Con respecto al amor ya estaba todo dicho. Bastaba algo muy sencillo, o lo parecía.
Se iban a divorciar. Treinta y tantos años de casados, una división de bienes, cada uno por su lado, y a hacer o rehacer una vida nueva, más libre, más auténtica, menos cínica.
Fué difícil repartir la casa donde vivían. La mitad de qué parte.? La de arriba, la de los dormitorios, o la de abajo, la del estar, la cocina, o el lavadero.? El cesped, o los árboles,..la tierra o las semillas…
El garage con sus trastos, el bote o los remos, el auto con sus cambios automáticos. Difícil, la del motor, o la de la carrocería.?
Al comienzo pelearon,» – ésto era de casa de mis padres, – ésto lo compre con lo que ahorré con lo que me dabas, – aquí está mi aguinaldo de 1990, – ésto me lo regalaste para la fecha de casados..» Tardaron desgastantes años, en el ésto y el aquello. Así fué el comienzo del fin.
Demasiados educados para hacer la guerra de los Roses. Querían dividir lo indivisible. Los años juntos, los besos dados, los hijos engendrados, las mirádas cómplices, las esperanzas, las enfermedades, las caricias, las arrugas, los esfuerzos..
Quedaron agotados.
Desde cómodos sillónes, en una espléndida estancia, uno mira al otro antes de la cena.
Lograron llegar a un acuerdo. El mejor secreto es el que no se dice, y la audiencia en conciliación no la ganó nadie. El actor no fué, y la demanda quedó sin efecto.
Así que la casa estará pronta , para las fiestas familiares, para empezar el año. Irán juntos a todos los cumpleaños que los inviten y festejarán a lo grande la fecha de su aniversario de casados.
Están completamente de acuerdo en algo, … que existe la parte humana, que no se puede dejar, aunque quieras, aunque te arrastre el cambio, lo desconocido, lo prohibido.
Si miras desde el hermosísimo jardín, con altos árboles y flores perfumadas, alegoría del buen pasar, verás un ventanal grande con vidrio biselado a cuarterones, (divisiones más pequeñas que deforman la imágen), una estufa prendida, símbolo del hogar, una mesa tendida, signo de la hospitalidad, y unos niños pequeños dando vuelta alrededor de dos personas mayores, muy chicos para ser sus hijos, signo de la madurez o la resignación.
Calquier semejanza con la realidad, es pura ficción.
Tremenda realidad la de las separaciones y digo tremenda por todo lo que conlleva y feliz solución la que tú has dado, pero terminas diciendo: cualquier semejanza con… no estoy de acuerdo.
Conozco parejas que deciden no romper lo que han construido en años, y optan por permanecer juntos y felices por haber tomado tal decisión.
Un bonito relato Stella, felicitaciones.
Un fuerte abrazo
Quiero decirte, que las decisiones, se ven como esos vidrios facetados, que distorcionan la luz. Tú lo ves con el tinte del momento en que mires el jardín, el reflejo de los leños, las lámparas encendidas..Lo que siente la pareja, lo que desean, eso queda como el secreto mejor guardado.
Me alegro mucho que te agradara el relato, salí de cuento clásico.
Un abrazo.
Hasta pronto.
Un texto que se leee de un jalón, no te detienes a respirar. Un texto corto, pero que ejemplificas lo que en muchos matrimonios pasa, el amor se acaba y quedan las propiedades, que como lo planteas son indivisibles. Si existe cordura , es posible final feliz, pero sucede que como dice el dicho » se ven pero no se tragan» o como me decía algun paciente. » Apenas voy a hablar y ya me está diciendo que no» Gracias por compartirlo querida Stella, te dejo un beso y mi deseo de una excelente semana… Rub
Tu experiencia de vida dió » en el clavo «. Estar juntos, muchas veces conduce a estar más solos que nunca.
Muchas gracias Rub, por acompañar siempre lo que escribo.
Un abrazo, y linda semana.
Hsta pronto.
Se me olvidó decirte Stella, el título es sugerente y me gustó muchísimo.
Mercedes,eres tan expresiva y cariñosa, que por momentos me da la sensación de conocerte desde hace años, de ser tu vecina.
Muy agradecida de que estés junto a mí.
Un abrazo.
Una realidad que se da cuando de pronto el bienestar económico comienza a deteriorar a las parejas…, pero a veces la cordura gana, eso es bueno…, pero siempre que exista el amor, donde hubo fuego siempre quedan brasas encendidas…
Me gusto Stella esta historia, muy buena, es actual¡
La casa es de Carrasco o de Punta?
Bueno un saludo y placer leerte…
C.
Siempre que exista el amor…tú lo dices…cenizas quedan.
Te pregunto cuando no existe el amor como dividimos lo indivisible ?
Un abrazo. Gracias por leer lo que escribo.
Hasta pronTo.
Me gusto la perspectiva desde la cual narraste este relato, la metáfora… muy intimo e ilustrativo.
También aquello de como dividir lo indivisible?, muy real.
Un abrazo.
Creo , estoy segura que los comentarios aportan mucho a lo que lo que he escrito .Pienso que salí del cuento, por el momento y me actualicé.
Gracias.
Un abrazo.
Hasta pronto.
«Querían dividir lo indivisible. Los años juntos, los besos dados, los hijos engendrados, las mirádas cómplices, las esperanzas, las enfermedades, las caricias, las arrugas, los esfuerzos..» me gustó tanto este trozo. Creo que las cosas se ven como tu dices, a través de un cristal biselado, en el que según la parte se ve de distinto modo.
Salut
Si logré trasmitir algo de la realidad de muchas parejas, me doy por conforme.
Gracias Carme, valoro mucho todo lo que escribes, quería que lo supieras.
Un abrazo.
Hasta pronto.