La vida es puro Guau..Guau..

Un amigo.., cuando se dió cuenta que el Banco me trasladaba para una Sucursal, en otro departamento, no tuvo mejor idea, que hacer una colecta entre todos los compañeros y como un obsequio de despedida  me regalaron un cachorrito.

Yo les debería haber dicho .- Muchas gracias, no puedo tenerlo, no lo necesito, no me gustan los perros..

Dije todo lo contrario. – Muchas gracias. Es precioso. Me va a servir de compañía-

Entre la mudanza, el elegir vivienda, conocer la Agencia, y como  final un perro chiquito, fué cosa de locos. Lo tuve que poner cuando recién llegué en una guardería. Sí dije bien guardería de mascotas. Ahí fué a dar. Yo no era el único imposibilitado. Menos mal, que aquí hay de todo. Con  imaginación y plata, podés pensar que sos un magnate. La primera la tenía, me faltaba la última.

Fuí como buen padre divorciado,  todos los sábados a verlo. Increíble. Cómo crecía.!! Y eso que me dijeron que era de raza enana. Los buenos pesos que habrá costado. Era lindo, cariñoso, movedizo. Hice lo que hacen todos los primerizos.  Fuí un turista japonés . Le saqué fotos a rolete, de frente de perfil, corriendo, con una pelota, comiendo.Y después las pasaba a la compu, y las miraba chocho..Chocho estaba cuando dije sí..!! Le hice el album  Mi Bebé,  según las indicaciones de Utilísima .

El veterinario, como buen asesor me dijo..-» Tiene que ponerle un nombre, él tiene que acostumbrarse a su voz llamándolo.» Ahora sí que se  me venía la paternidad reponsable.!!

A los seis meses, lo bauticé y  le puse el nombre de Guau. Porque era lo único que sabía hacer.  Ladrar.  Desde ese momento supo quién era.

Me dieron aunque no lo crean un certificado, en el que dice los nombres de los padres, abuelos etc. un Árbol Genealógico,  es decir agregaron al que yo tenía, el de las vacunas, y cuando  dar las próximas. Es parecido a My Heritage Family Tree Builder, sumamente completo. Le pregunté al Master, si le daba la BCG.  Muy serio no agarró la broma y me dijo – «Mire que es un perro excelente, es un puro Schenauzen.» – Es de raza enana.. no?  pregunté a esta altura, sumamente asustado. Tan asustado me vió, que siguió sin contestar, y la agarró por la tangente, la inteligencia que tenía, el oído agudísimo, la vista, y el olfato..

Parecía la maestra de sexto, dando la nota final, para el pase al liceo. Igual al alumno no lo iba a ver más. Igualito.!!.. Es enano ..o no ?  – » No Señor , no es de raza enana, y a propósito, no sé si le dijo la enfermera, que a partir del mes que viene, lo tiene que retirar..No tenemos mascotas de más edad..que de seis meses,.. es por el tamaño, necesitan a partir de este tiempo su propio espacio.».

Una vez, a mi mamá le dijeron algo similar cuando mi hermano más chico, empezó a portarse mal en la escuela, y le recomendaron una, de doble horario, y clases de yudo y natación..Porque todos necesitamos espacio para desarrollar, lo que sea…que haya que desarrollar.!!

Lo cierto y lo seguro, fué que Guau y yo fuimos expulsados del paraíso en el que vivíamos, de esa convivencia hermosa de recuerdos, pero lejana en lo cotidiano. Entramos sin querer en el círculo del infierno.

Perdimos toda la esperanza al llegar..

El portero, lo saca tres veces, al día mientras  estoy trabajando. Hice un préstamo a largo plazo. Yo lo saco después de desayunar, y al regreso del trabajo. Sale más que cualquier persona que conozco. Come todo lo que encuentra, desde un bolígrafo, hasta un enchufe, independientemente, de la comida que le dés. Ha roto parte del inventario del apartamento, duerme en el mejor sofá sabiendo que cuando me rescindan el contrato, voy a tener que comprar uno nuevo.

Con Guau, aprendí que con un collar y una correa, se puede bailar como Julio Boca, sin necesidad de música y que te marquen el Plié.   El ángulo formado entre él y yo, es el obtuso..casi imposible..y el regalo que deja en los árboles, es de tal magnitud, que estoy pensando en llevarlo al Latu, y sacar patente, para no desperdiciar tantos nutrientes.

Me ayudó a mí , que mido I.60.. a ver desde otra  altura. Nadie se mete, con una mascota, de pelo irsuto , bigotes, y caninos , semejantes. Me hizo acordar a mi tatarabuelo, en una foto, con óvalo de cartón, y mirada astuta.Creo que él viejo se dedicaba a curtir cueros, Bahhh.. Gua podría ser gerente, en Zona América, donde hay curtiembres buenas, porque en eso de agujerear cueros, es experto. Es un sacabocado excelente, por la precisión de su trabajo. Pregúntenle, a los vecinos.

Córtando la conversa, apesar de los kilos que pesa, y que lleva con total hidalguía, tiene la alegría inconsciente, de la juventud, aunque me parece que se está avivando demasiado. El otro día me paré de lo más ganchero, a conversar con una chiquilina, en una de las marinas, y el muy cínico, sin agua va, sin el más mínimo Guau, se le abrazó a una de las piernas, y tuvieron que venir unos pescadores a ayudarme a separarlo, de su presa, que dicha sea de paso estaba buenísima con un short cortito blanco..

Le dí las disculpas del caso..Le manifesté mi pesar..yo lo que quería era su número de teléfono, o su mail, quería..   …quería lo mismo que Gua..!! Le ofrecí mi mascota para pasear, y cuando le dije lo mucho que me acompañaba,  fué el Sumum, la cara de sospecha como me miró era la misma que pongo yo cuando algún cliente viene a pedir un préstamo..Y con esos ojazos que dios le dió..me contestó..  » .Qué grande tiene la mascotita..su pichicho..»  Imposible entender a las mujeres….!!

Ya me dí cuenta de las dos identidades de mi perro. La primera es la artificial, porque los abuelos o los bisabuelos, o mejor los choznos, pudieron venir de Europa, o ser oriundos de de algún país Sudamericano, o del frío Norte..

Pero la segunda identidad, es subjetiva, es la nacional, es la de la tribu, se siente perro, cuando ve un hueso, o un árbol, o al recoger un palo nadando en el mar. A esta altura no sé, si él pertenece a mi tribu o yo a la de él.

Guau tiene futuro, lo voy a mandar a una nueva escuela, quiero que termine la Universidad Privada, que estudie, se haga un perro de bien, un orgullo para la familia y el Estado, y si es posible, que hable varios idiomas, y así se pueda entender a pesar de las diferencias de altura con una Pequinés, que la dueña, es una morocha soñada que mide I.80m, sabiendo de antemano, que las diferencias se subsanan sin necesidad de la interferencia del Mercosur..G 20..Comunidad Europea..o la Unasur,  el  último tratado, cuando lo firmen..

Aunque no lo crean, se está pareciendo a mí, ahora que ya es adulto, con los ojos verdosos, y canas como yo…Tiene Facha..

No es por nada, no es porque lo diga yo,  es un bicho sabio, tiene una especial filosofía de la vida. Carece de complejos, no necesita sicólogo. Sabe estar panza arriba sin importarle que se le vean las partes.   Es  decir se anda sin parte alguna….

Le pienso enseñar, finanzas, tiene y sabe usar el marketing, puede llegar lejos..aunque en el mercado hay cada Bulldog, que se las trae…

Pagar la prenda mayor…

En primavera nos adueñábamos del jardín, y eran nuestros los árboles, columnas, terrazas, y hasta las puertas y las persianas de sus ventanas, todo servía para escondernos. Eran nuestros todos los sueños.

En invierno, nos dejaban jugar en la sala y en el living que estaban unidos. Como precaución los mayores quitaban,  todo lo que se pudiera  hacer añicos, o desgarrar y así quedaban los pedestales solos, como vigilantes de pie, y casi la estancia sin adornos. Nosotros éramos los que le donábamos  la libertad al lugar.  Lo hacíamos revivir  con nuestras risas. Hasta la escalera que unía a la planta alta fué motivo teatral de nuestra imaginación. Hermoso lugar de una exquisita casa.

Jugar ahí era emocionante. Los muebles tallados de madera oscura, con las cabezas de leones, en que terminaban sus posa brazos, que sirvieron de apoyo para el salto,  los almohadones de pana marrón, que se asentaban en la esterilla, la chimenea de mármol negra, siempre encendida en agónico fuego, y esa gran puerta acristalada del ancho del living, con sus visillos que dejaban pasar una luz aplacada, que daba al comedor. La sala era dorada, dorada en espejos y en las  volutas de sus muebles, que contrastaban con los tapices, con los cuadros uno de mujer, que con ojos fijos nos miraba, no entendiendo lo que hacíamos.

Algunos  lugares tienen embrujo, éste lo tenía doblemente, entre los pliegues de las cortinas de seda salvaje de un gris acentuado, que separaban las estancias y el que le dábamos nosotros, a todo ello. Violábamos sin mucho sentido hasta el interior del piano, levantando la tapa de su cola, o poniendo nuestros dedos dentro de la boca de los leones, haciendo que nos mordían.

Éramos un grupo insoportable de de niños, vecinos, primos, amigos, que nos reuníamos en la casa grande a jugar, a pasar los domingos de modorra, sin nada más que lo que tramáramos en nuestra inconsciencia. Todo era nuestro en la tarde, éramos la sonrisa, la agilidad, la picardía, y sobre todo, éramos lo más vital de la casa, porque éramos la temida infancia.

Corríamos las cortinas de voile y después las sobre cortinas forradas de seda gris de uno de sus lados y del otro de una pesada tela de brocato, y dejábamos sin luz casi toda la estancia. Apágamos las arañas, del techo, y hasta llegamos a tapar un gran espejo de la sala cuando comprobamos que era el más chismoso de todos, pero para eso necesitábamos  una escalera que no nos dieron.  Llegamos a enredar en el calado del marco, muestros buzos, hasta una determinada altura. Así que frente al espejo para movernos de lugar lo hacíamos agachaditos, casi contra el piso. La aventura de de reptar, y ensuciarnos.

Y a jugar a la escondida.!!

Previamente, sorteábamos quien sería el que nos buscaría y después de contar…uno…dos…hasta  o cien o de tres en tres  si sabías, y al grito de   ¡ Ya está !  , tendría que descubrir a alguno de nosotros y decir bien alto su nombre. Si acertaba ganaba, y si perdía pagaba una prenda.

Un domingo cualquiera, por casualidad, fué uno de nuestros  primos con un primo segundo nuestro. Hacía mucho que no lo veíamos , y nos llamó la atención lo alto que era en comparación con todos nosotros. Lo invitamos a jugar y no quería. Demasiado grande, demasiado tímido, desproporcionado diría , por las piernas tan largas, y los pies tan grandes. Difícil de esconder ese gigante, de voz  gutural.  Una  corneta.! Lo llevamos a la fuerza y como un privilegio le dijimos » que él nos buscaría » Como era la primera vez, no tendría que esconderse y sería emocionante, como una aventura de Sherlock Holmes..buscando al asesino..dar con uno de nosotros y saber » quién era »   » La máxima nuestra   no se aceptaban cuenteros.»

Aceptó a la fuerza.

Todos nos escondimos donde se nos antojó, no sé cuantos éramos, seis ocho.. no sé

Fuimos a dar según quisimos debajo de las mesas ratonas, en los pliegues de las cortinas, detrás de un sofá, entre los almohadones, adentro del piano, a donde la inventiva nos llevara. Todo nos hacía pensar en una casa de terror, el miedo, la oscuridad, las extrañas figuras que se formaban en nuestra mente .

Empezó a contar…y al grito de  Ya está !! entró el nuevo,  » ví algo de su figura cuando abrió la puerta y su silueta se reflejó algo borroza en mis ojos..Todos estábamos prontos a reirnos de él..No iba a dar con ninguno de nosotros..» !!!

Me coloqué parada junto al ropero donde se guardaba la ropa de las visitas. El ropero era angosto del ancho tal ,vez un poco más de una percha. Pensé en encerrarme ahí pero entonces no podría salir para esconderme en otro lugar, porque las bisagras chirriaban, y me descubriría.

Al rato sentí lo pasos y algunas voces lejanas que decían » vení a buscarme..encontrame si podés..» Todos desfiguraban las voces, para confundir al pesquisante.

Yo me creía invisible.

Sentí su presencia, estaba a mi lado , ser encontrado era profundamente aterrador,..su respiración golpeó en mi pelo, debería estar inclinado sobre mí, y su mano tocó mis trenzas.. » Ya está ya sabe quien soy..»   pero él siguió, por la cara, y cuando llegó a la altura de la boca, me rozó con sus labios, no fué un beso…pero fue algo parecido a  » callate y no digas nada » y siguió con sus manos  hasta mis pechos incipientes y llegó a la falda y palpó mi vientre, y me tocó las temblorosas  piernas » y en ese momento de estupor y de espanto, sentí un escalofrío que me llegó hasta la nuca, como cuando en invierno, alguien abre una ventana de golpe, y uno se encuentra completamente desprotegido..

» No hubo cuenteros »

» Nadie tocó la piedra »

El muy ladino, después de esta puntillosa  revisación médica gritó…  » Encontré a Enrique »

La luz se prendió… El nuevo y  tímido visitante,.. pagó la prenda..  la prenda mayor..

El Abril de Ña Casilda..

El Abril de Ña Casilda

Le decían Abril, porque nació en ese mes. Así de sencillo. Era  la sombra en cualquier rincón. Menos que el perro cimarrón, al que llamaban Chino, porque a Chino no se lo podía tratar mal porque se abalanzaba y mordía.

De Abril, pasó como dicho de frontera a Abrí, y ahí quedó toda su documentación. Venía de una cocinera que llego a los pagos con carga. Cuando ya consideró suficiente, los años pasados ahí, se marchó sin decir nada. Ni siquiera a la niña que dejó. Se crió como un yuyo, de campo. Entre piedras, chircas, y pastizales.

Hacía lo que los demás consideraban despreciable y dentro de eso lo que podía su mente. Sacaba las grandes asaderas del horno a leña, esas que queman con solo mirarlas. Era la que cargaba la leña, para las estufas de la casa, la encargada de los orinales de la noche. El baño quedaba lejos de las piezas, y en las noches de frío nadie se movía de su cama.

Abrí de tanto andar sola, y casi sin saber hablar, era el ánima de la  casa.  A lo que le tenía miedo era a las amas.  A la mayor si la veía de lejos, disparaba aunque la estuviera llamando.

 

A Ña Casilda, sí que la respetaba. Sabía que tenía unas piernas ágiles para correr y una mano pesada. Nunca pudo o no quiso llamarla Doña, y se quedó en la  Ña..última sílaba.

Lo que siempre tenía era hambre. Le gustaba la fariña, los choclos dulces, y el ensopado. Le daban lo justo, y alguna vez, cuando hacía un favor especial a algún peón, se ligaba un dulce.

Estaba, porque todas las mañanas abría los ojos al amanecer y se dirigía al aljibe a buscar el agua fresca para la casa, y a la nochecita cansada, guardaba su cuerpo en un camastro, cerca del galpón de la peonada. Era cerril al extremo, y lo poco que comió en su vida sirvió para que quedara pequeña, menuda. Eso y que era negra, con mota apretada, fue su escudo para que pocos muy pocos y necesitados  se animaran como decían entre los peones a » hincarle  el diente »

Una tarde Ña Casilda entró furiosa con un balde en la mano y un bidón en la otra, a la habitación en que Abrí, terminaba de poner una jarra azul grande esmaltada con agua fresca. Fue tan rápida la Ña, que la agarró de las las motas y la cabeza entró en el balde y ahí, le desparramó el querosene., mientras furiosa le decía..- »  Yo te voy a dar sucia, andar contagiando piojos, yo te voy a enseñar a tener el pelo limpio.»

Con esa hecha de palo de pique , no había nadie que se atreviera..Cuando consideró que la cabeza estaba lo suficientemente mojada como debía ser, dejó que Abrí  levantara la cabeza; en ese interín, parte de la ropa ya estaba mojada. Cuando agarró una toalla, y se la dió para que se la pusiera en la cabeza, ya había colocado la silla de cardo y en ella sentada a prepo a Abrí por la Ña. » De acá no te movés hasta que vuelva y después vamos a ver cuantos piojos hay muertos.»

Pasaba el tiempo, y ahí estaba sentada, sedienta, a pesar de estar la jarra cerca con agua. La miraba con sus ojos enrojecidos, por el querosene, que se le fué escurriendo por el pelo. Esperaba, pero en un momento no pudo más, cansada de apretar sus muslos, el orín, se escurrió por la paja de totora y se formó un círculo alrededor de la silla.    Cuando lo vea !..

Cuando entró, esta vez, la Ña  llevaba el pelo envuelto en una toalla, olía a jabón, se lo había lavado . Traía en la mano un peine finito hecho de asta, y en la boca esa sonrisa blanca, que si ella no fuera tan mala sería hasta linda. » Ahora vamos a ver «- Pero no vió o no miró al piso, y Abrí no habló, porque casi no sabía como decir, que no pudo, aguantar tanto rato..

La chancleta patinó, en lo mojado y Ña Casilda con tal mala suerte, que pegó en la punta de la mesa, en la que estaba la jarra, y quedó tan larga era en el piso de ladrillo.

Abrí, empezó a reir..se reía tanto,.. tanto.. mientras se agarraba la barriga con las manos.. rió hasta las lágrimas…hasta que se dió cuenta que …tenía que ayudar. La quiso levantar de los brazos, y no pudo…pesaba más que la leña,.. la quería sentar…pero era peor que subir el recado del capataz para ensillar el caballo,  tanta fuerza hizo, hasta que se dió cuenta, que se había..desgraciado arriba de la falda de Ña Casilda.

Con un gesto entre tierno e infantil, como su mente, con la misma toalla con la que envolvieron sus motas, la quisó limpiar, y aunó dos o tres olores fétidos sobre la falda..

Cuando volvió en sí…no entendía nada…Abrí  tenía la cara sonriente, las motas brillantes, y en una mano la jarra con agua, con la que le estaba mojando la falda.  Ella estaba en el suelo toda empapada, y ese olor repugnante, mezcla de bosta, orín,..  ella olía a establo..!!

La cara que se le acercaba, con el  pelo cerrado y negro como la noche…que olía a piojos  muertos.

Por un  momento  Abril ..  recuperó el nombre completo, fue libre…y empezó a reir nuevamente…esta vez.. de que..solo ella lo sabía…

Un vintén de aceitunas..verdes.

Historia Mínima.-

Cuando era pequeña como un canapé de ensueño, me dejaban como si fuera algo único cruzar la calle e ir al almacén y entregar un papel blanco, en el que mi madre había hecho su pedido.  Una sola vez por semana.!!

Ése era mi día,  en el que los  mínimos deseos se hacen realidad. Me sentía grande.  Las largas y negras trenzas al aire, volando en sus moñas , y los pies apenas tocando el piso. Yo tenía música en la cara, en la falda, en la esclavita de oro, que giraba en la muñeca.

El almacenero, después de entregar yo  la nota, tomaba un papel de estraza, grande y lo dividía en cuatro, con la pausa necesaria, para que yo mirara su mano en estado de hipnotismo. Lo colocaba en la palma, y con los dedos de la mano derecha decía, » ahora hacemos un nidito »  Sacaba la tapa de aluminio, del gran botellón e introducía una cuchara de madera que hacía girar en el líquido que las contenía, y como mago rescataba unas aceitunas verdes y brillantes,  dejaba que el agua salada, saliera  por los agujeros, y cuando ya se veían como cuentas,  las colocaba en el nidito, y siempre dejaba una en la cuchara, y antes de verterla decía » esta es la yapa «.

Fuí muchas veces, durante un año..Hasta que ya sabiendo leer y escribir, sin papel de por medio, era yo la que pedía –  » Déme un vintén de aceitunas, de las verdes » Lo decía con convicción y autoridad, como si él no supiera a lo que iba..

Un día de esos felices, al finalizar su acto de prestidigitación..me dijo,..»  tienes los ojos más grandes que

he visto, y más verdes que las aceitunas, hoy te doy la yapa, espero que pronto me la dés tú «..Todo lo dijo sonriendo..restregándose las manos mojadas en el delantal azul…

Sin entender cabalmente sus palabras, se lo conté al rato a mi madre, pero con la inocencia, de la edad, ¡ qué yapa podía dar yo…que no tenía nada para dar..!!

Fué una pena, no pude hacerme más de un vintén de aceitunas brillantes, mojadas y verdes..

Me perdí desde ese momento ante la explicación de mi madre, en un Vol au vent, de masa fina, tan fina como mi piel, de pastelito hueco de hojaldre, y extravié sin quererlo en su relleno, para siempre la idea de la yapa..