inconfundible de la  marea,  mezclado con pócima de caña, y grapa…

..PEPA..PICA.. PICA..

Desde chica, fué mandona. Tanto que su hermana mayor la llamaba » La capataza del conventillo. »  Sobre  lo único que no pudo mandar cuando fué creciendo, fué  con respecto a su peso. Pasó de gordita, a gorda, y casi,  casi a obeza. Gordita, linda,  atractiva se casó joven con un cabo del ejército , y ahí desarrolló  su vocación a pleno. Se trasformó en el mando vertical.  Hacé ésto, ponéto esto, el verbo en modo imperativo, conjugado a pleno. Hasta que un día, siempre hay un día D, le dijo, dale una vez más,.. y otra vez,.. dale…Hasta que él dijo me viene, y le vino nomás ..la muerte…!! Esto se llama infarto agudo del miocardo o Patapúfete.

No nació  para ser viuda inconsolable. Así que para entreterse en algo,  empezó a mandar al gato. Logró aunque muchos no lo crean, que cantara. Lo ponía parado apoyado en lo que tuviera a mano, y cuando ella empezaba  a tocar la armónica el gato maullaba de tal forma que parecía el cantor de los Cien barrios Porteños, sin barrios y sin porteños. Cada tanto el gato bajaba una de las patas para recibir aplausos. Cuando logró esto siguió con las dos perras  grandes caniches que tenía. Las hacía parar y con música  de fondo, bailaban y giraban. A la cotorrita que tenía, que era una liberada, por buena conducta, le enseñó a estirar una de las alas y decir: «Pepa..Pica..Pica..» dándole con el pico. Esto se llama Pan y Circo.

Un vecino que vió todo ésto y quedó asombrado,  le preguntó si ella no se animaría a ir con sus bichitos a su casa a animar una reunión infantil, que le hacía a su hijo, que cumplía  seis años..

A las cinco en punto estuvo Cármen para empezar las maniobras a las seis en la casa del vecino. Esto se llama  Centro Zonal.

El nombre Carmen, le había empezado a sonar muy serio, ni hablar del doña Carmen , así que desde que enviudó se transformó en Carmiña. Ella decía que si uno lo repite verá que al llegar a la ña, la boca se abre un poquito,como una media sonrisa. Esto se llama Cambio de imágen.

Fueron llegando los niños amigos y familiares del festejante. Cómo siempre observó un régimen estricto,   los fué acomodando en el piso por órden de altura y cuando dudaba preguntaba la edad ( de los niños, aclaro ) y les dijo – » Ésto lo hago para que puedan ver todos y puedan escuchar «. Esto se llama logística.

No empezó con los bichos, sino con cuentos infantiles de las aventuras de Jaimito. Fáciles de recordar en las mentes infantiles, para repetir a los padres y en la escuela. Cada dos o tres cuentos los hacía levantar los brazos y aplaudir. Ésto se llama puro marketing.

Después los bichos, y toda esa puesta en escena fué una alegría que duró una  media hora  que dejó muy agradecida a la familia y a los niños muy contentos. Esto se llama propaganda gratuita.

Tanto éxito tuvo, en el boca a boca, que mando fotocopiar y repartir,  una pequeña propaganda con su nombre y sus bailes de bichitos. De media hora pasó a una hora, y de hacerlo gratis, a cobrar. Para que fuera más extenso, cuando ponía a bailar a las perritas, ella Carmiña, también bailaba.

Esto se llama espectáculo, adaptado  para chicos y grandes.

Ver a Carmiña, sin ningún complejo, mover los rollos de su cuerpo, levantar los brazos, y girar junto a las perras, era como dicen los cocineros, y los políticos, la frutilla de la torta.  Esto se llama Show Erótico.

Ante tanta propaganda y conocidos, un día vino un señor a contratarla para entretener la fiesta de sus dos mellizos. El hombre fué claro, eran varones  insoportables, y de siete años. – » Déjemelo a mí, dijo Carmiña.»

La fiesta empezó, y la dirigencia en pleno ( Carmiña ), fué la encargada de programar todo. Esto se llama Estado.

-»  Al que se mueva cuando empiecen los chistes, y después no lo sepan, no toman  Coca Cola, ni comen  torta, y les aviso a las maestras que los tenga aprendiendo las tablas varios días de la semana. A los que no crean en esto, verán lo que es una zurra a la salida. Quedan sin Internet, y sin juegos el resto del mes. » Esto se llama Unidad Partidaria.

Como los niños no la conocían entraban en duda, y por sí  las peras, se quedaban quietos, y los que se querían mover, los demás los sentaban.  Hay soluciones de zapatilla, de talero, o de palabra. Todo se logra, es cuestión de  «darle en el clavo. »  Ésto se llama Sicología Aplicada.

Fué la función, show, blooper, o como lo quieran llamar, del mes de La Risa.  » Esto se llama Política  de  Estado, o el Estado sin política. «

Al principio con los chistes de Jaimito y la escuela, algunos de gallegos , y otros de animales, hizo reir desde niños a grandes. El gato y la ármonica se llevaron aplausos, pero el final lo dió Carmiña. Su baile con las perritas, la cotorrita en un hombro, y cuando paraba diciendo Pepa..Pica…Pica, fueron el máximo.  Lograr que gato, perras y cotorra actúen como Unidades Ejecutoras se llama Recursos Humanos.

El climax, casi febril,  se logró cuando la animadora invitó al viudo dueño de casa a bailar con ella, y entre el movimientos de masas, que se salían del envase, los rollos bailando flamenco y  los brazos en alto para que los niños se rieran y todos  terminaran   aplaudiendo… Y ella diciéndole al oído, al nóvel bailador.. »  poné..o sacate  esto…..dale…dale.. bailá.. »

Muchos celebraron,entre ellos los niños  aunque muchas señoras, después de tomar bastante clericó.. murmuraban y no estaban de acuerdo..pero..  Esto se llama Unidad Partidaria,

… que el baile era peor que el del caño,  que una película GP 13, es decir pornográfico, obsceno, …que  todos se habían… pasado..

Hasta la cotorrita..con el..

Pepa..Pica…Pica…

 

Ésto se llama la revolución de las masas, o las masas en revolución.

 

 

El amor de Matías…

Sonó el timbre, y Matilde antes de abrir, miró por la ventana.  Junto al portón pegado a la reja, estaba una mujer y un niño chico. Preguntó desde la ventana que era lo que quería. Y la mujer le contestó.

– Soy Azul, Ud. ya me conoce. Fuí la amiga de su hijo Perico, necesito hablar un momento.

Cuando Matilde sintió el nombre, un frío le recorrió el cuerpo. En ese instantes, el pasado volvió, inhumano, el entierro de su único hijo y Azul, vaya nombre pensó, en ese momento y ahora la veía  abrazada al cajón, llorando y la barriga embaraza  como señalando al cielo. Después nada supo de ella, y Matilde no se preocupó para nada de la amiga de su hijo. Tenía bastante, con llorar por los rincones de la casa, la ausencia de Perico.  Sobrellevó todo, como pudo o entendía su manera de ser, si antes fué prolija, ahora era excesiva, en todo, desde la limpieza de la casa, hasta de su apariencia. Los vecinos al verla pasar, muchas veces vestida de blanco, se decían, que parecía una nube. Más bien llegó a estar en las nubes. Todo le parecía lejano, visto a la distancia, lo único que la hería, que la  fraccionaba, era la partida de su hijo. Todo lo demás no valía nada.

Abrió la puerta, y se acercó al portón. El niño temeroso, y la mujer, hablando fuerte, fueron para Matilde el comienzo de un escarpado camino.  Sin ningún rodeo, y como si fuera natural lo que hablaba  le dijo.

– Mire Matilde acá le traigo a su nieto, se lo dejo, porque no tengo plata, no puedo criarlo, y como Ud. está sola, le va a servir de compañía.

Por un momento pensó que  le traían una encomienda de su lejano Treinta y Tres, pero era de un niño, de lo que le hablaban y arriba de eso, le decían que era su nieto. !!

– Cómo sé que es mi nieto preguntó ?

– Puede averiguarlo, pero si Ud. no lo quiere, me lo llevo,  lo interno, en donde sea, y ahí sí que después no hay arrepentimiento posible.

De ser víctima pasaba a victimaria, y antes de que se pudiera razonar, le dijo – Se llama Matías y tiene cuatro años y tres meses, nació…Bueno los datos los tiene en un papel en el bolsillo.

Antes de que respondiera, que saliera de su estupor, estaba el niño llorando junto con ella, los dos solos, frente a la reja, y  el portón abierto de par en par.

Decir lo que sucedió en pocas palabras, es querer simplificar las cosas. El niño lloraba desconsoladamente, y al quererlo entrar, se le tiró al suelo, y Matilde como pudo, le fué acariciando la cabeza, y llamanándolo  por su nombre, hasta que logró que los dos llegaran a la casa. Luego mediante golosinas y promesas de que la mamá pronto vendría el niño, pasó del llanto a un hipo incontrolable,  hasta que agotado, se durmió en un sillón.

Matilde llamó inmediatamente a su hermano, que estaba en el campo,  a contarle lo que sucedía, no sabía si ir a la policía a denunciarla o qué ?

– Ésa puta barata , decía, arruinó la vida de tantos !! gritaba furiosa

– Quedate tranquila, hacé las cosas lo mejor que puedas, que yo mañana, estoy ahí. Decime agregó,  entre otras consideraciones y consejos

– El nene se parece a Perico ?  En ese momento fué cuando Matilde  miró a Matías  ahora lo miraba buscando algo de su adorado niño, y lo único que vió fué …- Es muy blanquito le dijo a su hermano y cortó la comunicación.  Pensó en la noche,… y para acortarla, y  poner a Matías en condiciones, con la limpieza que ella estaba acostumbrada  a tener,  llevó a la práctica el ritual del  baño. Y la ropa, pensó…era todo un desastre…Hoy se la lavo y se la seco, y mañana, le compro otra. Cuando quiso acordar, estaba pensando en el día siguiente.

Llegó Aurelio del campo, cansado del viaje, y lo que encontró fué un niño dormido en la cama de su hermana, y era verdad, era…blanquísimo, el pelo oscuro y lacio, le caía sobre la frente, evidentemente hacía mucho tiempo que no veía las tijeras. Lo que le produjo a Aurelio en un primer momento, fué una gran compasión. El que un niño sea dejado así, con gente desconocida, con una mujer mayor como era su hermana, era realmente el acto de la madre de una irresponsabilidad rayana en el delito.

Azul, no volvió a buscar a su hijo. Matilde y Aurelio no la denunciaron. Y Matías se fué lentamente, olvidándose de todo. Pero nunca más  pronunció, el nombre mamá. Ni dijo Azul, ni siquiera decía su nombre, cuando le preguntaban cómo se llamaba, decía Jesús

Cuando el tiempo pasa y nada se aclara, y un niño con sólo un nombre hay que mandarlo a la escuela, las soluciones pueden ser extrañas.  Lo cierto fué que Aurelio reconoció a Matías y le dió su apellido. Desde ese momento se llamó Jesús Cardozo. Porqué quiso llamarse Jesús, lo atribuyeron, a que Matilde se pasaba diciendo..» Jesús ampárame. » aunque no creyera en ningún dios.

El lugar de Matilde, en el arreglo y atención de la casa fué ocupado por una mujer joven, que tenía un niño de la edad de Jesús.  Mireya y Cirilo, estaban en la casa desde que Matilde no pudo con todo. La había mandado Aurelio, desde sus pagos. Era una mujer fuerte y con buena voluntad, pero no era como la dueña, no veía la necesidad de tanta limpieza, ni de vestirse a la tarde. Cirilo fué a la misma escuela, que Jesús, pero estaba dos años más atrasado , pero la madre y él estaban felices con la escuela, y todo era novedad, desde pasear por un parque hasta ir a mirar vidrieras.

Cuando Jesús entró al liceo, fué el mismo año que falleció Matilde, y ahí vió a Aurelio otra vez.  Lo llamaba Don Aurelio, y le tenía mucho respeto.  La muerte de Matilde dejó a Jesús contra la reja de la entrada, solamente que no veía ningún portón abierto.  Ahora fué Jesús el del orden y la limpieza.  Exigía, que todo fuera blanco, impecable, y guió a Cirilo, en sus estudios, en la limpieza personal con tanto ahínco que parecía ser el hermano mayor , el tutor.

 

Un día en que llovía muchísimo, Cirilo y Jesús que ya tenían diecisiete  años, se habían enfrascado en un partido de cartas, para pasar el rato. Estaban en el cuarto de Jesús que tenía un escritorio, y ahí pusieron dos sillas, y estaban entreteniéndose mientras amainaba, cuando se calleron unas cartas y los dos se inclinaron al mismo tiempo. No se sabrá  si fué la casualidad, o que alguno de los dos lo hizo sabiendo, que ponía  una trampa, lo cierto es que sus caras se rozaron, y después fueron sus manos, y se abrazaron, y cuando comenzaron a besarse.. y acariciarse…Una voz alterada, los separó, y ahí estaba Mireya, gritando, viendo la escena…Tanta fué su locura, que cayó de rodillas diciendo.

– Jesús..Cuando lo sepa Don Aurelio…la que te espera.!!

Todos esperaban a Don Aurelio. Mireya tenía miedo a que la mandaran de vuelta a sus pagos, pero lo visto no podía ser ocultado, Cirilo temía el reto del viejo como le decía y Jesús lo que más temía era que esa culpa no fuera compartida.

Cuando el patrón llegó, solamente quiso conversar con Jesús, y…. – Sabés a que vine ? , le preguntó. Vine a buscarte, vas conmigo a la estancia. Vas a pasar las vacaciones y vemos.  Si no te gusta, te volvés, y te alquilo una pieza en alguna pensión, y seguís estudiando como hasta ahora.  Si  te agrada el campo, que en un día va a ser tuyo, te quedás conmigo, y empezás a aprender, para después saber administrar. Lo que no quiero, es que estés en ésta casa, con Cirilo. Entendiste lo que te dije verdad ?

– Entonces, Ud. piensa que toda la culpa no es mía, que somos dos los culpables.?

– Mirá Jesús, no busco culpables, lo que no quiero es que dentro de unos años, se arrepientan de lo que han hecho. Esto no lo quiero para ninguno, primero porque conozco a Cirilo, desde pequeño, igual que a tí-

– Usted, conoció a mi padre verdad,?   y a mi madre..

– No sé si mi sobrino era tu padre, no lo quisimos saber cuando llegaste, y no lo quiero saber ahora. Tú eres ante la gente  mi hijo, llevás mi apellido, y el nombre que elegiste. Si pasados unos años, querés volver a buscar a Cirilo, y él te quiere acompañar, va a ser cosa de los dos.  Yo también me crié sin padre, como tú. En cuanto a tu madre Azul, la conocí bien, aunque nadie lo supo, hasta este momento. Por eso es mejor dejar quieto los recuerdos, eres muy jóven para comprender los problemas que todos tuvimos..

– Cómo era mi madre,?.. No la recuerdo casi..

– Azul era muy blanca, tan blanca que por momentos parecía azul, era alta y delgada…era …y  los ojos cansados de Don Aurelio, se quedaron detenidos en un punto, donde se guarece el mismo amor…

Ahí fué la reacción inesperada de Jesús, pero no era él que respondía era Matías el que hablaba. Lo había comprendido todo.

–  Qué generoso Don Aurelio, no preocuparse por saber quien soy, no denunciar a la sin nombre !Porque azul, es un color y no un nombre. Déje de dar sermones, de decir bobadas.. Sepa, que no me interesa nada, nada.. su plata, su campo, ni Cirilo, ni su apellido, y voy a ir con Ud. si se me antoja, no quiero mi libertad en cuotas,  lo que sí me interesa…Y se fué acercando al viejo ese, hecho, de madrugadas, de lapacho, de yuyos , de caña, de bosta , .. Ése jóven níveo, formado de llantos, hipos y de ausencias. Fijas las miradas, de los dos, sin piedad, la certidumbre  horadaba las entrañas..

–  Ud. se está poniendo muy viejo Don Aurelio…Hable… No tenga verguenza,  yo no la sufro más, no se equivoque., como se equivocó antes…Diga la verdad…

– Ud. es mi padre, no ?   Diga, o mejor, mande decir… mucho mejor  que  el blanquito..es…marica…y ..

 Qué soy su hijo !

Desde adentro de las perforadas entrañas, se oyó de nuevo el canto..

» El mismo amor..la misma lluvia..los mismos sueños…

la misma claridad… los mismos besos..»

Furtivo amor.

Se reunían cada quince días. Alternaban las casas. Eran amigas  y algunas se conocían desde jovencitas, cuando estudiaban juntas . Jugaban a las cartas y tomaban el té. Eran cinco mujeres ya mayores, en muy buena posición, económica, social y cultural.

Todo lo dicho lo escribí cortito y al pie como un antecedente.

Historia mínima.

Cuando Cecilia llegó a la casa de Clo, lloviznaba. En un principio, pensó en decirle a su amiga que éste jueves, no iría porque no se sentía muy bien de la garganta, pero al decirle Clotilde, que las demás por otros motivos no podían ir, que se sentía sola, y triste, fué lo suficiente para  para estar a su lado. Eran tan amigas todas entresí, que festejaban todo, cumpleaños, aniversarios, de ellas y de los hijos. Formaron algo parecido a una red, que entrelazó, recuerdos del pasado, con acontecimientos del presente, sin censuras, con un entrañable afecto. Digamos que había un prestar constante de dilección.

Fué así, que al saberse solas Clotilde le dijo a Cecilia de ir al viejo estudio de su marido que quedaba a los fondos del jardín. Ahí había estado la dueña tomando un té y leyendo un cuaderno de recetas. Entrar y charlar se hicieron uno, lleno de lugares comunes. ¿ Té acordas de las recetas de Royal ? De los escones, con la mermelada de naranaja, de doña Petrona. y del Gorro Blanco?

Qué buena esta ésta, mirá que rica,  lleva pasas y nueces, y cuanta manteca..Cómo se nota que ahora volvió el aceite de oliva ? Siguieron charlando cómo si hiciera mucho tiempo que no se veían , hasta que la conversación, se fué angostando hasta transformarse y dejar de ser un hilo conductor.

El jardín entraba sin pudor en el estudio, y hacía figuras chinescas entre las sombras de los árboles. Lugar sumamente sencillo con algo de industrial. Un verdadero refugio.

– Ésta luz, azul de los vidrios, que se refleja sobre la mesa, me hace acordar a lo vitrales qué vimos en París, y a tí ? Preguntó Cecilia.

–  Sí.  Cuanto le gustaba a Enrique todo lo relacionado con los vitraux, !! tengo y guardo muchas fotos sacadas, por él, dijo Clo .

– Mañana hace cinco años que falleció, no ?. Y Cecilia siguió. Comprendo tu tristeza, porque desde que yo quedé viuda, empecé a comprender más lo que es estar sola, yo por momentos me siento perturbada, como tú. Enrique siempre fué un espléndido fotógrafo. A Enriquito no le gusta la fotografía como a su padre, no ? Enriquito, es más para el deporte, siempre lo veo cuando va vestido para el tenis, pasa frente a casa, y me toca bocina.

– Enriquito, es más simpático que su padre, sino preguntale a Aline, que me cuenta cuando me llama, lo bien que pasaron en el Pab, y las bromas que se hacieron.

Las amigas,  hablaban libremente, de la suerte que tenían de que los hijos a pesar de ser mujer y hombre, y de las diferentes ocupaciones que tenían siguieran siendo buenos amigos, como fueron ellas desde la juventud.

El tiempo pasó y la luz, azul se fué apagando, solamente se retenía en el blanco de las tazas, llovía  y el momento llegaba a su fin, cuando Cecilia le preguntó.

– Acá tenés teléfono?  Dejé el celular en casa.  Me voy a ir más temprano, me está doliendo de nuevo la garganta, así que voy a pedir un taxi.

– El teléfono está sobre la mesita, si querés algún caramelo hay ahí también, en esa caramelera de vidrio.

Cecilia se levantó hacia el lugar indicado, y vió como la lámpara prendida se reflejaba en el vidrio de la caramelera, y era azul como la luz de la ventana, pero todo eso hizo  que su mirada se desviara hacia las fotos, que había sobre la mesa, Clotilde y Enrique, abrazados , y.. una foto  apoyada sobre uno de los costados.

– Pero, éste no es el Chiche Duarte ?, preguntó asombrada Cecilia.

– Sí, es él.

– Y que hace una foto de él aquí ? Debe hacer más de treinta  años qué murió !!

– Es lo que hace mucho tiempo que …. , contarle a todas,.. pero no sé porque desde que me decidí a hacerlo, nunca estamos todas juntas, y creo que como somos todas tan unidas, el secreto …

– Secreto,..Qué secreto…Contar qué..?

– Cecilia, estás gritando..Bueno te lo digo a tí primero, y después …

– Tuviste un romance con él, verdad…decime.?

– Sí y siempre me lamenté, y hace ya muchos días revisando y guardando las fotos de Enrique encontré ésta, y la iba a tirar pero no pude. Era lo mismo que desprenderme de mi tocado de novia..

– Tocado de novia ?..Entonces fuiste amante de Chiche. . .antes de Enrique , o después de Enrique..?

-Después de Enrique, y casi lívida, agregó..  – Enriquito lleva el apellido Cartet, pero es hijo de Chiche Duarte. Y te aclaro que Enrique era un hombre excepcional, que me perdonó, y aceptó a ese hijo como propio, y como no tuvimos ningún otro fué el hijo único de esta familia.

Ahora había dos mujeres, dos amigas trasparentes, parecían hechas de luz blanca, lo que supieron después es que las unía algo más que la amistad.. las ligaba el amor hacia un hombre.

–  Ahora veo el pantano..Alice,.. mi hija dijo Cecilia,..y esperó para hablar, parecía la revancha de lo que había sentido, — es hija también de Chiche, lo que me diferencia de tí, es que mi marido nunca lo supo, y que no tuve oportunidad cómo tú sabes de contárselo, porque falleció antes de que naciera Alice…y rompió a llorar..Es decir las dos lloraban, eran como hermanas, y al conocer que sus hijos  de la misma edad, eran hijos del mismo padre, las superó.. Cecilia se derrumbó…

Fué algo instintivo, la enérgica Clo , se levantó llorando fué hasta la mesa, tomó la foto de su marido con ella y la de Chiche Duarte, y las tiró al piso y con un frenesí, como poseída, las empezó a pisar y a destruir, y  Cecilia como una autómata, tiró también la caramelera, y las dos en un baile del pasado que podría llamarse rock, no pararon hasta que todo quedó transformado en una masa informe de recuerdos.

Las amigas  no volverían a verse, aunque ninguna lo dijera, no necesitaban hablar, se conocían demasiado. El orgullo estaba herido a muerte,  saberse un chiche  de Chiche Duarte, las separaba de ese pecado no admitido. La falta no se compartía. Ni ellas ni sus hijos.

Cuando terminaron de pisotear, lo que era inerte, y que aportó algo a esta historia, quedaron tan exhaustas que se sentaron, para poder recuperarse, y se sintió en ese taller la voz de Cecilia que decía.

– Cleo, hace el favor de llamarme a un taxi…., creo que me estoy enfermando, casi no puedo tragar…

Quedaron las dos esperando, y en el momento de despedirse ,  entraron Enriquito y Aline, riendo.. tomados de la mano.. al ver a las madres con los ojos rojos restregándoselos, Preguntaron.. –   Qué pasa ?

Sucedió algo ?

Un fantasma , las dejó calladas y solas para siempre.Amor Furtivo- Rodin.

Si no fuera, por …qué bien estaríamos. !!

Hay chistes que se sacan de la vida, y hay vidas que parecen chistes.

Cuando me salió un bultito, a un costado de la cabeza, me lo pasé tocando y dudando, hasta que perdió la raíz, y se infectó.  Del bulto salió una parte solamente, con todos los pelos de alrededor. Al ver lo mal que me estaba quedando la cabeza, llevé una parte del desmechado cerquillo hacia el lado opuesto, primero para tapar lo que había perdido y segundo para que no se vieran tanto las arrugas de la frente. Subí los costados del peinado dándole volúmen ,  para levantar por medio de un efecto óptico la cara.

Dejé de usar escote, para que no se vieran las verrugas grande y pequeñas que me estaban invadiendo.

Me puse manga larga , para ocultar la parte interna de los brazos. No a todo el mundo le gusta la gelatina.

Todavía conservo la cintura en su lugar, si no fuera que los senos estan invadiendo sin permiso un  sitio reservado.

Un cirujano, sin autorización ninguna, no respetando los derechos de autor, a raiz de una operación de apendicitis, me hizo un bolsillo del lado derecho, que solamente le falta el botón, para hacerlo más seguro.

Si seguimos para abajo, junto con Newton, y sus juegos universales,  vemos una cantidad digamos ,..como una revista de entretenimiento, laberintos pequeños azules, de esos que sabés por donde se entra, y andá a averiguar la salida si podés. Después continúa la parte de las palabras cruzadas, de verticales y horizontales, y a cuanto pelos vamos. No te recomiendo la raya al medio.

Llegamos como en tobogán a las rodillas donde marcadas a fuego se encuentra en reserva los golpes recibidos desde la niñez . Para dejar de ser envidiosas las pantorrillas se adhirieron en seguro de paro, a las arrugas de la cara, pero son más pequeñas y débiles, porque en el recorrido perdieron la expresión.

Lo que tengo bien de bien son los pies. Calzo 37, igual que antes, pero lo que achiqué fueron los tacos. Lamentable,  guardo con papel de seda y en caja de cartón, todos los que me hacían sexi las piernas. Fué un consejo asumido por una reunión de directorio que tuvimos las piernas , los pies y la osteoporosis. Con delegado de Cofe incluído. Faltaba más !!

Viendo, que ningún santo, ni san Expedito, el de las mil gracias me ayudaba..me hice una cirugía estética pensarán Uds…No..hice algo menos invasivo y más barato.

Me hice MUSULMANA..

Mi marido va tres pasos adelante mío, por ser yo  la primera esposa. Fué eximido de cumplir con sus obligaciones conyugales, pero no de mantenerme, es decir que pasé a ser una mantenida.

Pero lo mejor de todo esto, es que me compré una   BURKA,   que puede hacer juego con el color de los zapatos..Y asunto arreglado.. !!   ahh..Me olvidaba, de la ventanita que tiene en la cara, me sirve la misma, para colgar los lentes.

La cara de un maniquí.

Aldo Severino y Víctor Silva ( el Chicho ), trabajaban en la misma oficina, de arreglos y  repuestos de computadoras, y enseñanza en el manejo de las mismas. Eran dos analistas de sistemas. Cuando bromeaban los llamaban  trastocando sus apellidos  » Los del Canal »

Tenían en común, que habían entrado en la misma fecha y por el mismo llamado a concurso. Salvo la edad en la que rondaban, cerca de los treinta años,  y en que eran dos solterones, en todo lo demás eran polos  opuestos .

Aldo, vivía todavía con sus padres, en un apartamento relativamente cerca del trabajo. Callado, prudente, capaz, y muy buen empleado, era más apreciado por sus jefes, que por sus compañeros. Era alguien al que siempre te podrías dirigir, que serías bien atendido, y las respuestas serían siempre correctas, y ágiles.

Víctor ( Chicho ), era más simpático, abierto, buen funcionario también, pero más apreciado por los compañeros que por los jefes. Era el tipo ideal, para compartir, una farra, un asado, el futbol, mujeres, y Whisky. Vivía solo, en un apartamento en Pocitos, donde se llevaban seguido  como el decía a sus amigos »  fiestas divertidas » Le llamaban Chicho, porque tenía la costumbre de llevarse la mano derecha al pecho y ponerla sobre el corazón, y decir con cara de » No me lo creas «..»  Es cierto «,  y luego esa carcajada, que compraba. En cierta medida era un conquistador. Hay que sumar a esta descripción los ojos claros que tenía que fueron durante años su mejor sponsor.

Los padres de Aldo al regreso de un viaje que hicieron al departamento de Colonia, tuvieron un accidente en el auto  que conducía un sobrino, y con tan mala suerte que fallecieron los dos con pocas horas de diferencia. Para él alguien de naturaleza, tan cerrada, lo que podía ser  algo de liberación,  de apoyarse,  más en la libertad recibida, fué lo opuesto. Tratamiento con sicólogo, y licencia en el empleo.

Cuando las cosas se pusieron más difíciles, Chicho apoyó a Aldo y lo ayudó en todos los sentidos a levantarse. En el sentido que él conocía mejor. Le presentó chicas para que saliera, le hacía tomar uno o dos o tres whisky, cuando lo veía depresivo, y lo llevó hasta Maroñas a ver una corrida de caballos. Que algunos remedios no surten efectos en el organismo, es por todos conocidos, pero en este caso si resultó . Aldo después de dos meses largos se pudo reintegrar. Si antes trabajaba y rendía por dos, ahora se podía decir que eran tres Aldo trabajando. La empresa, agradecía a Aldo, cuando tendría que haber felicitado a Chicho.

Tanto es así que cuando algún suceso difícil ocurría, Chicho, se llevaba la mano al pecho y por unos momentos era Almada, y girando la mano en el pecho decía – » soy blanco como hueso de Bagual » y al instante – » soy colorado como el sobretodo de Balle – » o soy  compañero de Uds, señoras, señores, señoritas, niños, bebes del FA » Todos reían y el momento de tensión  pasaba. Era un buen cómico.

Una de las tantas veces, que Chicho fué al apartamento de Aldo lo convenció de que si quería mejorarse del todo, lo que tenía que hacer era deshacer el apartamento, vender todas las cosas de los viejos, y comprar en la medida de las posibilidades, lo que a él le gustara, »  desbaratar los recuerdos. »  Había que » soñar con algo nuevo » o » aprender a jugártela » le dijo.

Mercado libre, conexión mediante, solucionó la venta de todo, desde los muebles hasta la cristalería, desde la ropa hasta los aparatos eléctricos. Fué una pequeña empresa que instalaron los dos, y fueron tan buenos vendiendo como en sus trabajos. Es decir éxito seguro. Cuando Aldo quiso reaccionar con algún dejo de nostalgia, el apartamento estaba vacío, exceptuando su cuarto. Ahora Aldo a pintar, y todo a nuevo, se decía para sí.

A la salida de la oficina, rumbeó para la ferretería, y al pasar por uno de los locales, que daban por la calle San José,  lo que llamó su atención es que vió que se había desocupado. Lo miró , vió lo amplio que era, – » lindo local para poner..».Y ahí se quedó con su duda. Empezó a pintar de blanco, y cuando  no le alcanzó  la pintura, volvió a la ferretería y al pasar vió que estaban pintando el local. Ya habían pintado la tarima de la vidriera. Pensó este local es del tamaño de mi apartamento, vamos a ver quien gana. Una apuesta sin oponente.

Fueron casi al mismo tiempo, el local y el apartamento, como una carrera, fueron pintados hasta los  domingos, y los dos llegaron  «cabeza a cabeza » a la meta. Un día  al pasar vió en la vidriera medio manequí. Era la figura de mujer, pero sin tronco, y sin cabeza…Fué cuando comentó en el trabajo del local, de que estaba terminada la pintura, y de que probablemente pusieran algún negocio de ropa de mujer. No fué novedad para nadie, todos sabían que se instalaría una casa de compra venta de ropa de usada. Ropa de mujer. Aldo sintió un frío, que le subía desde sus manos  – » Por dios, que no sea  la ropa de mi madre,  algo de lo que  vendí «.

Desde ese momento, debido a la soledad que solamente compartía  muy de vez en cuando  con una chica que trabajaba en una casa de alquileres de DVD, fué cuando comenzó su seguimiento. Día a día como si fuera el dueño, miró la instalación , a la entrada del trabajo, y a la salida por mucho rato. Fué un fiel espía. Esperó y logró ver el maniquí terminado, pero fué para él  asombro y  fascinación ,  la cara hermosa que tenía.  Pensó,  –  parece una joven de verdad.

Pero su asombro fué mayor cuando la vió vestida con un traje rojo de fiesta, le habían recogido el pelo con un broche, le pusieron guantes negros, y  la mano derecha sostenía una copa de cristal , en actitud de brindis. Se acercaban las fiestas, y la vidriera tenía luz, estilo, clase. Pero para Aldo, fué el principio de recordar lo que había olvidado. Las caras hermosas, esten donde esten, en una joven que pase a tu lado o en un maniquí…y la copa era del juego de sus padres, con ese tallado de guarda griega,  de color borra de vino  con su pie liso y claro.  La culpa era de él ya no había tiempo para el retorno..

Al otro día estuvo ahí , y volvería todos los días y cada vez veía más hermosa a la muñeca hecha de algún plástico o cera, y los ojos eran cada vez más azules, todo fué obsesión.  Desde ese momento fué su novia virtual.  Aldo estaba perdiendo la sensatez. Se había enamorado de un maniquí, lo último que le faltaba le diría si supiera  esto su amigo Chicho, »  sería comprarse una muñeca inflable.» Pero su locura no debía saberse, era suya solamente. Todo lo comparaba a  una enfermedad a la piel, que empieza, a tomarte de a poco, y cuando tenés el diagnóstico , te  arrebató  la cara ,  las manos y los brazos, te dejó inutilizado.

La inaguración del local ,  en su mente , lo dejó sin abrazos y sin besos.

Tantas veces pasó, y tanto tiempo miró la vidriera de cerca o de lejos, que ante tamaño asedio, la última vez, una joven salió del local y le preguntó.

_ Señor desea algo,  ? – tenemos cosas muy bonitas para estas fiestas. Puede pasar y ver algo para su novia.

Aldo no podía creer lo que veía, la vendedora era igual al manequí, es decir era más hermosa, más esbelta y los ojos eran más azules, y su cuerpo, era delgado y blanco, una auténtica belleza. Era alguien para hacer » los sueños  virtuales realidad »

Fúe cuando la joven le preguntó. ¿ Yo a Ud. me parece que lo conozco de algún lado .?

– No creo, pero Ud. es igual al manequí,  y tatamudeando siguió – es decir yo a tí  sí que te  conozco, he mirado mucho esa figura.

– La cara de la figura, es mi cara, me sacaron un molde y después lo vacían  en un producto, y hacen la muñeca.. le ponen unos ojos de vidrio… una peluca  y  la completan…Le gustó. ?   ¿ Pero, Ud. no es amigo de Víctor ?. No trabajan juntos..?

– Sí, veo que conocés a Chicho ¿  De donde  ?

–  Le dicen Chicho,  no sabía. -Nos conocimos cuando el empezó a vender la cristalería  de un amigo por Mercado Libre, y yo le compré varias cosas para poner en  el local.

– Hace ya unos meses de esto..dijo Aldo..?

– Sí,  como seis meses.

– Y lo has vuelto a ver, preguntó Aldo casi sin voz.

– Muy seguido, porque veo que no sabés que  estamos arreglados. Por  ahora salimos , pero más adelante vamos a ver…si resulta.. Estiró una mano, y la sonrisa la iluminó como si fuera una muñeca de porcelana .

– Perdoná que no siga charlando tengo que  trabajar.. Ha sido un gusto conocerte, así que cuando necesites algo para alguien ya sabés… Tenemos mercadería bella  , cosas usadas, casi nuevas..casi sin uso..

–  Volveré, le respondió no lo dudes

 

La copa

 

, porque creo que aprendí hace un rato .. de golpe ..

» A  jugármela..»

Pipi cucu..

Historia mínima

A  Adelita se la veía preocupada desde hacía varios días, mejor dicho desde que recibió una invitación de sus excompañeras de trabajo,  para tomar el té. Hacía más de diez años de su jubilación y a todas las había visto esporádicamente, en alguna citación para cobrar algún haber, o en velorios. De los que se jubilaron en esa época con los beneficios de los llamados incentivos, muchos habían fallecido, y otros se fueron a vivir definitivamente a la casa de la playa, huyendo de los altos alquileres. Ella quedó viviendo en la misma casa  con su marido, pero para pasarla mejor, es un decir, para ajustarse el cinturón , fueron achicando los gastos superfluos, otro decir.

Adelita llamaba de ese modo, entre otros condimentos a la ropa de ella y del susodicho. Si algo duraba un año, lo hacían durar diez y siguientes. LLegó a tener guardada ropa de su madre, de unas tías de su marido, y para justificarse de todo eso, aunque no tenía ante quien hacerlo, decía que esos eran recuerdos.

Así, que el día del té llegó, y desde la mañana estuvo  entre ruleros, y sacadas de trajes, es decir vistas previas. Después del almuerzo se fué preparando para la festichola de las 6 de la tarde. Hacía bastante tiempo, que no veía muy bien, en un primer momento pensó que tenía conjuntivitis, y con ese autodiagnóstico, fué al oculista de la sociedad. Lástima que lo que pensara no fuera cierto, cuando le dijo cataratas en los dos ojos, ahí mismo quedó planchadita,  se le borró la comisura de los labios y quedó un poquito almidonada.

Desde ese día  con más ahínco, ahorraba todo lo que podía y lo que no podía también. Quería operarse en forma particular, y cuando supo  lo que costaba la operación, casi lleva hasta el marido al Monte de Piedad, a ver cuanto le daban. La detuvo ese nombre antiguo que recordó, sobre todo el de Piedad, el de Monte  lo asociaba a otra época de su juventud.( Traduc. Préstamos Pignoraticios-Bco de la Rep. Oriental del Uruguay. ) Sacó más condimentos de su canasta familiar, algunos por prescripción médica, y otros por el bolsillo. Es decir dejó la canasta medio vacía. Pero muy a su pesar fué a la confitería y abonó el tique y un poco más porque incluía el de una compañera que cumplía  cincuenta años en el  trabajo. Lo encontró tan justo, tanto tiempo de aguante, que todo lo pagó sonriendo. Si sabía ella lo que eran esos años, llevaba con hidalguía  esa fecha de » Esclavitud en los Patagones »

Empezó por embadurnarse con crema la cara, tanto que tuvo que sacarse un poco, y de la cara pasó a las manos. Siguió con la base para polvos, y ahí pudo comprobar que todo se seca. Todo !! No había forma de que saliera , hasta que osadamente salió un chorro, que le hizo acordar a la pasta de dientes, imposible de volver a meter dentro del pomo.

Siguió el polvo y luego una parte que siempre le resultó difícil, el pintarse los ojos. Dió la vuelta a ellos como pudo y como vió, pero el párpado de arriba resultó como una prueba de evaluación ( de las que tuvo que dar para ascender ). Estirar el párpado y ver al mismo tiempo no es difícil es dificilísimo !! El rimel el que nació cascola que llegó para pegar una pestaña a la otra y levantarlas en ángulo exclusivo, llevó su tiempo de maduración.

Luego la boca , fué el lápiz de izquierda a derecha, del borde al centro, y esto hace  comprender que el orden de los factores altera el producto . Sólo con mirar el resultado se entiende lo dicho, contrariando el axioma.

Finalmente se puso los lentes para ver lo hecho, notó algunas imperfeciones , que corrigió con el dedo, de la misma forma que antes borraba cuando se equivocaba cuando escribía en la máquina, para un lado y para el otro, y le quedaron los ojos igual al papel carbónico que antes usaba. Siguió en fila el colorete, y la brocha redonda, y luego  movió los labios para que se pintara un poco más , el  inferior,  dando una clase de mímica frente al espejo  que  envidiaría Marcel Marceu. y  pasó a la vestimenta.

Pipi Cucú Luego de meditar  pensando el ser o no ser, traducido a éste o al siguiente, se resolvió por lo que le pareció que era más moderno, aunque lo que ella veía en la tele no era lo que tenía a la vista. Las comedias brasileras, con las mujeres medio desnudas,  sabía que ella no podía ir ni un cuarto desnuda. Si eran las mejicanas, llenas de volados, aretes gigantes, y escotes de vértigo, era para quedar desahuciada , las que pensaba que mejor le iban eran las argentinas, pero la lástima era que fueran todas jóvenes que pudieran mostrar las piernas sin complejos

Así que a ponerse lo que uno tiene, a sonreir  y a disfrutar y chusmear lo más posible.

Así marchó con un traje tejido  de lana, beige, comprado en Introzzi,  que gracias al régimen , le entró perfectamente, es más si levantaba un poco los senos, y entraba la barriga, hasta se diría que le quedaba holgado. No quiso la cartera que tenía más nueva, porque se la habían visto mucho en la oficina, así que optó, por una de su madre, que tenía pinta, con el  cierre de bronce, aunque era tan chata, que entraban solamente, el pañuelo, las llaves y poca cosa más. No importaba mucho, el resto lo iba a poner en los bolsillos del saco.

El saco merece un aparte. Cuando se lo compró ella habitualmente usaba tacos altos, ahora que bajaron las pretenciones, junto con tantas cosas, el saco le llegaba a los tobillos, y eso era algo del todo. Era rojo, de un rojo hermoso, vistoso, único. El color de la alegría pensaba.

Cuando Adelita estuvo pronta, hasta perfumada con Siete Brujas,   y cerró la puerta de su casa, vió un poco borrosa la figura que venía hacia ella,  igual la reconoció. Quién no va a reconocer unos vaqueros gastados y finitos terminados en zapatillas blancas y la mochila a la espalda y esa mata negra y enrulada de cabello atada con una gomita. Era una de sus nietas, era la más chica de todas, era la adorable Marisa.

– ¿ Abuela tú vas a salir ? Le preguntó asombrada.

-Sí, voy a una despedida de una excompañera del trabajo.

-¿ Vas a ir  pintada y vestida así ? Abuela hueles muy extraño..

– Qué tiene, lo que pasa es que nunca me ves arreglada.

-Abuela no podés salir así.  Pareces…Pareces… con un entrecortado arranque la adolescente siguió. Sos igual a un cartel de no estacionar con la raya ancha roja. Sólo te falta la E…

Un bufón verdad ?  Y yo que creía que estaba PIPI CUCU.

–  Un  bufón qué…es..?    y aún más horrorizada le preguntó.   ¿ Abuela no me digas que te hiciste Pipi ?

Adelita instintivamente apretó todo lo que pudo, la barriga y la cola, esto era demasiado fuerte para ella pensó, y entre la neblina de sus ojos, que lloraban rimel. contestó.

-Vamos… vamos a tomar un piscolabis ,  así me saco este emplasto . En tono de reproche le manifestaba, mientras  su brazo se apoyaba en el hombro de la  jovencita. –

– Marisa, sos una pipiola, y  tendrías que saber más sobre sinónimos ,  bufón,  titiritero, payaso,  y tu  abuela ,  son cosas  similares . El resto de lo dicho te lo explico luego.   Y..  Juntas,  muy juntas ,  entraron a la casa…

Boga, novedad, uso.. Las Novias…1890—1900.

Sugestivamente..

Moda. Conjunto de gustos y costumbres y modos de comportarse propios de un período de tiempo , de un conjunto de personas o de un país determinado. Uso pasajero que regula , según el gusto del momento , el gusto de vestirse de vivir. Es un fenómeno social que se manifiesta en casi todas las épocas, razas, sociedades y clases sociales. Dos frases la definen en su totalidad con respecto a la mujer. » La moda se pasa de moda , el estilo Jamás » » Viste vulgar y sólo verán el vestido, viste elegante y verán a la mujer » C. Chanel. Este trabajo lo hice en base a viejas fotos de un álbum familiar. Power Point. La Moda

Cuatro meses con cada uno.

Paseando por la 20.

Historia mínima.

almanaque s. m.

1 Registro impreso de todos los días del año ordenados por meses y por semanas, que generalmente incluye información sobre las fases de la Luna y sobre las festividades religiosas y civiles. calendario.
2 Calendario con los días o los meses en hojas sueltas y que incluye informaciones adicionales como refranes, citas o consejos.

Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.

Historia Mínima.

El  Feriante.

Cuando Agustín se jubiló de feriante, porque no pudo seguir cargando más los cajones de verduras y frutas, no pensó que su jubilación iba a ser tan magra. Había terminado su labor, criando muchos años solo a sus hijos después que falleció Rosita. Duro trabajo fué ese, tres muchachos adolescentes. La casa y el trabajo llenaron todos los sitios de su vida y ahora al final, la maldita plata le planteaba , un problema.

Para atrás no podía volver, así que sus tres hijos y él trataron de ver como iban a resolver su futuro. Cuando Agustín se dió cuenta de que otros iban a resolver por él, fué muy grande su angustia, pero se  tragó lo que pensaba, y aceptó lo que ellos decidieron . El mayor estaba radicado en el departamento de Salto y los otros habían encontrado un lugar en Maldonado.

Primero se vendió el puesto de fruta y verdura, y la casa al fondo donde vivía. La mitad quedó para Agustín y la otra mitad, en tres partes. Todo  «como se debe »  le dijo el abogado, y él pensaba todo era » fruto de mi trabajo» , y llorar no se puede. Se vendió todo lo que había en la casa, heladera, comedor, camas, y con cada cosa que salía , se retiraba un recuerdo,  un esfuerzo, una lucha. Lo que habían resuelto sus hijos era: que como él no podía mantenerse sólo con la jubilación, iría a vivir cuatro meses con cada uno.  Se sentía fraccionado, era en ese momento  su vida un almanaque .

Paseador de Perros.

Partió en pleno verano para Madonado, a la casa de su hijo menor. El problema era que no tenía casa el muchacho, era portero de un edificio, y le daban la vivienda  que constaba de un dormitorio,  un pequeño comedor, y una quichenette.

Para no sentirse ahogado y no molestar al hijo cuando dormía, se pasó caminando entre jardines, llegaba con mucho esfuerzo hasta la costa, y ahí veía a gente linda y dorada. Un día se tomó un omnibus y se fué al centro de Maldonado, conoció la iglesia, y la plaza, y en una tienda de la calle Sarandí, se compró una bermuda, un sombrero y una ojotas, para no llamar la atención, en la playa, y  estar como los demás, medio vestido, medio desnudo.

Agustín, adquirió un color dorado, increíble, y lo mejor fué que de tanto caminar por la zona se consiguió un trabajo. Empezó a pasear perros. Cuando los bichos se hacían los difíciles y él se daba cuenta que no podía dominarlos o que lo iban a tirar, con una rama, cuando nadie lo veía les daba porque pensaba » que la letra con sangre entra » Los cuatro animales terminaron haciéndose sus amigos, y todos comentaban que era excelente, como le obedecían.

Cuando llegó abril, pasó a la casa de su hijo el del medio, y todo cambió. Nunca supo, como pudo dejar al menor, pero era evidente que cada uno quería su libertad, y el joven se encontraba atado con el padre en medio del comedor, durmiendo en el mismo cuarto.

El cocinero de fonda.

El del medio, estaba casado con una maestra. Trabajaban los dos mucho, y ella pretendía que Agustín la ayudara. Mandona de alma, se la pasaba corrigiendo al suegro en todo. Ud. está conjugando mal este verbo, o los cubiertos se agarran de esta manera o no diga Ud. eso, es algo muy vulgar. Economicamente lo hacía  pero empezó además a  limpiar, y  cocinar. Cocinar ?  Bueno, lo que sabía. Compraba la verdura, y a la olla. Y la fruta, la pelaba, y hacía ensaladeras llenas, de ellas. Al principio, todo bien pero a las semanas empezaron a decirle, si no podía cambiar el menú. Empezó con milanesas, y siguió con bifes. El que lo ayudaba a elegir el menú, era un joven del cual se había hecho amigo,  que tenía una fonda cerca de la casa de su hijo, y  que hacía la comida para muchos empleados de la Intendencia.  Un día el joven le preguntó a Agustín, si le gustaría  trabajar en el negocio. Le daría un sueldo y la comida para la casa. Agustín aceptó. Fueron cuatro meses intensos. En la cocina o comprando la fruta y las verduras, fué un ejemplo, para todos. Tanto lo fué, que entre broma va o viene, lo empezaron a llamar San Agustín, y él feliz, y acompañado. Ya tenía con quien conversar, sin que le pusieran nota. Por momentos le parecía que era feriante nuevamente. La columna fué mejorando solita, era evidente que los paseos con los perros, y el sol del verano algo habían logrado.

El poeta de las frutas.

Cuando le tocó irse con el mayor, se dijo para símismo,  por cuanto tiempo podría trasladarse , y después de aclimatarse a un lugar, dejar todo, y comenzar de nuevo. Había dejado atrás a  los perros, a la fonda y.. ahora que ?

Aquí las cosas eran diferente. Había una casa confortable y una niña. Su nieta!!  Lo que supo después, es que los niños, no son todos una dulzura, que hay veces que son insoportables. Raro en él, que tenía paciencia..Pero claro tenía paciencia hasta que lo hartaban y aquí no había rama con que darle. Entre el frío, la niña que se pasaba reclamando y la nuera y el hijo, que poco caso le hacían, pasó a ser el hombre mudo. El sol lo encontró en la plaza, se cansó de oir los problemas de los otros viejitos, y tomó una resolución. Estudiaría algo, aprendería cualquier cosa para sentirse acompañado. Uno de la plaza le comentó que daban cursos en la Casa de la Cultura, y que eran gratis, pero que habían empezado en marzo.

Lo que le dijo a la joven que lo atendió en la secretaría del centro de estudios, fué algo simple, explicó su deseo, de ir a clase y escuchar. Y entró ese viejito, y tranquilo jubilado  como oyente nada más  a clase de literatura,  tres veces por semana y de dos horas la clase.

Fué a escuchar, y encontró un grupo pequeño de catorce personas, la mayoría de gente mayor, con tiempo libre todos ellos, y lo más probable con más cultura que él. Daban como último módulo a la poetisa Marosa  Di Giorgio. Leía los poemas el profesor, y después los comentaban los alumnos. Así fué transcurriendo el mes, en la vida del silencioso Agustín, hasta que una tarde el profesor, le preguntó que pensaba él de la poesía de la querida salteña. Agustín con humildad señaló que era la primera vez, que oía hablar de ella y que fué en esa clase y en la lectura de sus poemas que empezó a ver la belleza de alguién , que escribió  de esa manera, sobre lo que él trabajó durante tantos años.

Y comenzó con calma a narrar, sobre la forma y color de las frutas, sobre el perfume, la maduración de las cosas, habló sin juzgar con el sentimiento de que no todo es gris dentro del gris, y color sobre color, y el  sabor de las cosas cotidianas. Cómo sería lo que dijo, que al terminar ese grupo de la tercera edad lo aplaudió.

Fué hermoso, ver que un hombre simple, que hacía años que no conocía el amor pudiera hablar de él, y de las cosas , grandes y pequeñas que tanto  extrañaba.

Cuando se estaba por acabar el curso, junto con  la estadía en Salto de Agustín, comenzaría pronto el verano, y Maldonado lo esperaría con sus perros y sus caminatas, y el sol que hace a la gente felíz. Lo que sabía era que ya había trascurrido más  un año, desde que salió de su rutina, de soportar  la venta de su casa, de dejar de ver a amigos y vecinos. Un año en que se sintió nómade, ajeno , pero reconoció agradecido que todos se preocuparon a su manera por él, cada uno dentro de sus posibilidades, pero  ésto había llegado a su fin.

Había dejdo de ser nómada. No se puede  cambiar cada cuatro meses . Necesitaba nutrirse de algo, quería tener raíces. Su bolso, con las pocas cosas que tenía fué empacado. Se dijo , basta de la casa de otro, de la sombra protectora de los hijos, de las plazas, de conocer y olvidar al poco tiempo.

El hacedor de mermeladas.

Agustín alquiló una pieza , en la ciudad de Rosario, en el departamento de Colonia.  LLegó hasta ahí, porque una Sra. del Curso le habló de su hermana, que  tenía una casa y alquilaba piezas. Le gustó la idea, porque estaba lejos de sus hijos y no iba a incomodar a nadie. Esta Sra tiene al fondo de la casa una especie de galpón donde fabrica dulces caseros que después vende en las zonas cercanas. Agustín hace un año que vive ahí, y está felíz, porque el es el encargado de comparar la fruta, y porque se dió cuenta que aún puede apreciar el sabor, y sentir el olor de las cosas simples. Camina como bamboleándose, alabeado, pero puede subir a los ómnibus y visitar a los hijos. Va un día y vuelve al otro, porque extraña, dice él el sabor de las naranjas amargas, y el dulzor del durazno , el color de las ciruelas…

Añoraba, y ahora no, todo  lo que lo formó desde niño y lo transformó en el ser con esencia que es, aunque la misma esté dentro de un frasco trasparente de vidrio,  en forma de mermelada ..

Esperame voy en el 522.

Historia Mínima.

Esta filosofía simple de cuarta  no me la enseñó en el Vazquez  El Profesor Benvenuto.. me la enseñaron los otros, y en ellos incluyo a la gente y a   los medios que tenemos, diarios, revistas, libros, celulares,  radio, tele, internet.

Siempre se extraña  o se ambiciona algo. Puede ser algo material o espiritual, nunca nos conformamos con lo que tenemos, y cuando lo logramos, siempre pedimos más, a los amigos o familiares ,   y si viene el caso a la justicia, terrenal o divina. Políticamente hablando  sociedad de consumo.   Ayer y  hoy..

Cuando se acabaron los conocidos, le achacamos a la casualidad, a la fortuna, al destino, al horóscopo  el resto. Somos siempre  los que recordamos, los favores dados,  en un país sin memoria, y nos sentimos víctimas, nunca victimarios, nunca debemos, siempre somos actores.

Somos una gran familia, pero hemos dejado de lado los parentescos, para pasar a ser individualistas. Es como decir yo primero, y los demás que me sigan. Si no les gusta el camino o el paisaje , que cierren los ojos. Así vamos ciegos, en un mundo rápido donde no se permite dudar, y si dudás repetirás el fracaso muchas veces..Como todos los que han vivido, o algo semejante, estamos llenos digamos » miedos » , o algo parecido, y  no nos arriesgamos, y nos dejamos llevar por el «quedate quieto»  » no es tu caso » y cuando vemos que alguien en inconsulta hazaña, logra triunfar, no compartimos la alegría del que llegó.  Somos cobardes, no nos animamos a cambiar.ç

Lástima por nosotros, que formamos la familia, la que llega al barrio, la que forma el pueblo, la que trasciende la zona, la que se compenetra con el departamento, la que junta los diecinueve y forma la Nación..

Creo, que para ser feliz, en esta sociedad de la mediocridad, debemos sentirnos ajenos  a los problemas de los otros ,algo locos en nuestros razonamientos y metas , y ser completamente impermeables, ser de hule ante la opinión ajena. No puedo ser así, ese razonamiento de filosofía de bar que practican muchos y para ser sincera, en el pasado la he seguido. Lo que sucede es que veo  que están logrando la transformación de la juventud..Lo están logrando. Cuando nada ni lo más aberrante, no cause asombro, la metamorfosis  será realizada.

No estaré para verla, pero lamento el resultado.  No soy pesimista, pero la realidad cotidiana, abre las pupilas y se puede ver sin necesidad de operación de cataratas, es decir sin necesidad de consultar a » los cubanos »  La chabacanería, unidad al desparpajo,»  al todo vale » y el que no sabe copia, y el que copia gana, y el que gana triunfa, y el que triunfa de cualquier manera es un » Rey».

La mayoría empuja,  el resto aguanta. Ya no es bueno,  ser limpio, estudioso, honrado, fiel. Lo que antes era mérito, hoy es pesado. Tenemos razonamiento de adolescente, en edad adulta, y somos adultos adolescentes, hasta ser viejos. Perdimos no sé cuando ni donde el don de identificación, y lo llevamos a las marcas. Somos más que nunca gregarios, y el cantito. «A donde va Vicente.? Al ruido de la gente «, se ha hecho realidad.  Somos orquesta, algunos directores, y el resto, estamos para la farándula carnavalera.  Somos los Pepinos del carnaval más largo del mundo.

Es un país pequeño, no digo paisito ojo, gobernado como no podía ser de otra manera por un anciano,  porque nadie mejor que un viejo para conocer los problemas de la mayoría de los gerontes que habitan esta tierra, incluídas la nenas como yo. Lo lamento, soy solamente un » Chapulín Colorado » no tengo el paso de un Cantinflas, ni puedo aislarme como se hacía antes en una Torre , no tengo dinero para olvidarme aunque sea por unos días y pasar el tiempo en un Spa.

Estamos apestados, muchos se están  convirtiendo en plaga y hace años lamentablemente  que está prohibido el Gamezán.   Se acabaron el pomo, el papel picado y las serpentinas. Conozco la feria,  voy al super, a la sociedad médica, al banco, a la tintorería, a la peluquería, escucho a los taximetristas, caqmino por las calles, veo  la tele, y  películas, tengo familia, gente jóven a mi alrededor,  estoy inserta en la sociedad, no puedo encapsularme, y las personas  mayores  como yo se cansan, tiene miedo y pierde el rumbo. Nos vamos desgranando. Somos la masa hecha de manteca y azucar, imposible de estirar con el palote.

Muchas personas, piensan  que lo que resalta se escribe con mayúscula, incluso la colocan en las leyes, y lo que no se entienda o no sea fácil de aplicar, se hace un decreto explicativo y listo. No saben  que lo que nos rodea hoy y es beneficioso, mañana puede ser nocivo . Mirar la feria según el cristal de color que tengamos para ello, todo es relativo

Estamos necesitando  comunicarnos continuamente , y los celulares con sus timbres y canciones llenan el tiempo, de todos, son pequeños espías de lo que hacemos y a donde vamos. Precisamos  especialistas para todo, y a las personas las dividen, en parcelas , huesos, órganos , etc  y cuando el puzzle, estuvo armado , como no somos eternos, aunque muchos lo crean,  pasamos de un especialista a un asesor para que le indique a los sucesores  cuanto hay que pagar de impuestos .  El resto es el verbo asesorar, estamos dejando de tomar decisiones, para que otros las hagan por nosotros, dejamos  de equivocarnos, porque para eso existen las estadísticas.

En un mundo sacudido, convulsionado, somos todavía y apesar de las noticias,  en algo parecido a un sillón confortable, en un living,  con las ventanas con reja, y la casa con alarma, teniendo por compañía a un lindo perrito y si es  de las razas  prohibidas, mucho mejor..

De tanto mirar y de ver sin querer participar, a mí se me pasó el momento de reaccionar de la manera apasionada que tiene la juventud, estoy en el ahora , en el hoy, en el minuto. En el eterno adiós, sin canción, aprecio lo que antes dejaba, y dejo lo que ambicionaba.

Qué importa lo que diga, o lo que piense, para eso necesitaría ser pragmática como se usa ahora, y tener un asesor de imágen, y un experto en marketing. Así y todo lo que lograría sería un clik, y a la papelera. Ahí donde se lleva rapidamente lo que no interesa, lo inconveniente para el mercado. Se usa ser obsoleto, y en esto gano un premio.

Por lo que escuché hay una nube, donde van a parar los datos, es decir la información aportada por millones de seres humanos.  Estamos transformando todo y me incluyo, aunque sólo sea por el hecho de vivir.

El verbo googlear existe, y tiene una presencia indiscutible  entre los seres humanos. Mientras aplaudimos la velocidad con que nos llevan los nuevos sistemas, algunos nos quedamos, estamos estáticos, nos sobrevuelan , lo que vemos , lo que oimos, lo poco que sabemos, y tanto que saben los demás de nosotros y el final ..

Más que nunca estoy con Quino, y la voz de Mafalda, es la voz del pueblo para mí  cuando dice angustiada de ver lo que sucedía   » Paren el mundo que me quiero Bajar «.  No sé si ella conoce la nube de Google, pero me gustaría invitarla a explorarla.  Por eso le hablo a Mafalda y le pido :

– » Esperame Mafalda, que pronto nos bajamos, yo voy en el 522, el que dice Pocitos, y te  aguardo, no importa cuanto demores.    Lo prometo.  Tengo tiempo..es lo que me sobra.. tanto que  hasta puedo mirar el horóscopo !!

»

Capricornio–» Tendrá ganas de estar activo hacer cosas y no dejarse dominar por la inercia o frenar los inconvenientes. Aproveche sus energías de forma positiva. »  Lindo no ?

Hasta Pronto. Hasta cuando gustes.