Parte II.
Maruja.-Marinée.-.
Cuando Marinée se despidió, los padres de Maruja pensaron que las ideas de la francesa se irían con ella para siempre.
No fué así. Maruja durante cuatro años se las ingenió de mil maneras para verla , charlar con ella y su hija Nenette. No la veía todas las semanas, pero no menos de dos veces al mes. Sobornó al primero que encontró pero logró sus objetivos. Las mellizas crecían rapidamente, aunque existía una diferencia con Maruja de cuatro años, éstas últimas eran tan altas y robustas que pronto , según se mirara las edades se emparejarían.
La costurera fué suplantada, pero la nueva era una señorita sumamente callada y taciturna. Les dijo que solamente podría trabajar mediodía. Tenía cincuenta y nueve años !! Con todos esos inconvenietes igual fué aceptada, lo que tenía de bueno era que no tenía ideas..
Empezaron a hacerse los trajes con un modisto muy reconocido. La elegancia en esa época era tan fundamental como la tarjeta de visita, la bandeja de plata, la palidez de la tez en las mujeres, los sombreros, las enaguas, los guantes de cabretilla o encaje, los tules, el reloj de oro con cadena , el abano, el bastón y la galera entre los hombres. Todo era más visual en la sociedad del buen vivir, más que la esencia de las cosas. No era que vivieran en una nube, pero el miedo a bajar cualquier escalón sobre todo económico o social, hacía que se paralizaran muchas opciones que hubieran sido brillantes.
Maruja argumentó con su madre varias cosas y en algunas consiguió que la escuchara, en otras fué a dar todo a los sueños. Entre otras ideas quería cortarse el pelo. Su madre insistía en que no era lindo hacerlo, el pelo y las joyas daban prestancia, señorío, que no quedaba bien, que era muy menudita , que su cara parecería la de un varón. Pero Maruja insistía. No aguantaba más los rulos de papel, que le ponían en la cabeza, hechos con un papel de copia sacado del estudio del padre. Parecían grandes moñas que la quisieran hacer volar, pero lo cierto era que no se podía tirar en la cama como le gustaba, los rulos se lo impedían, le tironeban el pelo. Era un sufrimiento que no reportaba ningún beneficio. Al poco rato de sacárselos el pelo caía lacio con leves ondas sobre los hombros. Si se lo cortaba ella lo más probable es que fuera un desastre así que pensó una treta y la llevó a cabo.
Una noche en que la sala estaba llena de gente que celebraban que el doctor volvía a la política, en lo mejor de la reunión apareció Maruja, ( aunque no estaba invitada por tener dieciséis años y ser una reunión para mayores ) correctamente vestida con un traje marrón hermoso y la cabeza llena de rulos blancos enormes, y uno de ellos en la frente misma más grande aún hecho de un papel azul.
Se paseó muy segura , con ese andar de espalda recta, barbilla alta, luciendo su pequeña cintura y colgando de su cuello un pendantif, que le había regalado su padre el día de su cumpleaños. No quería que nadie dudara que ella era la hija del prominente político. Nadie dudó de su condición, tenía andar de reina, y era tan original.!! Dió una vuelta saludó a algunas personas conocidas, estiró su mano a algún caballero, y se marchó. Fué la primera vez, que dejó al orador de siempre mudo. – » Con un pérdonen es una niña »
Un joven perito mercantil que estaba invitado fué de los pocos que se atrevió con un comentario. – » Es una belleza doctor, con la cabeza llena de moñas «- Nadie supo si el joven no se había dado cuenta que toda la cabeza de la joven eran torzadas de papel. La joven según los invitados tenía » papelitos en la cabeza »
Al día siguiente después de una formidable pelea entre los padres, que pensaron en las más diversas formas de castigo hacia la insurgente por el escándolo suscitado . Temían el comentado malicioso en los diarios, o el murmullo en las tertulias. Ya leían » La hija de prominente político luce rulos de papel «..Nada aconteció y Maruja fué autorizada a llamar a una conocida peluquera y cortarse el cabello. Pero a partir de ese momento los padres decidieron que para Maruja lo mejor era «casarla cuanto antes. » » No fuera a ser que contaminara a las mellizas. »
Fueron muchas las jóvenes de la sociedad que imitaron a la señorita Maruja y muchas de ellas se libraron de los rellenos de estopa, con que se hacían moños y recogidos y el pasarse horas desenredando las largas melenas que lucían en esa época y mucho tiempo al sol para que el cabello recién lavado se secara. El corsé estrujaba órganos esenciales en la mujer, y ya se habían rebelado muchas ante su uso despiadado y los moños y rodetes comprimían las ideas en las jóvenes. Muchas de ellas habían fracasado ante padres, maridos o hermanos para tener ideas renovadoras.
El año pasó rápido. La política llenó la casa de gente conocida y no tanto. Todo ese barullo y entusiasmo contagió a todos. La libertad empezó a dueñarse del escritorio del padre y mucha gente en el famoso patio, pudo contemplar la fuente del ángel de la guarda. Ése que a medida que pasaba el tiempo menos entendía porque estaba tan gordo, si lo único que tomaba era agua.!! La política y la burocracia , estaban haciendo estragos hasta en los ángeles. !!
Para Maruja fué la liberación, con decir » voy a la sombrera, al registro, al modisto, a la iglesia, a ver a la madrina, » bastaba. Muchas veces tuvo que llevar a las mellizas a la clase de piano, pero mientras ellas estaban en el conservatorio, ella se iba a charlar con Marinée.
Fué así que le contó..» Casi todas las tardes, papá o mamá invitan a tomar un té o un café, a Adolfo Sanz, el perito mercantil. Estoy segura que me quieren prometer con él. » – Cómo era él le preguntó Marinée ? – » Es…delgado alto, tiene bigotes, es gentil, …mamá dice que él y su hermano se hicieron cargo a la muerte de los padres, del negocio de importación y exportación , es corredor de bolsa y dueño de un campo en Canelones. » – Marinée le dijo… Cheri..No te pregunté si era rico, con uno que sea rico alcanza, te pregunté si sabes como es él.
– No…no sé..No me gusta como da la mano…» – La mano ? -Sí la da blandita..desarticulada de la muñeca..Así…y Maruja hacía un gesto gracioso dejando colgada la mano y sacudiéndola..Lo hacía para que Marinée riera con ella y con Nenette y pudieran decir la tres.. la contraseña: » Merde »
Marinée aconsejó a Maruja que no se ilusionara con él, que viera si de verdad le gustaba que probara.. – Probar ?–¿ Cómo ? – » Con un beso por ejemplo..Probar no es Pêche.. » respondió la mentora. » Probá que no es el hombre blando.. »
A partir de ahí para referirse al perito o a Adolfo, o a Sanz, decían el hombre blando..Todo esto era motivo de un verdadero jolgorio para las tres. La inocencia, la picardía y la ignorancia unidas pueden hacer , una mixtura capaz de llegar muy lejos.
Una tarde cuando Maruja estaba por cumplir los dieciocho años y se encontraba Adolfo Sanz por entrar al escritorio del doctor , Maruja le preguntó si podía hablar un momento con ella. Ella se dirigía a él sin ninguna clase de protocolo.
Hacía dos días había recibido unas rosas de Sanz, dirigidas a ella y una tarjeta que decía. » Para la señorita Ángélica, la de las moñas voladoras. Con todo respeto. Adolfo Sanz. Él era tan osado como ella. Esta es la conversación que selló un acuerdo.
– Quería darle las gracias por las rosas..y decirle que no entendí la tarjeta.
– La tarjeta… Yo cuando la ví hace dos años entrar a la reunión que daba su padre, vestida de marrón, hermosa , altanera, la cabeza erguida llena de moñas, y aquella azul sobre la frente, pensé..esta diosa va a ser mi novia..va a volar a mi lado.. va ser mía..perdón ..mi atrevimiento..
– Maruja, reía.. reía y através de ella reían Marinée y Nenette, diciendo – » No eran moñas eran torniquetes de papel…para hacer los rulos. ..» Mientras reían los dos se fueron acercando y en el colmo de la desfachatez, ahí junto al obeso angel de la guarda, el de la fuente, se dieron los primeros besos y abrazos … Probar…probar.. no es pêche…
Alguien le contó a la señora de la casa que la señorita Maruja, había estado en el patio a plena luz del sol besándose y abrazándose con el señorito Sanz…
A la rebelde esta vez, le señalaron dos caminos.
El padre había sido designado Cónsul en Argentina y se trasladaban todos para Buenos Aires. Maruja iba con ellos y despedía para siempre al señor Adolfo Sanz…o se casaba con él antes de que pasaran tres meses .
No valieron las dudas de la joven…. Según la madre la hija de tan liberal que era, hacía mucho tiempo había dejado de pensar..
Maruja le preguntó a su madre en una áspera conversación, quien le había elegido el marido a ella. La madre dudó y con total franqueza, le dijo- » creo que tu padre me eligió.. »
Entones Maruja con total descaro para el momento le dijo entre lágrimas de rabia: – » Me caso con Sanz y de ahora en adelante podrás decir mamá que yo elegí a un marido…rico..mucho más rico que yo… especulé con todo eso, por la sencilla razón de que me besé y me abracé con él y como dejé de pensar y voy a cumplir dieciocho años…!!
Mamá decía con voz entrecortada. » ..Mamá me estás empujando…. me estás empujando, !!.. podrás explicar al que te quiera oir, con toda razón que todavía conservo en la cabeza, torniquetes de papel..»
La madre la abrazó con tanta ternura, y le besaba los cabellos, y la calmaba, y le decía » vas a ser feliz.. » que por un rato largo ella tuvo la impresión que estaba en el nido que formaban los brazos de Marinée. Su propia madre se daba cuenta de sus límites y le estaba dando su aprobación, cuando le dijo: » Antes del enlace hablá con Marinée. » Entonces …siempre supo que la veía .? » , pensó Maruja..y nunca lo impidió.!!
Se habían dicho tantos callados secretos y la calma fué ganando en medio de la tempestád la casa.
La encantadora Maruja, la del cabello cortado a lo paje mandó a cada uno de sus seres más querido una foto de ella anuncíandoles sus nupcias con el Señor Adolfo Sanz. Por medio de unas participaciones decoradas con letras doradas y emarcadas por flores de azar, y un centro de seda, los padres de la novia, los invitaban a acompañarlos a la Iglesia Metropolitana- Catedral y a la recepción que darían con tal motivo.
15 de Abril de 1915.-