Bienvenido Amado…

Se sentía tan cansado ,  sudado,  en estado gelatinoso,  que cuando subió al auto y pudo prender el aire acondicionado le pareció que había llegado a casa. Tuvo que demorar un rato, hasta que la dirección se fué enfriando lentamente.  Arrancó para visitar a su último cliente. En la calle arbolada, el sol cacheteaba a las hojas y se escurría entre ellas formando en la calle luces y sombras. Había muy poca gente  transitanto en ese momento. Sol de diciembre,  mal día para hablar y convencer.

Lo vió, y no frenó en forma instantánea, porque en ese preciso momento empujó sus lentes de sol, que se le estaban resbalando por  el caballete de su nariz.

Saltó de su moto  y como un equilibrista, dió una vuelta en el aire, y quedó de cara al cielo.

La gente  que no estaba en la calle apareció de golpe, de la farmacia, de la panadería, de la parada de ómnibus, lo cierto fué que se formó un círculo en torno al coche, a la moto y al hombre herido.  Bruno tenía un golpe en un costado de la frente nada más. Pero su asombro no tenía límites, la gente decía .  – »  Q ue la moto lo encerró a él » – »  que el motociclista era el culpable » – »  que eran todos iguales unos inconscientes…»  » Que se pasaban corriendo picadas » ..

Bruno sabía que no era así, él no había frenado a tiempo. La ambulancia y la policía, hicieron su labor y los testigos el resto.

Bruno, quedó en libertad, emplazado, con el requisito de pasar más tarde por la comisaría, cuando su golpe en la frente  fuera revisado. El herido que no tenía papeles ingresó en un hospital y  los testigos dieron sus datos. Todos  se marcharon a diferentes lugares, pero Bruno se fué acompañado del brazo con la señera  culpa,  por no desmentir lo que decían.

No aparecierón sus documentos  y el accidentado fue el N, en  la ficha  del hospital ,  la moto pertenecía a un hombre mayor, cuya dirección fue chequeada  y dió como destino un edificio de apartamentos, que se encontraba en construcción.  Le sacaron las huellas dactilares, y no se encontró antecedentes del mismo.  La moto no había sido reclamada..¿ Dónde se encontraba el dueño de la moto ? Mientras no recobraba el conocimiento N , se fue instalando solapadamente el misterio.

La  fatalidad y la  soledad, aunadas a un  carácter sumamente  sensible, hicieron de Bruno, a partir de ése instante, la persona que se acercaba tres veces por día a ver a N al hospital.  Porqué ese hombre lleno de vías  y suero, no abría los ojos, no llamaba a alguien, ni siquiera se quejaba !!  Era un silencio inerte en la cama.  Tanto tiempo transcurrió junto a su lecho,  que Bruno empezó a estudiar  sus facciones , le abrió los ojos y vió unos ojos castaños iguales a los de él  y llegó a la conclusión de que era de su edad, de complexión fuerte y lo que  tenía de extraño,  era un tatuaje en su brazo derecho.

Las historias que imaginó sobre el desconocido, fueron tantas como su ya efermiza imaginación suponía. Todo lo que él no había podido ser lo imaginaba para el paciente.  Lo veía viajando como marinero en un barco de pesca a mares lejanos, podía ser algún trapecista de un circo ambulante, un contrabandista de frontera, un sicario, un maleante sin antecedentes, un extranjero..o un hombre cualquiera que un día determinado hurtó una moto, y se dió a la aventura.  A la aventura de conocer..

Podía ser él mismo, el corredor de materiales electrónicos.

Tantas veces fue al hospital que una tarde le dió por revisar la ropa del accidentado, era poca cosa pantalón roto  y una camisa a cuadros, estaba en eso cuando la enfermera del turno, al entrar con el suero le preguntó.

– »  Ud. lo conoce verdad ?  –   No quiere decir como se llama. ?  –  Es algún fugitivo ?  –  Mire que si oculta información, acá lo podemos denunciar ?  –  Porqué viene a verlo ? »

Muchas preguntas y Bruno no tenía respuestas.   Dijo,  – » Lo conocí en un accidente, no sé quien es, o cómo se llama, no oculto nada, y vengo a verlo porque me dió lástima, al verlo tirado en la calle. »

– »   Mire le dijo la enfermera entrecerrando los ojos, a mí me han contado a lo largo de treinta años que tengo acá muchas historias  y algunas eran pasables y hasta creíbles, pero la suya no.   Nadie revisa porque sí, la ropa rota de un extraño.

–  Ud es familiar familiar de él.   Miré si hasta se parecen,  podría ser su hermano. Venir tres veces por día, con este calor sofocante  no se lo traga nadie. !! Vé el viejo de la cama de  al lado , ése tiene hijos, y en quince días vinieron una sola vez, cuando lo internaron y la comida se la dan los acompañantes de las otras camas. Así que  dígame como se llama. »

No se entendió en ese momento que nombre era el que requería y dijo.. Bruno..-

La enfermera dijo…- Así nos vamos entendiendo.. está mejor diciendo la verdad… se acercó al accidentado y fuerte empezó a llamarlo…- » Bruno…Bruno..despierte…despierte…que aquí está su hermano..Bruno..despierte..!! »

Y algo extraño ocurrió, N..despertó  y miró como atontado a su alrededor..y se fijó en la enfermera..que sonriendo le decía…- » Así es bravo…ahora a mejorar Bruno..que su hermano va a dar sus datos…y arreglamos esto…Venirme a mí con comics..a mi edad…y dicho sea de paso..Ud..cómo se llama..?  »

No sabiendo ya que decir, al ser robado su nombre pensó – » digo cualquiera  y salgo rápido de aquí y  vió la estampita que estaba pegada a la pared, de azulejos grisinos  con cinta scotch … arriba de la cama.. » que decía  »  Bienvenido al reino del señor.. Amado hermano..»

– Me llamo Bienvenido..

– Y el apellido ?

– Amado..

¿ Y el segundo apellido.

– Hermano.

– Vaya nombre que le puso su mamá, !! Parece el comienzo de una novela  de los setenta , cuando yo era una jovencita  romántica y leía a .. Corín Tellado..!! Los ojos de la enfermera se reían del acompañante aunque las palabras eran dichas en tono amenazante.  Los dos empiezan con B..Bruno..Bienvenido, ..Pase por administración señor Amado y arreglamos ésto…Mire su hermano, ya volvió a cerrar los ojos…Vale más que le avise a su familia  si la tiene…Hay que aclarar rapidamente éste trámte…su hermano está muy grave.. sabe ?

La enfermera salió con su carro por el corredor, impregnando a su paso con ese olor carcterístico a varios desinfectantes,  llevando  una buena compensación que Bruno le puso en el bolsillo y que tuvo por respuesta. .- »  Venirme a mi con semejante historia, y una risa cortita de satisfacción mientras se marchaba a otra sala.»

Bruno se dirigió por el lado opuesto. Miró por última vez a N y le pareció que respiraba.  Entre los dos desconocidos habían hecho un trueque..accidentado..

La vida de N  con  un nombre…… Bruno  y un nombre  para su  vida…Bienvenido Amado Hermano..

No había un bueno  y un malo. Uno  triunfador y  el otro  castigado, no había justicia de por medio, no existían antecedentes… era..era  solamente  por azar ..el haberse encontrado.

Salió apurado, eran las dieciocho y treinta,  todavía no había visitado al último cliente antes que empezara la licencia . Estaba seguro que N, se iba a recuperar.  Nunca en mucho tiempo se sintió tan libre, aunque fuera por unas horas, o por un rato, tenía prestado el nombre.

Le pareció todo lo sucedido  un   juego  de Ciencia Ficción, de los que vendía de  la fábrica Electronic  S.A.  de la cual  era su principal  corredor.

A la salida de Urgencias el sol le castigó la cara y el calor lo rodeó. Se subió los lentes de sol, y al querer cruzar la calzada, el saco azul que llevaba colgando  de su brazo se enganchó en un auto y siguió junto con el auto.

Cayó  y se golpeó la cara con los lentes. Ahí se desmayó.

La camilla llegó , con los camilleros y la enfermera que había terminado su turno,   se acercó .

Mientras, la camilla iba ligero  por el corredor con los enfermeros se oyó la siguiente conversación-

– Qué increible !! Los dos hermanos internados por accidentes con autos.

– Lo conocés ?

– Sí… Se llama Bienvenido Amado Hermano.

– Váya nombre !!.respondió el camillero.

Ya habían llegado a la sala de primeros auxilios.

.

Torniquetes de Papel.-

Parte II.

Maruja.-Marinée.-.

Cuando Marinée se despidió, los padres de Maruja pensaron que las ideas de la francesa se irían con ella  para siempre.

No fué así.  Maruja durante cuatro años  se las ingenió de mil maneras para verla ,  charlar con ella y su hija Nenette. No la veía todas las semanas, pero no menos de dos veces al mes.  Sobornó al primero que encontró pero logró  sus objetivos. Las mellizas crecían rapidamente, aunque existía una diferencia con Maruja de cuatro años, éstas últimas eran tan altas y robustas que  pronto , según se mirara las  edades se emparejarían.

La costurera fué suplantada, pero la nueva era una señorita sumamente callada y taciturna. Les dijo que solamente podría trabajar mediodía.  Tenía cincuenta y nueve años !! Con todos esos inconvenietes igual fué aceptada, lo que tenía de bueno era que no tenía ideas..

Empezaron a hacerse los trajes con un modisto  muy reconocido. La elegancia en esa época era tan fundamental  como la tarjeta de visita, la bandeja de plata, la palidez de la tez en las mujeres, los sombreros, las enaguas, los guantes de cabretilla o encaje, los tules,  el reloj de oro con cadena , el abano, el bastón  y la galera entre los hombres. Todo era  más visual en la sociedad del buen vivir, más  que  la esencia de las cosas. No era que vivieran en una nube, pero el miedo a bajar cualquier escalón sobre todo económico o social, hacía que se paralizaran muchas opciones que hubieran sido brillantes.

Maruja argumentó con su madre varias cosas y en algunas consiguió que la escuchara, en otras fué a dar todo  a los sueños.  Entre otras ideas quería cortarse el pelo.  Su madre insistía en que no era lindo hacerlo, el pelo y las joyas daban prestancia, señorío, que no quedaba bien, que era muy menudita , que su cara parecería  la de un varón.  Pero Maruja insistía. No aguantaba más los rulos de papel, que le ponían en la cabeza, hechos con un papel de copia sacado del estudio del padre. Parecían grandes moñas que la quisieran hacer volar, pero lo cierto era que no se podía tirar en la cama como le gustaba, los rulos se lo impedían, le tironeban el pelo. Era un sufrimiento que no reportaba ningún beneficio. Al poco rato de sacárselos el pelo caía lacio con leves ondas sobre los hombros.  Si se lo cortaba ella lo más probable  es que fuera un desastre así que  pensó una treta y la llevó a cabo.

Una noche en que la sala estaba llena de gente que celebraban que el doctor volvía a la política, en lo mejor de la reunión apareció Maruja, (  aunque no estaba invitada por tener dieciséis años y ser una reunión para mayores  ) correctamente vestida con un traje marrón hermoso y la cabeza llena de rulos blancos enormes, y uno de ellos en la frente misma  más grande aún  hecho de un papel azul.

Se paseó muy segura , con ese andar de espalda recta, barbilla alta,  luciendo su pequeña cintura y colgando de su cuello un pendantif, que le había regalado su padre el día de su cumpleaños.  No quería que nadie dudara que ella era la hija del prominente político. Nadie dudó de su condición, tenía andar de reina, y era tan original.!!  Dió una vuelta saludó a algunas personas conocidas, estiró su mano a algún caballero, y se marchó. Fué la primera vez,  que dejó al orador de siempre mudo. – »  Con un pérdonen es una niña »

Un joven perito mercantil que estaba invitado fué de los pocos que se atrevió con un comentario.  – »  Es una belleza doctor, con la cabeza llena de moñas «-  Nadie supo si el joven no se había dado cuenta que toda la cabeza de la joven eran torzadas de papel.  La joven según los invitados tenía » papelitos en la cabeza »

Al día siguiente después de una formidable pelea entre los padres, que pensaron en las más diversas formas de castigo hacia la insurgente   por  el escándolo suscitado . Temían el comentado malicioso en los diarios, o el murmullo en las tertulias. Ya leían  » La hija de prominente político luce rulos de papel «..Nada aconteció y Maruja fué autorizada a llamar a una conocida peluquera y  cortarse el cabello. Pero a partir de ese momento los padres decidieron que para Maruja lo mejor era  «casarla cuanto antes. »  »  No fuera a ser que contaminara a las mellizas. »

Fueron muchas las jóvenes de la sociedad  que imitaron a la señorita Maruja y muchas de ellas se libraron de los rellenos de estopa, con que se hacían moños y recogidos  y el pasarse horas desenredando las largas melenas que lucían en esa época y mucho tiempo al sol para que el cabello recién lavado se secara.  El corsé estrujaba  órganos esenciales en la mujer, y ya se habían rebelado muchas ante su uso despiadado  y los moños y rodetes comprimían las ideas en las  jóvenes.  Muchas de ellas  habían fracasado ante padres,  maridos  o hermanos para tener ideas renovadoras.

El año pasó rápido. La política llenó la casa de gente conocida y no tanto. Todo ese barullo y entusiasmo  contagió a todos.  La libertad empezó a dueñarse del escritorio del padre  y mucha gente en el famoso patio,  pudo contemplar la fuente del ángel de la guarda.  Ése que a medida que pasaba el tiempo menos entendía porque estaba tan gordo, si lo único que tomaba era agua.!!  La política y la burocracia , estaban haciendo estragos  hasta en los ángeles. !!

Para Maruja fué la liberación, con decir » voy a la sombrera, al registro, al modisto, a la iglesia, a ver a la madrina, »  bastaba. Muchas veces tuvo que llevar a las mellizas a la clase de piano, pero mientras ellas estaban en el conservatorio, ella se iba a charlar con Marinée.

Fué así que le contó..» Casi todas las tardes, papá o mamá invitan a tomar un té o un café, a Adolfo Sanz, el perito mercantil. Estoy segura que me quieren prometer con él. »  – Cómo era él le preguntó Marinée ?   – »   Es…delgado alto, tiene bigotes, es gentil, …mamá dice que él y su hermano se hicieron cargo a la muerte de los padres, del negocio de  importación y exportación , es corredor de bolsa y dueño de un campo en Canelones.  »  – Marinée le dijo… Cheri..No te pregunté si era rico, con uno que sea rico alcanza,  te pregunté si sabes como es él.

–    No…no sé..No me gusta como da la mano…»   – La mano ?   -Sí la da blandita..desarticulada de la muñeca..Así…y Maruja hacía un gesto gracioso dejando colgada la mano y sacudiéndola..Lo hacía para que Marinée riera con ella y con  Nenette y pudieran decir la tres.. la contraseña:               »  Merde »

Marinée aconsejó a Maruja que no se ilusionara con él, que viera si de verdad le gustaba que probara.. – Probar ?–¿ Cómo ?  – »  Con un beso por ejemplo..Probar no es Pêche.. » respondió la mentora. »  Probá que no es el hombre blando.. »

A partir de ahí para referirse al perito o a Adolfo, o a Sanz, decían el hombre blando..Todo esto era motivo de un verdadero jolgorio para las tres.  La inocencia,  la picardía y la ignorancia unidas pueden hacer , una mixtura capaz de llegar muy lejos.

Una tarde cuando Maruja estaba por cumplir los dieciocho años y se encontraba Adolfo Sanz por entrar al escritorio del doctor , Maruja le preguntó si podía hablar un momento con ella. Ella se dirigía a él sin ninguna clase de protocolo.

Hacía dos días había recibido unas rosas de Sanz, dirigidas a ella y una tarjeta que decía. » Para la señorita Ángélica, la de las moñas voladoras. Con todo respeto. Adolfo Sanz.  Él era tan osado como ella. Esta es la conversación que selló un acuerdo.

–  Quería darle las gracias por las rosas..y decirle que no entendí la tarjeta.

– La tarjeta… Yo cuando la ví hace dos años entrar a la reunión que daba su padre, vestida de marrón, hermosa , altanera,  la cabeza erguida llena de moñas, y aquella azul sobre la frente, pensé..esta diosa va a ser mi novia..va a volar a mi lado.. va ser mía..perdón ..mi atrevimiento..

– Maruja, reía.. reía y através de ella reían Marinée y Nenette,  diciendo   –  »   No eran moñas eran torniquetes de papel…para hacer los rulos. ..»    Mientras reían los dos se fueron acercando y en el colmo de la desfachatez, ahí junto al obeso angel de la guarda, el de la fuente, se dieron los primeros besos y abrazos  … Probar…probar.. no es pêche…

Alguien le contó a la señora de la casa que la señorita Maruja, había estado en el patio a plena luz del sol besándose y abrazándose con el señorito Sanz…

A  la rebelde esta vez, le señalaron dos caminos.

El padre había sido designado Cónsul en Argentina y se trasladaban todos  para Buenos Aires.  Maruja iba con ellos y despedía para siempre al señor Adolfo Sanz…o se casaba con él antes de que pasaran tres meses .

No valieron las dudas de la joven…. Según la madre la hija de tan liberal que era, hacía mucho tiempo había dejado de pensar..

Maruja le preguntó a su madre en una áspera conversación, quien le había elegido el marido a ella. La madre dudó y con total franqueza, le dijo- »  creo que tu padre me eligió.. »

Entones Maruja con total descaro para el momento le dijo entre lágrimas de rabia:  – » Me caso con Sanz y de ahora en adelante podrás decir mamá  que yo elegí a un marido…rico..mucho más rico que yo… especulé con todo eso,  por la sencilla razón de que me besé y me abracé con él  y como  dejé de pensar y voy a cumplir dieciocho años…!!

Mamá decía con voz entrecortada. » ..Mamá me estás empujando…. me estás empujando, !!..  podrás  explicar al que te quiera oir,  con toda razón que  todavía conservo en la cabeza,  torniquetes de papel..»

La madre la abrazó con tanta ternura, y le besaba los cabellos,  y la calmaba, y le decía  »  vas a ser feliz.. » que por un rato largo ella tuvo la impresión que estaba en el nido que formaban los brazos de Marinée. Su propia madre se daba cuenta de sus límites y le estaba dando su aprobación, cuando le dijo:   »  Antes del enlace hablá con Marinée. »     Entonces …siempre supo que la veía .?  » , pensó Maruja..y nunca lo impidió.!!

Se habían dicho  tantos callados secretos y la calma fué ganando en medio de la tempestád  la casa.

La encantadora Maruja, la del cabello cortado a lo paje mandó a cada uno de sus seres más querido una foto de ella anuncíandoles  sus nupcias con el Señor Adolfo Sanz.   Por medio de unas participaciones decoradas con letras doradas  y emarcadas por flores de azar, y un centro de seda,  los padres de la novia,  los invitaban a acompañarlos  a la Iglesia Metropolitana- Catedral   y a la  recepción que darían   con tal motivo.

15 de Abril de 1915.-

Cúpula de la Catedral Metropolitana .

El Edredón según Marinée.-

Parte I.-

Marinée – Maruja.

La casona era el fiel retrato de los que la habitaban. Tenía un refinado estilo.  Sus pisos de marmol con  baldosas blancas y negras en damero y  pasando la cancel de inmensas proporciones, con sus cristales esmerilados , dibujando flores,   llegabas   al mágico momento de entrar al patio con claroya de vitreaux  y presidiéndola la fuente de pristino blanco.  En el centro un ángel regordete sostenía entre sus manos un pez y de ahí el agua surgía cayendo  hasta colmar la batea cilíndrica, que contenía peces de colores.  La llamaban la fuente del ángel, porque decían que en esa familia todos ellos, se habían sentidos protegidos por él.  La señora. de la casa decía que era el ángel de la guarda.. Se había mandado a hacer a Italia. Por un inconveniente surgido en el puerto, una de las alas se quebró, y un marmolero de la ciudad, como pudo quitó las dos alas y quedó el ángel  como un niño asexuado y gordo. No era que fuera algo extraño, sino que parecía más el signo de la abundancia, sobre todos los conceptos de esa época.  Con posterioridad, cuando habían fallecido los dueños, lo herederos la donaron al estado. Hoy se encuentra en una plaza de la ciudad.

Una hermosa familia de la burguesía intelectual y política . Él era abogado y había sido ministro de Educación y Cultura.  Ella era hija del primer Procurador que tuvo la ciudad.   La de ella trajo aparejada que fuera unas de las familias más adineradas de la época  y en base al don de gente, y a la fortuna que lograron hacer , sus hijos se fueran casando con prestigiosas personalidades .

Ninguna de las dos familias eran patricias, pero lo parecían.

Era la mayor de tres hermanos.

Las dos menores eran mellizas, y a raíz del mal parto que tuvo la madre, quedó ahí la descendencia. Le decían Maruja , pero se llamaba María  Angélica.  Tal vez fuera un nombre muy largo para decir, llamándola  en esa casa inmensa con un  sector en dos plantas, dando a otra calle.  En el último tramo vivía la servidumbre de la casona, que aunque no era numerosa  era sumamente trabajadora y dispuesta. Era un mezcla de españolas  y alguna muchacha del interior, la que hacían el servicio de mucamas y cocineras.  Había una lavandera que retiraba la ropa dos veces por semana ,   costurera a domicilio , niñera para las dos niñas chicas,  chofer y  secretario particular para el dueño de  casa.

Marinette,  era francesa. Hablaba correctamente el español, teniendo algunos dichos como decirle » Cheri «, al señor de la casa, como al jardinero, o al chofer. Para Marinette, todos eran » Cheri »  . Era querida y respetada en extremo. Conocedora de historias graciosas casi todas y algunas picantes.  Lo bueno era que narraba de una manera tan amena, sin decir de dónde era que las sacaba, y algunas las dejaba para el otro martes, y así era esperada muchas veces por alguna mucama con el » cómo sigue «.  Era digamos el ponerse al día con inventos o realidades en   un trabajo oral, buenísimo.  Su labor era en varias  casas de las más pudientes de la sociedad y  tenía ocupada toda la semana  Llegó a ser imprescindible en la familia, concurría todos los martes desde  hacía más de nueve años.    Cosía, remendaba, ajustaba, y confeccionaba hermosos trajes para las mujeres y niñas. Iba temprano en la mañana, y se marchaba tarde en la noche. Muchas veces la tuvo que llevar el chofer, porque se marchaba con algún traje o enagua sin terminar. Iba a trabajar con una hija de la edad de Maruja que se llamaba Nenette. La jovencita, estaba pegada  las faldas de su madre, y a la edad de once años ya sabía surfilar y zurcir.  Desde tan pequeña fué enseñada a contestar si le hablaban, y a callar casi siempre.  Annete y Maruja, se hicieron camaradas en pequeñas cosas, como  trenzar  cintas de colores, figurando collares, o en ir sacando piedras de trajes bordados, para hacerse anillos, o con tules y volados fantasear, a ser grandes..

Todo ese andamiaje  de la sociedad, basado en muchos prejuicios, en el ocultamiento desde lo más importante a lo más trivial, hizo de Maruja una jovencita lejana a todo.   La instrucción que recibió en la casa dictada por una maestra y reforzada por su madre, hicieron que no conociera el juego en grupo, la competencia, el arrebato.  Podría decirse que a la única que se atreveía a contarle sus dudas era a Marinette.  Muchas veces una risa, un abrazo al llegar o simplemente el decir una mala palabra y decirla como al desgano obran milagros. Aleja la soledad.  La manda a jugar a dar vueltas alrededor de la fuente.  La palabra mágica  , la contraseña era Merde.. Cuando cosía y se pinchaba, o cuando cualquier costura no salía como ella pretendía, o cuando el pedal de la máquina de coser perdía la correa..Todo era » Cheri »  » Merde » o Pèche . Uno repite muchas veces lo que la memoria no permite olvidar.

Cuando tenía doce  años su figura se  empezó a alargar , la cintura se estrechó ,  sus pechos a crecer como botones, su pelo se hizo  más pegado a su cara y fué  el marco adolescente perfecto, aunaba una belleza pálida de ojos color avellana claro y formó en todo una figura extremadamente atrayente para la época.  Tenía marco de plata labrada, de esos que tienen un lazo al comenzar su óvalo.

Cuando Marineé le estaba tomando las medidas para hacerle un camisolín, no le pasó desapercibido ése cambio. Y  a las risas y como en broma le dijo  – «Oh   mamelón.. »  » Maruja enrojeció, no sabía la palabra, pero conocía su cuerpo..y le cortó la conversación, dejando que el centímetro se resbalara, entrando la cintura al límite de casi no respirar.

-Mamelón, pezón, es igual, y no es pêche..

Nadie se podía enojar con ella, era tan conocedora de todo..y la risa de Nenette decía el resto. Era fiel alumna de su madre.

En las pruebas siguientes Marinée se encargó de explicarle que..»  los senos crecían hasta llegar a ser grandes y hermosos..y que cuando fueran grandes del tamaño de la palma de una mano, alguien ..en algún momento ..alguien que la quisiera mucho los acariciaría  y que sería hermoso, como sentir seda sobre seda, con una rosa bordada en el medio.. »  Y no es pêche..»

– Cómo los de mamá ? Preguntó Maruja..y Marinée hizo un gesto como diciendo mejor…mucho mejor..

En esa etapa en que los juegos de niños se mezclan con despertares de adolescentes, los momentos se entemezclan y pasan del pudor extremo con la espalda encorvada, hasta  sentarse de cualquier manera, viéndosele la enagua y el correcto  doctor , y padre hacerle ver lo importante !!. –  «Las niñas al sentarse juntan las piernas. – Las niñas no corren detrás de la servidumbre. – Las niñas no gritan..para eso y para llamar están las campanillas. – Las niñas no andan descalzas..»

La tardecita era calurosa, época propicia para el paseo. El padre y la madre la invitaron a ir  hasta el Prado, a la Quinta de Benzo, ahí podría jugar con las hijas de sus padrino, y con las amigas de ellas. Maruja dijo que estaba cansada.  Los padres la miraron y la vieron tan pálida que le preguntaron si sentía bien , pero al decirle que solamente estaba cansada partieron ellos con las mellizas.

– Su madre al irse le dijo..- »  Espero que estés cansada, que no sea una excusa para quedarte charlando y escuchando los estúpidos cuentos de Marinée..No le vayas ahora a decir que yo comenté eso…!! »

Maruja de verdad se sentía muy cansada, tanto que se tiró en la cama sobre la colcha , con los zapatos puestos, y las enaguas al aire.  Fué cuando sintió, un líquido caliente, que le llenó el calzón,  la manchó,  despavorida vió, una sustancia amarronada ,  que la obligó a quitarselo y las enaguas volaron por el aire  .

Una mancha roja cayó al piso. Quedó redonda, inmensa y el miedo se apoderó de la niña, que salió corriendo, con la falda  remangada, hacia lo  alto, hacia su refugio, a los brazos abiertos de Marinée.

–  » Estoy enferma…muy enferma..» . los gritos llenaron la pieza y corrieron las mucamas pero solamente como formando un rollito entre los adorados brazos pudo ir serenándose.

Las siguientes horas fueron las clases magistrales que recibió una niña de una mujer conocedora de las cosas de la vida y  del sentir de los demás.  Desde lo común que era en una mujer perder sangre todos los meses y lo que significaba no perder la sangre. Desde la protección que se debían poner en esos momentos , hecha de toallas y cinturones con hojales.  La niña pasó, del miedo al asombro, hasta los límites de la repugnancia, pero se fué calmando. Esos ojos marrones parecían más serenos que nunca. Le habló de la relación que existe entre un hombre y una mujer.  Del amor, de un amor hecho  poesía, no un amor de pecado, de un amor común, hermoso, compartido.


Marinée decía que,- » el gran amor es como un gran edredón, confeccionado con plumas de ganso, las más selectas y finas,  el duvet, las que más abrigan. Un buen edredón en el centro mismo lleva más cantidad, para que abrigue parejo, y no se vayan las plumas por las costuras  a los extremos dejando frío el centro . El centro ..» Cheri «.  Son como  los mamelones..esos que crecen todos los días.

Cuando llegaron los padres, las primeras en contarle fueron las mucamas, y estaban tan azoradas, porque algunas de ellas no conocían ni  entendían de cerca las razones de la francesa, tanto que dudaban de que fuera cierto lo del abrigo y los mamelones, pero eso se lo callaron, era mejor no decir tanto. Así que entraron los padres sonrientes  con las mellizas, y cómo gran saludo le dijeron

– Querida estamos muy contentos eres ya una señorita…una señorita…!!

Maruja se levantó , y dejó su alta figura frente a sus padres  y a su madre con los brazos abiertos para un abrazo.  No fué la niña encorvada de los últimos tiempos, estaba someramente  vestida con un pequeño camisolín, y por arriba su blanco y transparente vestido de gasa, con los entredós de encaje.    Parecía de mármol, en su desnudez .

Con arrogancia y estirpe, como un eximio orador les dijo desafiante, en  un verdadero desacato para la época.

» –  Ahora soy una señorita…y cuando alguién me quiera, me quiera mucho.. me voy a casar y no me va a venir más la sangre, porque voy a ser una señora como mamá y voy a tener niños..»

Marinée, tuvo que despedirse de la familia, todos lamentaron mucho su partida. El doctor le dió un dinero extra tan importante que hizo lo imposible   » dejó muda a Marinée »    y la recomendó a un colega con  hijos mayores , sin adolescentes para dar lecciones. La dejó por un largo tiempo sin interpretraciones.

Barriendo huesos.

Cuento breve.

Barría, largo el movimiento como adormecido. La escoba de paja tenía el aspecto de haber sido usada para diversos fines.  De un lado completamente abierta, dejaba ver la madera que la contenía y en el opuesto completamente raída. Mojaba el piso con agua que sacaba de un balde .  Metía la mano y con un brusco movimiento  las gostas las  esparcía en el piso.  Ritual de pobre limpieza. Así se refrescaba la pieza  y se contenía el polvo.

La luz entraba por una raquítica ventana alta y angosta, y dejaba en el piso bailando las figuras de las hojas de los árboles de la calle.  La puerta abierta proyectaba un triángulo sobre el piso caliente.  Por ahí entró el Canuto,  perro viejo  y chueco, que se acomó jadeando y babeándose en el rincón más oscuro de la pieza.

La Choli, ni lo vió ni lo oyó.  Estaba en su estado frecuente de enseñoramiento . Ya había amontonado papeles y tierra en la mitad de la pieza.

Canuto, viendo que no le llevaba el apunte, ladró con un ladrido apagado y ronco.  Éso depertó a La Choli,  sorprendida y furiosa le dió con la escoba por el lomo, y el perro salió llorando, con un gemido  parecido a un chifle, porque el aire le salía por los pocos dientes que tenía.

Despertarla justo, cuando estaba soñando que comía una tira de asado, con chinchulines y choto.!!

Con el hambre que tenía, que por momentos la agujereaba !!

Cuando llegó con su ceremonial al rincón donde había estado el perro, encontró dos huesos de asado pequeños, pelados, y mordidos al máximo.

Comprendió , que el hambre y las ganas de comer pueden ser compartidas, y que cada uno las expresa como puede. Por eso recogió el resto, lo puso en un tacho, y salió hacia la puerta, con el balde y el tacho uno en cada brazo, llamando al Canuto  para darle agua..

El agua y el soñar aquietan las tripas…Ella soñaba mientras el perro bebía..