Los rezos de los otros..


Cuento Breve.

Cuando un amigo en común le avisó que Laura había fallecido esa mañana en el siquíatrico en el que estaba internada desde hacía treinta y cinco años, Javier pensó – Mejor, dejó de sufrir. Así se lo hizo saber a su colega. Quedaron en ir juntos al Cementerio del Buceo.

Desde ese momento, empezó él un retorno hacia el pasado, hacia el amor perdido. Ese amor formado en la pasión, la ilusión y la inconsciencia. El que se recuerda siempre. Los primeros contactos, los sabores, los olores, la piel de seda del cuello, los besos dados, los robados. Siempre se hurta  del otro algo. Ladrón de las miradas y  los silencios.

Tan poco tiempo la poseyó y sin embargo ella  fué como un cirio infinito, que iluminó tenuamente una parte de su ser. Él la veía en el hoy joven, hermosa.

Se despidió de su amigo y quedaron en ir al entierro al día siguiente.

Siguío caminando hasta su casa, la que construyó con Nilda. La que formó y cobijó su hogar. La que forjo a sus hijos. La que aún lo espera en su declinar. Sus sesenta y tres años, hicieron que dejara en un oculto rincón de la memoria, lo que ahora veía, las voces que sentía en la soledad de la estancia. Nadie más lo llamó Javi, como ella ! Nunca más creyó en dios y sintió una repugnancia indescriptible hacia todo ornamento. Fué a partir de esos momentos un hombre austero. Un hombre sin gárgolas.

Ésto es lo que Javier hoy ya tardiamente,  remembrera de esa etapa..





» – Sabés que impresión me causan  las catedrales ? Preguntó la hermosa Laura a su compañero de fin curso..y de viaje..Recostanto su cabeza en su hombro. La voz enronquecida,  salía de su cuerpo pequeño.

–  Impresión ?  Yo  se que ..estudiás  … La mezcla de estilos … La grandiosidad de su construcción..el entorno en que están..la cantidad de turistas que convocan..Esto lo decía imitando  la voz nasal de uno de los guías y al mismo tiempo  le respondía mientras la abrazaba.. No somos Arquitectos Laura, somos Economistas..no lo olvides..

–  Me tomás a broma ! Todo eso se amalgama, pero hablo de algo que no se vé..  lo siento..lo escucho..

Se separó de él y al decirlo era otra Laura.

– Ya sé, hoy estás extrañando, y te sentís extranjera..aquí en Viena..ayer en París…-  Estás deseando volver.? Mañana es día de Reyes..y los papas no están para el regalo en el zapatito..

– Veo..Javi que no me conocés..o si me conocés es muy poco..poquito..

– Poquito te parece tres meses ..Ya hizo tres meses que estamos juntos ? No ?

–  » Siento..Javi, cuando entro sea cual sea el lugar en que estén las catedrales. Siento los rezos..!! »

–  Los rezos ? Lo que sentís deben ser los murmullos de los turistas, los flash de las máquinas, los pasos..

– »  Sentate aquí conmigo antes de que llegue el guía. No estoy para burlas. Si tu no me comprendés.. Sentate aquí.. Sabés que no soy creyente.  Por eso quiero contarte lo que más me llega.    Oigo aunque tu no creas en nada de lo que te digo, oigo a miles de personas, por miles de años, orando, los veo de pie, sentadas algunas, de rodillas otras  arrastrándose, mirando a lo alto, hacia las cúpulas, ahí donde se aunan la historia transformada en vitrales.  Son tantos los que impetran  que se forma una mixtura, de súplicas y promesas ,»  yo te doy..y a cambio..tú me das..»  Una especie de niebla se deposita, como si fuera pátina, en los santos, la vírgenes y los cristos.»

Javí, se sentía desconcertado,  el frío cortante  que envolvía en ese momento los alrededores de San Esteban y las palabras de Laura  lo inquietaban y lo dejaban aterido de incertidumbre.  Hacía muchos años, él lo sabía por comentarios de una amiga en común, Laura había tenido una crisis de depresión, que derivaron en  su internación  por un tiempo en una clínica especializada.

Desde el tiempo que se conocían, ella era siempre la más alegre y dinámica del grupo de viaje  de graduación. Habían terminado sus carreras..Un futuro prometedor los aguardaba. Y ahora ésto !

Se estaba metiendo en un laberinto. Se estaban perdiendo en una ciudad extraña.

Javi le dijo mientras la abrazaba, –  »  Laura  hay pátinas del tiempo transcurrido, de la gente que entra, del aire que se respira, de las velas encendidas, de la calle..Hay pátinas, muchas clases de pátinas, pero de rezos..no te entiendo  «..

– »  Viste que no entré a ninguna Catedral más…No entro,  por los rezos que escucho..me da miedo.. tengo miedo..mucho miedo..tantos. ruegos  y tan pocos cumplidos..tantos llamados al cielo…y tan lejos ,  los cirios quemados, el inciencio,  todos los santos  mirando con los ojos fijos, sus ricos ropajes, el oro, la mirra, la salvación divina.»

– »  Veo…Javi y oigo el roce de los dedos sobre las cuentas de los rosarios.  No puedo mirar más iglesias..no quiero saber de sus siglos…cuando empezaron ..y cuando terminaron.. Sus almas Javi..se quedaron colgadas  formando con  sus tramas   grandes gobelinos.. .. Están todos detenidos en el tiempo..»    »  La gárgolas Javi, son los voceros, los que llaman a rezar a los que pasean por la calle..» Todo es gris, y sale  de las enmohecidas piedras.»

– No esperamos al guía..ahora le decimos al grupo..que no seguimos..  Laura…vamos a llamar a tu casa, a decirle que pronto estamos de vuelta…y que les prometo..

– Promesas no,  por favor…

– Vamos Laura , estamos los dos muy cansados, ya es hora de ir a  casa, todo esto es tan sobrenatural.

-..No te dás cuenta.. que estamos sin querer viajando  con  una influencia divina y guiados por una señal milagrosa, agregaba la abrumada Laura

– Me  comprendés.. Me querés..?  Todo lo decía con desasosiego ,  desde sus ojos , desde el restregar de sus ansiosas y frías manos.

Una llovizna helada los empezó a acompañar, los paraguas se abrieron, y mientras ellos corrían a guarecerse se oían las palabras.

– »  Te amo, y te acompaño.  Quiero ser tus oídos Laura. .Y sólo  escucharás  mis  palabras…y no sentirás miedo….   Te amo Laura  … Es mi pasión por tí, lo que te sustentará  siempre.. »

Y Javi le acariciaba el pelo, la llevaba de la cintura, le cerraba el abrigo, la ponía en la ruta,»..No temas, yo estoy a tu lado.., yo  soy tuyo.. soy tu  senda…»

Sus palabras se fueron junto con los besos, donde se guardan los recuerdos, donde se sienten los rezos de los que impetran al cielo.

Allí  estan junto a la pequeña y frágil Laura con un rezagado  acto de contricción de Javier.-



2 pensamientos en “Los rezos de los otros..

  1. La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca.

    Heinrich Heine (1797-1856) Poeta alemán.
    Bello relato, triste también…, a veces hay que cruzar el muro, construyendo un puente para esas personas que están del otro lado de ese muro.
    Saludos
    C.
    PD: Ya tengo un 60% del relato

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