Cuatro meses con cada uno.

Paseando por la 20.

Historia mínima.

almanaque s. m.

1 Registro impreso de todos los días del año ordenados por meses y por semanas, que generalmente incluye información sobre las fases de la Luna y sobre las festividades religiosas y civiles. calendario.
2 Calendario con los días o los meses en hojas sueltas y que incluye informaciones adicionales como refranes, citas o consejos.

Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.

Historia Mínima.

El  Feriante.

Cuando Agustín se jubiló de feriante, porque no pudo seguir cargando más los cajones de verduras y frutas, no pensó que su jubilación iba a ser tan magra. Había terminado su labor, criando muchos años solo a sus hijos después que falleció Rosita. Duro trabajo fué ese, tres muchachos adolescentes. La casa y el trabajo llenaron todos los sitios de su vida y ahora al final, la maldita plata le planteaba , un problema.

Para atrás no podía volver, así que sus tres hijos y él trataron de ver como iban a resolver su futuro. Cuando Agustín se dió cuenta de que otros iban a resolver por él, fué muy grande su angustia, pero se  tragó lo que pensaba, y aceptó lo que ellos decidieron . El mayor estaba radicado en el departamento de Salto y los otros habían encontrado un lugar en Maldonado.

Primero se vendió el puesto de fruta y verdura, y la casa al fondo donde vivía. La mitad quedó para Agustín y la otra mitad, en tres partes. Todo  «como se debe »  le dijo el abogado, y él pensaba todo era » fruto de mi trabajo» , y llorar no se puede. Se vendió todo lo que había en la casa, heladera, comedor, camas, y con cada cosa que salía , se retiraba un recuerdo,  un esfuerzo, una lucha. Lo que habían resuelto sus hijos era: que como él no podía mantenerse sólo con la jubilación, iría a vivir cuatro meses con cada uno.  Se sentía fraccionado, era en ese momento  su vida un almanaque .

Paseador de Perros.

Partió en pleno verano para Madonado, a la casa de su hijo menor. El problema era que no tenía casa el muchacho, era portero de un edificio, y le daban la vivienda  que constaba de un dormitorio,  un pequeño comedor, y una quichenette.

Para no sentirse ahogado y no molestar al hijo cuando dormía, se pasó caminando entre jardines, llegaba con mucho esfuerzo hasta la costa, y ahí veía a gente linda y dorada. Un día se tomó un omnibus y se fué al centro de Maldonado, conoció la iglesia, y la plaza, y en una tienda de la calle Sarandí, se compró una bermuda, un sombrero y una ojotas, para no llamar la atención, en la playa, y  estar como los demás, medio vestido, medio desnudo.

Agustín, adquirió un color dorado, increíble, y lo mejor fué que de tanto caminar por la zona se consiguió un trabajo. Empezó a pasear perros. Cuando los bichos se hacían los difíciles y él se daba cuenta que no podía dominarlos o que lo iban a tirar, con una rama, cuando nadie lo veía les daba porque pensaba » que la letra con sangre entra » Los cuatro animales terminaron haciéndose sus amigos, y todos comentaban que era excelente, como le obedecían.

Cuando llegó abril, pasó a la casa de su hijo el del medio, y todo cambió. Nunca supo, como pudo dejar al menor, pero era evidente que cada uno quería su libertad, y el joven se encontraba atado con el padre en medio del comedor, durmiendo en el mismo cuarto.

El cocinero de fonda.

El del medio, estaba casado con una maestra. Trabajaban los dos mucho, y ella pretendía que Agustín la ayudara. Mandona de alma, se la pasaba corrigiendo al suegro en todo. Ud. está conjugando mal este verbo, o los cubiertos se agarran de esta manera o no diga Ud. eso, es algo muy vulgar. Economicamente lo hacía  pero empezó además a  limpiar, y  cocinar. Cocinar ?  Bueno, lo que sabía. Compraba la verdura, y a la olla. Y la fruta, la pelaba, y hacía ensaladeras llenas, de ellas. Al principio, todo bien pero a las semanas empezaron a decirle, si no podía cambiar el menú. Empezó con milanesas, y siguió con bifes. El que lo ayudaba a elegir el menú, era un joven del cual se había hecho amigo,  que tenía una fonda cerca de la casa de su hijo, y  que hacía la comida para muchos empleados de la Intendencia.  Un día el joven le preguntó a Agustín, si le gustaría  trabajar en el negocio. Le daría un sueldo y la comida para la casa. Agustín aceptó. Fueron cuatro meses intensos. En la cocina o comprando la fruta y las verduras, fué un ejemplo, para todos. Tanto lo fué, que entre broma va o viene, lo empezaron a llamar San Agustín, y él feliz, y acompañado. Ya tenía con quien conversar, sin que le pusieran nota. Por momentos le parecía que era feriante nuevamente. La columna fué mejorando solita, era evidente que los paseos con los perros, y el sol del verano algo habían logrado.

El poeta de las frutas.

Cuando le tocó irse con el mayor, se dijo para símismo,  por cuanto tiempo podría trasladarse , y después de aclimatarse a un lugar, dejar todo, y comenzar de nuevo. Había dejado atrás a  los perros, a la fonda y.. ahora que ?

Aquí las cosas eran diferente. Había una casa confortable y una niña. Su nieta!!  Lo que supo después, es que los niños, no son todos una dulzura, que hay veces que son insoportables. Raro en él, que tenía paciencia..Pero claro tenía paciencia hasta que lo hartaban y aquí no había rama con que darle. Entre el frío, la niña que se pasaba reclamando y la nuera y el hijo, que poco caso le hacían, pasó a ser el hombre mudo. El sol lo encontró en la plaza, se cansó de oir los problemas de los otros viejitos, y tomó una resolución. Estudiaría algo, aprendería cualquier cosa para sentirse acompañado. Uno de la plaza le comentó que daban cursos en la Casa de la Cultura, y que eran gratis, pero que habían empezado en marzo.

Lo que le dijo a la joven que lo atendió en la secretaría del centro de estudios, fué algo simple, explicó su deseo, de ir a clase y escuchar. Y entró ese viejito, y tranquilo jubilado  como oyente nada más  a clase de literatura,  tres veces por semana y de dos horas la clase.

Fué a escuchar, y encontró un grupo pequeño de catorce personas, la mayoría de gente mayor, con tiempo libre todos ellos, y lo más probable con más cultura que él. Daban como último módulo a la poetisa Marosa  Di Giorgio. Leía los poemas el profesor, y después los comentaban los alumnos. Así fué transcurriendo el mes, en la vida del silencioso Agustín, hasta que una tarde el profesor, le preguntó que pensaba él de la poesía de la querida salteña. Agustín con humildad señaló que era la primera vez, que oía hablar de ella y que fué en esa clase y en la lectura de sus poemas que empezó a ver la belleza de alguién , que escribió  de esa manera, sobre lo que él trabajó durante tantos años.

Y comenzó con calma a narrar, sobre la forma y color de las frutas, sobre el perfume, la maduración de las cosas, habló sin juzgar con el sentimiento de que no todo es gris dentro del gris, y color sobre color, y el  sabor de las cosas cotidianas. Cómo sería lo que dijo, que al terminar ese grupo de la tercera edad lo aplaudió.

Fué hermoso, ver que un hombre simple, que hacía años que no conocía el amor pudiera hablar de él, y de las cosas , grandes y pequeñas que tanto  extrañaba.

Cuando se estaba por acabar el curso, junto con  la estadía en Salto de Agustín, comenzaría pronto el verano, y Maldonado lo esperaría con sus perros y sus caminatas, y el sol que hace a la gente felíz. Lo que sabía era que ya había trascurrido más  un año, desde que salió de su rutina, de soportar  la venta de su casa, de dejar de ver a amigos y vecinos. Un año en que se sintió nómade, ajeno , pero reconoció agradecido que todos se preocuparon a su manera por él, cada uno dentro de sus posibilidades, pero  ésto había llegado a su fin.

Había dejdo de ser nómada. No se puede  cambiar cada cuatro meses . Necesitaba nutrirse de algo, quería tener raíces. Su bolso, con las pocas cosas que tenía fué empacado. Se dijo , basta de la casa de otro, de la sombra protectora de los hijos, de las plazas, de conocer y olvidar al poco tiempo.

El hacedor de mermeladas.

Agustín alquiló una pieza , en la ciudad de Rosario, en el departamento de Colonia.  LLegó hasta ahí, porque una Sra. del Curso le habló de su hermana, que  tenía una casa y alquilaba piezas. Le gustó la idea, porque estaba lejos de sus hijos y no iba a incomodar a nadie. Esta Sra tiene al fondo de la casa una especie de galpón donde fabrica dulces caseros que después vende en las zonas cercanas. Agustín hace un año que vive ahí, y está felíz, porque el es el encargado de comparar la fruta, y porque se dió cuenta que aún puede apreciar el sabor, y sentir el olor de las cosas simples. Camina como bamboleándose, alabeado, pero puede subir a los ómnibus y visitar a los hijos. Va un día y vuelve al otro, porque extraña, dice él el sabor de las naranjas amargas, y el dulzor del durazno , el color de las ciruelas…

Añoraba, y ahora no, todo  lo que lo formó desde niño y lo transformó en el ser con esencia que es, aunque la misma esté dentro de un frasco trasparente de vidrio,  en forma de mermelada ..

Esperame voy en el 522.

Historia Mínima.

Esta filosofía simple de cuarta  no me la enseñó en el Vazquez  El Profesor Benvenuto.. me la enseñaron los otros, y en ellos incluyo a la gente y a   los medios que tenemos, diarios, revistas, libros, celulares,  radio, tele, internet.

Siempre se extraña  o se ambiciona algo. Puede ser algo material o espiritual, nunca nos conformamos con lo que tenemos, y cuando lo logramos, siempre pedimos más, a los amigos o familiares ,   y si viene el caso a la justicia, terrenal o divina. Políticamente hablando  sociedad de consumo.   Ayer y  hoy..

Cuando se acabaron los conocidos, le achacamos a la casualidad, a la fortuna, al destino, al horóscopo  el resto. Somos siempre  los que recordamos, los favores dados,  en un país sin memoria, y nos sentimos víctimas, nunca victimarios, nunca debemos, siempre somos actores.

Somos una gran familia, pero hemos dejado de lado los parentescos, para pasar a ser individualistas. Es como decir yo primero, y los demás que me sigan. Si no les gusta el camino o el paisaje , que cierren los ojos. Así vamos ciegos, en un mundo rápido donde no se permite dudar, y si dudás repetirás el fracaso muchas veces..Como todos los que han vivido, o algo semejante, estamos llenos digamos » miedos » , o algo parecido, y  no nos arriesgamos, y nos dejamos llevar por el «quedate quieto»  » no es tu caso » y cuando vemos que alguien en inconsulta hazaña, logra triunfar, no compartimos la alegría del que llegó.  Somos cobardes, no nos animamos a cambiar.ç

Lástima por nosotros, que formamos la familia, la que llega al barrio, la que forma el pueblo, la que trasciende la zona, la que se compenetra con el departamento, la que junta los diecinueve y forma la Nación..

Creo, que para ser feliz, en esta sociedad de la mediocridad, debemos sentirnos ajenos  a los problemas de los otros ,algo locos en nuestros razonamientos y metas , y ser completamente impermeables, ser de hule ante la opinión ajena. No puedo ser así, ese razonamiento de filosofía de bar que practican muchos y para ser sincera, en el pasado la he seguido. Lo que sucede es que veo  que están logrando la transformación de la juventud..Lo están logrando. Cuando nada ni lo más aberrante, no cause asombro, la metamorfosis  será realizada.

No estaré para verla, pero lamento el resultado.  No soy pesimista, pero la realidad cotidiana, abre las pupilas y se puede ver sin necesidad de operación de cataratas, es decir sin necesidad de consultar a » los cubanos »  La chabacanería, unidad al desparpajo,»  al todo vale » y el que no sabe copia, y el que copia gana, y el que gana triunfa, y el que triunfa de cualquier manera es un » Rey».

La mayoría empuja,  el resto aguanta. Ya no es bueno,  ser limpio, estudioso, honrado, fiel. Lo que antes era mérito, hoy es pesado. Tenemos razonamiento de adolescente, en edad adulta, y somos adultos adolescentes, hasta ser viejos. Perdimos no sé cuando ni donde el don de identificación, y lo llevamos a las marcas. Somos más que nunca gregarios, y el cantito. «A donde va Vicente.? Al ruido de la gente «, se ha hecho realidad.  Somos orquesta, algunos directores, y el resto, estamos para la farándula carnavalera.  Somos los Pepinos del carnaval más largo del mundo.

Es un país pequeño, no digo paisito ojo, gobernado como no podía ser de otra manera por un anciano,  porque nadie mejor que un viejo para conocer los problemas de la mayoría de los gerontes que habitan esta tierra, incluídas la nenas como yo. Lo lamento, soy solamente un » Chapulín Colorado » no tengo el paso de un Cantinflas, ni puedo aislarme como se hacía antes en una Torre , no tengo dinero para olvidarme aunque sea por unos días y pasar el tiempo en un Spa.

Estamos apestados, muchos se están  convirtiendo en plaga y hace años lamentablemente  que está prohibido el Gamezán.   Se acabaron el pomo, el papel picado y las serpentinas. Conozco la feria,  voy al super, a la sociedad médica, al banco, a la tintorería, a la peluquería, escucho a los taximetristas, caqmino por las calles, veo  la tele, y  películas, tengo familia, gente jóven a mi alrededor,  estoy inserta en la sociedad, no puedo encapsularme, y las personas  mayores  como yo se cansan, tiene miedo y pierde el rumbo. Nos vamos desgranando. Somos la masa hecha de manteca y azucar, imposible de estirar con el palote.

Muchas personas, piensan  que lo que resalta se escribe con mayúscula, incluso la colocan en las leyes, y lo que no se entienda o no sea fácil de aplicar, se hace un decreto explicativo y listo. No saben  que lo que nos rodea hoy y es beneficioso, mañana puede ser nocivo . Mirar la feria según el cristal de color que tengamos para ello, todo es relativo

Estamos necesitando  comunicarnos continuamente , y los celulares con sus timbres y canciones llenan el tiempo, de todos, son pequeños espías de lo que hacemos y a donde vamos. Precisamos  especialistas para todo, y a las personas las dividen, en parcelas , huesos, órganos , etc  y cuando el puzzle, estuvo armado , como no somos eternos, aunque muchos lo crean,  pasamos de un especialista a un asesor para que le indique a los sucesores  cuanto hay que pagar de impuestos .  El resto es el verbo asesorar, estamos dejando de tomar decisiones, para que otros las hagan por nosotros, dejamos  de equivocarnos, porque para eso existen las estadísticas.

En un mundo sacudido, convulsionado, somos todavía y apesar de las noticias,  en algo parecido a un sillón confortable, en un living,  con las ventanas con reja, y la casa con alarma, teniendo por compañía a un lindo perrito y si es  de las razas  prohibidas, mucho mejor..

De tanto mirar y de ver sin querer participar, a mí se me pasó el momento de reaccionar de la manera apasionada que tiene la juventud, estoy en el ahora , en el hoy, en el minuto. En el eterno adiós, sin canción, aprecio lo que antes dejaba, y dejo lo que ambicionaba.

Qué importa lo que diga, o lo que piense, para eso necesitaría ser pragmática como se usa ahora, y tener un asesor de imágen, y un experto en marketing. Así y todo lo que lograría sería un clik, y a la papelera. Ahí donde se lleva rapidamente lo que no interesa, lo inconveniente para el mercado. Se usa ser obsoleto, y en esto gano un premio.

Por lo que escuché hay una nube, donde van a parar los datos, es decir la información aportada por millones de seres humanos.  Estamos transformando todo y me incluyo, aunque sólo sea por el hecho de vivir.

El verbo googlear existe, y tiene una presencia indiscutible  entre los seres humanos. Mientras aplaudimos la velocidad con que nos llevan los nuevos sistemas, algunos nos quedamos, estamos estáticos, nos sobrevuelan , lo que vemos , lo que oimos, lo poco que sabemos, y tanto que saben los demás de nosotros y el final ..

Más que nunca estoy con Quino, y la voz de Mafalda, es la voz del pueblo para mí  cuando dice angustiada de ver lo que sucedía   » Paren el mundo que me quiero Bajar «.  No sé si ella conoce la nube de Google, pero me gustaría invitarla a explorarla.  Por eso le hablo a Mafalda y le pido :

– » Esperame Mafalda, que pronto nos bajamos, yo voy en el 522, el que dice Pocitos, y te  aguardo, no importa cuanto demores.    Lo prometo.  Tengo tiempo..es lo que me sobra.. tanto que  hasta puedo mirar el horóscopo !!

»

Capricornio–» Tendrá ganas de estar activo hacer cosas y no dejarse dominar por la inercia o frenar los inconvenientes. Aproveche sus energías de forma positiva. »  Lindo no ?

Hasta Pronto. Hasta cuando gustes.