Una hermosísima ciudad balnearia. Algunos turistas deambulaban mirando , otros más decididos compraban y tenían las manos ocupadas por grandes bolsos de papel reciclado. Se oía hablar diferentes idiomas. El mar se sentía cerca. Un lugar para ver y que te vean.
La calle más comercial, las marcas más reconocidas, las vidrieras más exclusivas y los precios de acuerdo a todo lo enumerado. La veinte a pleno !!
En la perfumería más chic, la más selectiva, la de la vidriera panorámica, la de las luces dicroicas, ahí entró Alma.
En cuanto pisó el piso blanco de mármol, sus pasos fueron detenidos, por una voz juvenil que le preguntó.
– En que puedo servirla.
– Vengo a comprar un perfume.
Cuando iba a decir cual, entraron unos cuantos turistas y la chica la dejó de lado, e hizo la misma pregunta a esas personas y las fué guiando hacia diversos sectores.
Alma quedó parada en éxtasis mirando los anaqueles de fondo de espejo y estantes de vidrio. Qué lujo !! Cuántos perfumes. Cada marca tenía un sector, y cada lugar era atendido por señoritas que parecían muñecas , altas, delgadas al límite, maquilladas como para ser reclames de cosméticos y todas uniformadas. Qué lindos uniformes. !! Pantalón y blusa de igual color, pero según fuera el lugar eran rosadas, blancas, celestes, negras,azules. Parecía un arcoiris formado por mujeres bonitas. La música suave acompañaba el conjunto. Los lápices de labios enhiestos mostraban sus colores desde el rojo profundo al violeta. Los esmaltes formando racimos ofrecían sus frutos. Todo era Make up y sales de baños. Había sponsor, que te regalaban minúsculos frasquitos, promocionando perfumes . Todo el lujo detenido entre plantas, vidrios, espejos y fragancia. Todo en dólares.
Porque le gustó el color, se dirigió a la señorita de rosado y escuchó la misma pregunta
– En qué puedo servirla.
Alma vió que tenía una plaquita en el bolsillo de la camisa con el nombre que decía Sthefani.
– Verá señorita, quiero un perfume. Sthefani es su nombre verdad ?
– Sí señora es mi nombre. Cual es el perfume que busca ? Como habrá observado tenemos las mejores marcas, lo más exclusivo.
– Mire Sthefani, busco un perfume que olí hace mucho tiempo..es tan rico que por dos años no pude sacarme ese olor de la nariz…pero el problema es que no sé su nombre. A mi me dijeron, tenés que ir al mejor lugar para encontrarlo. Por eso estoy aquí.
La empleada la miraba atónita. El pelo malamente teñido y el resto tan modesto. Un pantalón negro y una camisa de esas de use y tire. Esa señora llegó al lugar equivocado y con una excusa la iba a sacar del negocio cuando la mujer siguió hablando.
– Yo sé que los perfumes acá son carísimos, pero si Ud. me ayuda yo lo encuentro. Hace dos años que vengo ahorrando para comprarlo.
– Dos años ahorrando para comprar un perfume. ?
– Ud. no sabe lo que es soñar oliendo ? Yo que me paso con ese tufo de aceite y nafta, todo el día, solamente cuando llego a la cama es que puedo sentir el perfume. Cómo acá, todo el lugar huele bien, como Uds.
– Ud. trabaja en una automotora o en algo así ?
– No Sthefani, yo tengo dos cuadras.
– Dos cuadras de qué. ?
– Cuido coches en la veinticuatro. No me conoce ? Me llamo Alma.
Sthefani, viendo que la jefa, le hacía una seña, le dijo.
– Mire Alma, vamos a buscar el perfume rápido sino tengo que seguir atendiendo a los cruceristas. No puedo seguir conversando. Vamos a ver. Para qué quiere el perfume, para después del baño, para salir o..para..para trabajar.
Una risa franca alegre cerró esta parte de la conversación.
– No se asuste. Quiero un perfume para enloquecer a un hombre.
Sthefani, se rió con ella y buscó en los anaqueles tres frascos hermosos, y los puso sobre el mostrador.
– Éste enloquece a los hombres de día, éste es para la tarde, y éste va en la noche. Ahora Alma Ud. me dirá cual es su horario. Mire que todos cuestan en dólares…espere le voy a poner en la muestra y Ud. me dice si alguno es ese que Ud. tiene en el recuerdo.. Le perfumó hasta las muñecas, explicándole que sobre la piel es diferente cada aroma.
– Alma olfateó cada una de las tres muestras, y negó con la cabeza…
– Entonces Sthefani, trajo una caja verde oscura con un óvalo dorado y puso su cuarta muestra en la pequeña cartulina y detrás de la oreja de la compradora .
Los ojos de Alma dijeron el acierto, ése era el que buscaba y cuando quiso leer el nombre..Poison.
– No, se dice Puason.. es francés es de Christian Dior..Le dijo la vendedora. Lo lleva ? Cuesta mucho pero qué alegría siento que lo haya encontrado. Es un perfume especial, no es para todos los días. Es para un momento importante.
– Puedo hacerle una sugerencia, córtese el pelo, tíñaselo bien claro , arréglese las manos, y una gotas de… éste perfume que embriaga y ya está para ser hechicera..
La acompañó hasta la caja, la llevaba del brazo como a una conocida , pero lo increible sucedió cuando llego a una de las tres cajas y ante la atónita mirada de la cajera y de Sthefaní , Alma abrió su cartera de tela y adentro de ella todo el cambio que pudo juntar en dos años de propina. Su cartera era una alcancía. La clásica chanchita.!!
La cajera miró a la jefa y ella hizo un gesto y cerró la caja para que durante casi una hora pudiera contar las monedas y empaquetarlas, Había algunos billetes, pero casi todo era cambio chico. El de » sírvase…No tengo más…Gracías.. éste es todo el cambio..»
Cuando el perfume estuvo envuelto para obsequio, con moña incluída y un frasco de esmalte para uñas Maybelline de reglo , Alma se sentía orgullosa de la bolsa vistosa , que tantas veces vió pasear ante sus ojos.
Ahora ella tenía una, de exclusiva esencia…para ser bruja..para no ser santa..
Antes de salir del local al pasar por la vendedora le Preguntó. – Quisiera saber algunas cosas .
En un poco más de una hora parecían amigas.
– Usted. dirá Alma.
– Porqué le pusieron una h a su nombre y al de Christian si no suena..y que quiere decir Poison..?
– Riendo le respondió no sé, sin h es lo mismo para los dos nombres, con respecto al mío, lo eligió mi mamá porque le gustaba una canción que se llama así y el nombre del perfume quiere decir.. veneno…así que un poquito por vez, no se le vaya a morir antes de tiempo ..al que quiere enloquecer .
– No tengo apuro..primero lo tengo que encontrar..
Cuando volvió a su cuadra, a su turno, guardó debajo de un saco de lana su cartera de tela y dentro su regalo. Junto a sus pertenencias una botella con agua y un vaso, decían a gritos su precariedad. Todo se conformaba con su chaleco fosforecente anaranjado , que le brindaba el Banco de Seguros del Estado, como propaganda.
Vió moverse el auto gris…ese el del viejo ricacho que siempre le decía » le dejo ésto señora , mañana le doy más «…Siempre le decía lo mismo y le daba poco. Alma lo alcanzó corriendo.
Esta vez, cuando ella terminó de hacer las señas de mudo para que pudiera salir , al estirar la mano para recibir la propina el aroma de cuatro perfumes invadieron el auto y el señor dijo…
– Qué perfume tan rico.!! Me parece conocido.. Cual es .?
Alma ya ducha en esencias le dijo..Se llama Poison..
Y mientras manejaba el cliente pensaba..Qué va a ser ese el perfume con lo que cuesta..!! Sí sabría él que regalaba el mismo frasco del mismo tamaño, a su mujer y a su amante, para que al cambiar de dama , ninguna sospechara de su engaño.. Las dos con la misma aroma .
» No creo en brujas, pero que las hay las hay. » como dice el dicho..sino que le pregunten al señor de edad madura como se gusta decir ahora, esa edad indefinida que va desde los sesenta y cinco hasta que se acaba la cuenta..
Q ue a partir de que Alma se cortó el pelo y se lo tiñó de rubio casi blanco y usa calzas, que dejan entrever sus formas, anda medio enloquecido diciendo a sus amigos, que no le creen nada, que hasta las cuidacoches tienen aroma a Paris..a un dulce veneno francés..
Y dá cada propina..que ni te cuento…!!