UN TÉ CON GALLETITAS DE CHOCOLATE.

Cuento Breve.

Cuando el timbre sonó estridente eran las cuatro y media de la tarde.

Sonia fué a ver quien llamaba  y vió por la mirilla que era  su vecina de barrio, la esposa del farceútico y le franqueó el paso.

Luego de los saludos cordiales, la dueña de casa la  invitó a entrar y al mismo tiempo le ofreció un té.  Sonia tenía una taza humeante en la mano.

Las vecinas se sentaron cordialmente en el hermoso estar de la casa. Sobre la mesa ratona  una tetera de porcelana no ocultaba su ilustre orígen.  Sonia acercó otra taza y sirvió a la visita. Le explicó que era un té muy rico, porque ella hacía como sus padres mezcla de varias aromas según el día.. Amalgamaba sabores, jasmine,   breakfast,  afternoom , con el english blend,  » For hot tea » como dicen los ingleses.  El té fué rechazado antes de tocar la taza.

Sonia sentía curiosidad, qué llevaría  a esta  conocida hasta su casa. Ella era una persona poco dada . Había conversado con el químico varias veces pero con su esposa nunca.

Sus padres eran holandeses, y en el año 1938, entraron al país a raiz de una importación de semillas  y concluídos los trámites que llevaron más de un año, enamorados de la ciudad,  de su costa y de la tranquilidad del lugar decidieron quedarse definitivamente en ella.

Aquí nacieron sus dos hijas, que tuvieron dos nacionalidades pero que eran más holandesas que los suecos y los tulipanes. Sonia había sido rubia, y tenía los ojos azules agrisados, casi transparentes. Piel muy blanca  y surcado el rostro de finas arrugas. Llevaba los años con una hermosura decantada que la hacía sumamente atractiva.

Ahí estaban las vecinas frente al servicio del té y sobre una fuente masitera las clásicas galletitas de chocolate.

– Tú dirás, en que te puedo servir.. Conozco a tu esposo… Hablé con él varias veces…Tú nombre es…?

– Me llamo Mirtha Antúnez de Acevedo.  Perdone que haya venido hasta su casa.  Verá señora …Yo quería preguntarle si su hijo el Ingeniero vuelve pronto de Amsterdam  .

– Tú conoces a mi hijo ?

– De vista nada  más.

– Y cómo sabes que está en Amsterdam.?

-Alguién me lo dijo.

Sonia pensó ésta lo sabe por mi exnuera, que se pasa  desde su divorcio comentando   todo sobre   la familia.

– Mi hijo no sé..Pero porqué me preguntas por mi hijo ?.. Se quedó Mirando a Mirtha, era una linda mujer, joven de pelo castaño, alta. Pensó..No estará interesada en Bob..

– Es que quería decirle..ahí titubeó y siguió..¿ Usted recuerda a mi Gonzalo verdad ?..Mi hijo mayor.

– Sí lo recuerdo pero hace muchísimo que no lo veo, es el del pelo enrulado..?

– El mismo, pero ya está grandecito, está en cuarto de Facultad de Ingeniería.. Ya se recibió de Analista de Sistemas..

Ahora le veo la vuelta..pensó Sonia quiere alguna recomendación para el hijo..

– Tú necesitas algo de mi hijo verdad ?

-Quería hablar con él por Gonzalo..

– Ya veo, pero no sé si regresa pronto..igual yo no me olvido y cuando el retorne le digo que querés hablar con él y estoy segura que te va a atender con mucho gusto cualquier petición.

– Esto me urge..No puedo esperar… Mire señora Borg , yo no sé si se habrá dado cuenta..y aquí  ganó el silencio por unos instantes….Tengo que decirle.. que mis dos hijos no son del mismo padre y por eso el color de Gonzalo que es…es  medio pardito.. ..Mirtha dijo ésto angustiada a punto de llorar…

– Calmate… Tienes una congoja muy grande, a mí no tienes porqué contarme nada…son cosas tuyas ..El hecho de que sea pardito no le quita sus méritos. Me acabas de decir que es muy buen estudiante..

– Señora déjeme relatarle todo.. Yo tenía diecisés años cuando conocí al padre de Gonzalo y me enamoré , no me importó nada, fuí contra todos, hasta dejé de lado la opinión de mi madre y cuando me dí cuenta estaba embarazada…él me dejó  y nuncá más supe del desdichado..Fueron tiempos muy bravos.! Hasta que conocí a mi marido y todo se fué solucionando…Pero créame perdí mi adolescencia. Créamelo. !!

– No te angusties Mirtha no vale la pena, las cosas del pasado no pueden arruinarte el presente. Yo le hablo a mi hijo y te garantizo , que si sabe de algún puesto tendrá en cuenta a tu hijo…esto lo dijo mientras mordía una galletita y estaba por su segundo té..

– Señora , mi hijo no necesita ningún empleo, ya lo tiene , trabaja hace más de un año para una Empresa Española.. y siguió..

Me da paz hablar con Usted..la veo tan comprensiva. Yo sé que Uds. los holandeses son muy liberales.. Yo le prometí a su nieta Ellen que hablaría con la Abu..

Sonia abrió sus inmensos ojos tanto que parecían que se salían de su cara..y con una voz diferente, mucho más aguda preguntó .

– Conoces a Ellen…que tiene que ver con todo ésto..?

Ahora era Mirtha la que decía . –  No se angustie ..señora..Es que Ellen y mi Gonzalo son novios..

– Novios !!  Pero si es una niña, tiene dieciseis años..Cuando..cuando lo sepa el padre…se oyó el ruido de la taza cuando caía pesadamente sobre el plato.. Es..Es imposible..

– Creo señora Borg..que no es la edad.. el impedimento es por el color verdad..?

– No sé…no sé..no quiero pensar en eso…es imposible..volvía repetir..

– Yo tenía esa edad cuando..

– Cuando qué..ya me lo contaste..esa es tu historia, no la de  Ellen..

Un silencio pesado, inundó toda la estancia, se posó en el té, en las galletitas de chocolate y la tarde se llenó de zozobra.. iba oscureciendo…cuando lo que se va a decir ya casi está dicho, o  se presiente.

De  madre a abuela..como  un hilo fino  de seda fué la  transmisión , y   la voz casi apagada dijo

– Es que Ellen está esperando un hijo de mi Gonzalito..

La blanca piel quedó transparente y los glaucos ojos, puestos ambos en un resorte de lo imposible, hicieron que se levantara del sillón como un autómata diciendo  una sentencia..

– Mi niña, mi hermosa Ellen..no puede..no puede..

–  Yo puedo ir hasta Holanda.. a Hablar con su hijo..o mi marido..Ya sé lo que piensa..ayúdela…no llore señora.. aunque sea así de difícil.. Gonzalito es un buen muchacho… y se quieren mucho…Por eso vine . Aunque parezca una locura…» Vamos a ayudarlos a los dos, …sobre todo por y  para que Ellen  en estos momentos  no pierda la alegría de la adolescencia «

Las dos se rodeaban  llorando

La tarde se fué empujada por las palabras,  el horizonte presagiaba tormenta , desde la ventana  se divisaba  un atardecer achocolatado.

5 pensamientos en “UN TÉ CON GALLETITAS DE CHOCOLATE.

  1. En el título insinuas la tormenta, sin embargo el lector no sabe de que será y el porque de la tormenta. Inteligentemente vas soltando el cordel y poco a poco la maraña se despeja. Bien llevado el cuento, me parece sobresaliente tu prosa, clara sencilla y sobre todo explotas con fortuna el lado emocional un abrazo gordo Rub

    • Gracias.

      Cuando comienza a atardecer, es bueno encontrar amigos a los que les guste leer.
      Creo que através del Blog, sin conocer a nadie, hallé, un grupo sumamente interesante. Así que Rub, éste sitio es para cuando guste.
      Hasta pronto.
      .
      Un abrazo. Stella.

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