Mojando telas

Usos y costumbres.

Relato Breve.

Cuando la recuerdo, la veo cruzar la calle y subir los tres pisos por escalera.

Mujer pequeña, delgada, de lentes redondos, y cabeza baja.

Siempre con sombrero, en invierno era de felpa gris, que hacía juego con el saco recto, y guantes de cabretilla oscuros y  en verano uno de paja azul, con trajecitos estampados y guantes calados de hilo. Olía igualito a una crema que se acompañaba con orejones de ciruela, pero me enseñaron cuando lo dije que olía a heliotropo .

Nunca hable con ella, nunca me habló. No me acordaría de ella hoy si no la asociara, con lo que ocurrió cuando diciembre avanzaba

Cosía con una modista que vivía en el tercero. Según tengo entendido, hacía el trabajo de terminación, dobladillos, ojales, ayudaba en las pruebas, y alguna cosa más

En ésa época se mojaban  las telas que se presumía podían encogerse. Así que como era el último piso era más fácil el  acceso a la azotea. Todos tenían ese derecho. Una cuerda o alambre por apartamento y los palillos numerados. No todos subían tantos pisos, y acceder a ella tenía algo de vértigo. Como subirse a la motaña rusa del parque Rodó.  Nunca me llevaron a conocerla.

Un día mirando por la ventana que daba a un pozo de aire, salí corriendo a contarle a mi madre, que arriba había fantasmas. » – Donde..donde…?»  – En la azotea», respondí. Y ahí fué que me explicó, que eran las telas que lavaba la modista y que con el viento se movían y producían esas sombras en las paredes.

Antes de llegar a fin de año, vino junto con la lotería una novedad. Todo en secreto. La ayudanta de la modista que se llamaba Ethel había sacado en la grande  dos participaciones.

Era rica, o casi rica, o medio rica, se podía comprar una casa y le sobraba dinero !!

Lo que se conversó en secreto fué increíble. Un secreto a voces.

» – Qué suerte ahora se podrá casar.»  Era una gran conquista en ésa época. Casarse. !!

«- Bueno, primero conseguir al novio «,  – » Después vemos las intenciones, porque puede tener negras intenciones. »

Qué importante la intenciones.!!   » Pueden ser de colores  !!

Pasó el año, y Ethel seguía en las mismas, subiendo las escaleras, y mojando telas.

Pregunté, cuando se iba a casar, porque yo quería ir a verla a la iglesia. » – Todavía no consiguió novio, más adelante.»  Después quise ir a ver la casa que se había comprado.   «-Todavía no consiguió casa, más adelante.»

Cuando se tiene siete años, conseguir algo más adelante, dejó de interesarme y pasó a ser Ethel, el mismo manequí, visto tantas veces en las vidrieras.

Cuando entró marzo, y fué el comienzo de la escuela, dejé de ver a Ethel, y de mirar para la calle. Tenía una mesa de viena desarmable, que hacía las veces de escritorio para mí.  La apoyaba debajo de la ventana, la vista era la espantosa pared  del ducto, y de refilón un pedazo de una ventana de un vecino, eso sí » si apoyaba la ñata contra el vidrio » veía la azotea, y las telas batiéndose contra el viento. Algunas parecían banderas. Había cambiado los motivos, me había vuelto más patriota con el tiempo.

Un día de niebla cuando había regresado de la escuela, y estaba apoyando la cartera, porque me iba a tomar la merienda fué cuando sentí como una especie de grito o golpe no lo puedo precisar, lo que sé fué que al acercar la cara a la ventana ví cuando caían las telas, unas quedaron flotando, y se fueron lentamente al patio, otras parecían un atado, y hasta las cuerdas , los alambres y los palillos pegaron en la ventana.

» – Mamá se rompieron las cuerdas y las telas de la modista se fueron para cualquier lado, muchas se fueron por el ducto.»

El edificio entero, se estremeció ese día.

Supe porque me dijeron  que no vería más a Ethel . Se perdió del ángel de la guarda.  Una idea aproximada de que se fué al cielo. Y crean ésto no lo dudé, si estaba en la azotea mucho más cerquita, casi entre las nubes.

La modista se mudó.

Y yo saqué mis siete años de conclusiones. Que me daba pena no ver más  a Ethel, aunque nunca me dijera ni buenos días, por educación.  Que no sirve para nada los papelitos de la lotería, porque no te consigue novio, y entonces como no tenés quien te quiera,  no te casas  de blanco por la iglesia. Que toma mucho tiempo comprarse una casa aunque seas medio rica .Que no laves las telas , igual están limpias,  que se encojan  cuanto quieran . Las cuerdas de cáñamo te hacen enredar, y aunque el angel de la guarda esté contigo,   te podés ir al cielo en un alambre,  aunque no quieras., porque todo tiene que ver con las intenciones.

Que hay intenciones de color negro.

Foto de Stella.

Tango.
La ñata contra el vidrio,
en un azul de frío,
que sólo fue después viviendo
igual al mío…»

Letra de Santos Discépolo.