Sinopsis…

Usos y Costumbres.

La familia de mi madre, era numerosa, estaba formada por seis hermanos,un varón y  cinco mujeres . A su vez  tenían varios tíos, pero uno de ellos se destacaba de los demás porque  él y su señora eran  eternos viajeros.

Viajaban en la época en que hacerlo era disponer de mucho tiempo y dinero.

Fué así, lo que sucedió. Pasaron él y su señora unas vacaciones en Estados Unidos,cuando acá hacía un frío imposible de soportar. Él fué a dar unas conferencia, y ella se dedicó a lo que sabía, mirar y comprar.  Era conocedora de lo que era bueno, sobre todo de lo que era moda.

Trajeron regalos, para su ahijada que era la hermana más chica de mi mamá.

Me voy a detener en éstos dos regalos.

La veo llegar con su boina y su Montgómery, y su larga bufanda.Era jóven, pero no una chiquilina, estaba terminando su profesorado de Geografía.

Estaba deslumbrada    con los obsequios  de sus padrinos. Los habían comprado en Nueva York.! Hablar de Nueva York en ésa época era como decir, ir a la aventura, el país de los inventos.

El  regalo que mostró primero  era  digamos un chal, una mañanita, una pashmina, no sé como llamarla, de gasa, a rayas blancas y verdes.Cerrada parecía totalmente  blanca.  Larga…muy larga y plisada,  terminada en unos flecos de canutillos y cuentas. La curiosidad era, que esa especie de plisado, tenía una fibra nueva, y se mantenía abierto donde uno  quisiera. Le explicaron a mi tía que se abría en la espalda formando una capita, y que se podía usar con un viso abajo, como vestido.

Ésta prenda  fué motivo de una exhaustiva pesquiza por mi abuela y tres de mis tías..

– Qué extraña la tela, es trasparente, y la textura no es de gasa.

– Cómo vestido,?… sin hombros ?

– Tiene que ser algo muy bueno, porque ella no compra porquerías.

– Tiene pinta de ser algo hindú.

– Algo hindú en Nueva York.?..ahí revisaron la tirilla. No dice que sea hindú, solamente tiene  unas letras.

– Es de una tienda muy importante!

Si lo colocabas sobre los hombros, llegaba casi hasta el piso, si le dabas vuelta alrededor del cuello, quedaba como ahorcada, pero sin soga, ahorcada en las rayas..

En conclusión, no supieron bien para que servía.

El segundo regalo mi tía lo tenía preparado como una mise en escena, algo ella se sospechaba, porque lo mostró puesto.! Con el frío que hacía !

Un traje de baño de una fibra que se llamaba Latex, que tenía una determinada elasticidad,  hasta ahí iba bastante bien, pero el traje de baño  no tenía pollerita y era de dos piezas.   De dos piezas !

Para peor a instancias mías que era una colegial,  sin el más mínimo sentido de la oportunidad,  se  puso  zapatos con taco alto .

El traje de baño era negro, y tenía unos brillitos cada tanto que le daban un aspecto de moaré, es decir  brillante y opaco.

Ahí fué cuando el gobierno, por orden de no se quién formó la Comisión especial para el estudio de la prenda.

A mi abuela, creo que  le dió horror, de ver a su hija con semejante vestimenta. Tenía pavor a todo lo que fuera exhibición.

Una bombacha hasta la cintura y en  la trasera un  cierre pequeño , y pasando digamos tres centímetros comenzada el soutien en punta,  con pespuntes que lo formaban con escote corazón y  con anchos tiradores. El soutién tenía un aro forrado, que levantaba los pechos, pero sin orillar ningún escándalo.

Para decir la verdad, a mi tía le quedaba espléndido, era una rubia linda  de ojos celestes, digamos rellenita sin ser gorda, y sin mucho busto, y esa pequeña tira de piel tan blanca  que se veía, le daba un aspecto super  moderno !

Estoy hablando de la época en que se usaban los trajes de baño de lana con pollerita  esos que embolsaban olas, y que se alargaban como esperanza de pobre.

– Ése traje de baño no te lo ponés.

– Pero mamá es lo que viene, es lo más moderno que hay,  además no se moja, tiene un tratamiento que impide que entre el agua.

Vaya invento…Con ese brillo ! Donde se ha visto, será moda allá pero acá no, si parece raso.

Una de mis tías que apoyaba lo que decía abuela , tocó la tela de los tiradores y dijo.

– Parece cuero.!.

Entre la desilución y el llanto, mi heroína se sacó los zapatos, y frente al espejo ovalado  del ropero de abuela, hizo sección de danza a lo Esther Williams. Levantaba un brazo y el cuerpo lo inclinaba para el lado opuesto, se tiraba para atrás y dejaba caer su rubia melena, juntaba las manos como si fuera a rezar, y después lentamente, se inclinaba para adelante, como para zambullirse en el parquet.

Fué la sinopsis  de una película, sin película claro está. Parecía parte del informativo con las novedades que daban antes de empezar la matiné.

Lo que ella no se dió cuenta es que con esos movimientos, la diferencia entre la casta bombacha que ni cavada era, y el soutien, se hacía más evidente.

El acto se acabó cuando abuela viendo el entusiasmo de la protagonista y el mío, dijo algo como.

– Crees que a tu dragón le va a gustar saber que vas a la playa vestida así.

– Pero abuela, la chalina la deja, va con una salida.

Menos mal que mamá no estaba, ni mi primo que siempre corregía a todo el mundo, porque con las miradas de las asistentes bastaron para dejarme muda.

En  aquella Comisión, la oposición ganó por mayoría, y aunque las lágrimas fueron muchas, y a la vista estaba lo bien que calzaba, lo que realzaba, porque escondía todo vestigio de abundancia, no fué permitido su uso para los propósitos confeccionados.

La censura en ése momento  no dejó que el pueblo viera, un invento que después se popularizó.

Nunca volví a ver ése  modelo tan bonito, no supe donde fué enterrado.

Yo fuí simplemente  un edil suplente, que no tenía voz  ni voto.

•Pensá el modelo en negro, ponele brillo a la tela, escotá el corpiño, dándole  foma de corazón,  quitale la salida larga , sacá a Esther y poné a mi tía   y ya está..

 

Dragón= Flirt. Era un pretendiente, un aspirante a novio, un conocido mirón. Para definirlo hoy te diría que como son las relaciones actuales, no sería nada absolutamente nada, un invento americano..

Todo un tocón.

Usos y Costumbres.

Cuento breve.

Cirilo siempre tuvo la mirada fiera. Entrecerraba los ojos para adpatarlos a la distancia. Certero con el lazo, excelente piliador  y muy  sucio en la manera de hablar,  hicieron de él un hombre poco querido. Aguantaba pocas pulgas.

Cuando se es el dueño y se manda aunque sea a los gritos, casi siempre da resultado.

Juan era un muchachito, un zanguango, alto, desgarbado y tan haragán que en su manera de caminar parecía que pedía permiso para mover las rancheras.

Fue a raíz del accidente de Cirilo, cuando se fracturó el brazo derecho que las cosas cambiaron. Enyesado, sin posibilidad de enlazar, donde se lucía lindo, se le ocurrió un día en que tenía más volados los pájaros que de costumbre, enseñarle a Juan esa ciencia.

Con una zoga de cáñamo y un latón relleno de piedras, lo empezó a hacer mover. Dale, más a la derecha, más rápido, más abierto.  Apoyá el pie medio esquinado. No embocaba ni una. Parecía que el latón crecía, o se movía. No ahorcaba a la lata  al revoleo,  ni por pienso. Debía ser por el reflejo del sol, o que el sudor le ardía en los ojos.

La tierra le llenaba la nariz, lo hacía toser, casi quedó sin » resuello.»  Póco le importaba a Cirilo, Juan iba a aprender a dejar de ser » mañero »

Cuando después de tres días,  de  gritos , palabrotas, Cirilo  dió por concluída esa mañana, con la promesa .

» Mañana te enseño con el árbol »

Lo que no entendía Juan era como hacía Cirilo para parecer siempre recién bañado, porque lo había visto trabajar duro, invierno y verano. Nada de sudor, ni a las botas se le pegaba la tierra. Parecía por lo flaco hecho de charque y colocado en fiambrera. Ni las moscas se le acercaban.

Esa noche Juan  pensó en su catrera – O aprendo o reviento o me cuelga del árbol.

A la mañana siguiente, después de haberse refregado con mucho jabón y agua fría como nunca, se le apersonó  a Cirilo.  Lo miró  éste con ése bichar por el costado y una mueca que podía ser sonrisa. Todo pasó ligero como un  » refusilo » por la cara de Cirilo.

El árbol era viejo y grande, había sido talado, tenía varias ramas al sesgo.. Raices vivas que abultaban el suelo.  Todo un tocón.


  Estaba en el medio de un parque, que el dueño hacía cortar y cuidar. Decía la peonada que  el padre de Cirilo  lo había mandado hacer para  una mujer que él quería que se quedara en los pagos. Cerraba una parte de la casa con una balustrada de material. Comentaban que la mujer se fué y el paque quedó.

Cosa extraña, nadie recordaba al viejo dueño y eso que Cirilo no era tan mayor. Cómo sabían eso.!! Algo de leyenda no viene mal. No importaba si eran  chistidos de  lechuzas.

El suelo era de pasto, pero desigual, así que si el empellón era muy fuerte, se caía Juan .

Las manos de Juan empezaron a llagarse  y andaba medio mariado, de mirar tanto para arriba para ver si enlazaba a la rama alta  y le dijo al patrón, que le dolían las manos.  . «- Por tan poco ya empezás a berrear. »  Pero aflojó algo y lo tuvo el resto de la mañana con unos ejercicios moviendo las muñecas…para que se aflojen…Al terminar la clase, Juan parecía de gelatina, flojito tenía hasta los calzoncillos.

Al irse Cirilo le dijo.. » las manos las ponés en agua y sal…y fijate que olés a chiquero «

Las manos hinchadas empezaron a cicatrizar con unas cáscaras oscuras, agua sal, y grasa. Bien sobadas

Cosa extraña, Cirilo cuando fué al  pueblo a hacer las compras trajo una botas para Juan, de cuero . ..cuero marrón oscuro !!  El sol pegaba en las anchas  punteras, y las  hacía » brillositas »  La boca del muchacho se abrió grande y la saliva se le fué por los costados.

Cirilo lo miró fijo y le dijo.»  No te babees..Es para que puedas clavar el taco , pasmado.»

 Las gracias quedaron ocultas en la boca que se cerró de inmediato. Además Cirilo no las esperaba .    Lo que quería y lo estaba logrando era sacarle al muchacho como fuera, o como  lo hicieron con  él,  esa pachorra, urticante como la aruera.

 Cuando pasó a aprender con los novillos, ya estaba por llegar la época en que a Cirilo, le iban a sacar  el yeso.

A Juan le hubiera gustado que se quedara enyesado muchos años, así el seguía  sintiéndose medio arriero. Lo que ambicionaba más  era tener un caballo suyo, no de prestado como ahora. Enlazar de a caballo !!

Lo que no se había dado cuenta Cirilo, era que a esa masa que tenía Juan en la cabeza,  con éste crudo aprendizaje, él  había introducido en el gurí, la levadura, que levantaba cualquier harina con agua.

Ya enlazaba  bastante bien, claro que con los novillos y más cuando son ajenos no se juega. No era como retozar con  la taba.

Una tardecita,  Cirilo y Juan estaban sentados en un banco largo de madera, los dos haciendo ejercicio con el brazo, uno porque hacía un mes que le habían sacado el emplastro del brazo  y no llegaba a moverlo bien y pensando que nunca lo lograría, y el más joven para formar músculo a base de puro movimiento.

Quedaba por guardar la última vaca y estaban los tres peones y dos perros  por hacerlo, cuando a Cirilo se le ocurrió, que Juan la enlazara.

Si lo hizo para hacerse ver ante la peonada como sacaba de un gurí bobocho, un peón avispado con el lazo,  la escena no le salió como la planeó.

 Juan parado miró hacia los peones, cómo si los otros le sacaran a la cliente.

Salíó el lazo,  fuerte,  ágil,  pero más rápido corrió el animál…y ante todos..el insultó..

-Guacho !!

Tiró nuevamente  el lazo Juán,  masticó  el insulto,   entrecerró los ojos igual que su maestro para calcular justito donde darle, al cuello de Cirilo y de un revolcón lo tiró del banco donde seguía sentado.

Fué la primera y última vez , que vieron al patrón sucio. Lo bueno estuvo, que cerró dos bocas.

A los golpes también se aprende.  Es cuestión de saber clavar el taco.

No es fácil enlazar de a pié.!!

Las diferencias se hacen notar.

Usos y Costumbres

» No hay destino más duro que sentir que uno no pertenece a su tiempo…El tiempo solo ama a aquellos que ha engendrado » Vasili Grossman.

Cuento Breve.

Pellizcando el álbum Familiar

Parte II.

Cuando María Luisa, recibió el sobre lo miró con curiosidad . No reconocía la letra, y por las estampillas la carta venía de Barcelona. En un primer momento pensó en algún familiar que le escribía con motivo de su casamiento.

Antes de abrir el sobre miró con detenimiento el lacre. RR. El remitente era Ramón Roig. Al abrir el sobre y ver a alguien que en un primer momento le pareció conocido, pero después buscó una esquela que no encontró…Pero quien era ése señor sentado, que la miraba fijamente…?.!Qué atrevimiento, del fotógrafo mandarle la foto de un desconocido !

Cómo había sabido su nombre, su dirección ?

Si decía algo en su casa, si lo comentaba con sus padres las cosas se complicarían,  menos aun  decírcelo a su novio unos días antes de su boda con lo celoso que era, así que hizo lo siguiente: Puso en el sobre el nombre del remitente y sin ninguna esquela, como lo había recibido  mandó de vuelta la foto a Barcelona.

Cuando la exhuberante Antonia, recibió la foto de Serafín, después de meses de no saber de él, y lo poco que había podido  averiguar era que  se encontraba enfermo. Ahora el muy cínico, mandaba la foto  en un sobre en blanco, y  la colocaba como una gracia  en su buzón, y sin ninguna esquela!, Y lo peor  fué  verlo tan sanito.!  Se enfureció  de tal manera que hizo lo siguiente :

Al leer el nombre del fotógrafo, y ver la dirección, en el mismo sobre que recibió la foto, puso el nombre de Ramón Roig, y  mandó de vuelta la foto.

Para olvidar al desgraciado de Serafín, sumamente despechada,  aceptó la invitación del señor Ducló, y se fué a pasar con él unas vacaciones a Madrid.

Así que Ramón Roig, el fotógrafo vecino  de la Plaza del Ángel , recibió las dos fotos nuevamente, con una diferencia de unos meses. Cómo no sabía que hacer con ellas  las dejó de muestra en un album, que tenía con unas hermosas tapas de cuero repujado. Allí descansaban las fotos que no habían sido retiradas, otras que no habían sido abonadas  y la mayoría de hermosas mujeres, que encantadas posaron para el señor Roig, mientras él muchas veces tuvo que dejar la sesión fotográfica para tomar algún té con láudano  que lo calmara.

Un día , cuando se encontraba el ayudante del señor Roig, tratando de pintar  flores de nomeolvides en  los cartones donde se  pegaban las fotos de las damitas jóvenes, sintió la campanilla de la cancel y vió con asombro al señor Serafín, más delgado  pelado,y  viejo . Llegó a la conclusión, que el señor que tenía frente a él se había encogido.

– Buenos días joven, se encuentra el señor Roig.? Quisiera retirar unas fotos, que hace más de año y medio , me saqué…y pedir disculpas por no haber venido a buscarlas  antes, estuve muy enfermo…Soy el señor Serafín…

– Buenos días señor, yo lo recuerdo. El señor Roig, no está, pero yo lo puedo ayudar, sé donde están las fotos y se las doy.

Sacó el jóven de arriba de una mesa  el albún de cuero repujado y ante el asombro del cliente de verse ahí entre damas y caballeros desconocidos, en abierta exposición, trató de apurar los trámites, y preguntar el precio e irse.

– No sabría decirle cuanto es, decía el joven, con una culpa, del que conoce  los antecedentes…pero que hacia  parecer  timidez…

– El señor Serafín, sacó dinero en abundancia y todavía le dió una importante propina al ayudante…diciéndole

– Por su gentileza. Agradézcale al señor Roig,  su  buen hacer al guardar las fotos… Quedaron muy bien, me veo igualito. No vuelvo a darle las gracias porque me marcho, para América..No se olvide de decírcelo. Voy a hacer una vida nueva.

– Gracias señor, muchas gracias. Espere un momentito que le hago una boleta, no puedo recibir dinero, sin el comprobante… El señor Roig, no va olvidar, su caballerosidad. Me alegro que le gustaran las fotos, es verdad quedó usted muy bien…igualito.

No puedo esperar, perdone…y salió casi corriendo..

– Qué sea usted muy feliz…atinó a decir el jóven al golpe de la cancel.

Porque para decir la verdad, ser fotógrafo en esa época no era fácil, las damas empezaban a tener más libertad, algunas ni se ponían corset, y otras usaban unos elásticos sin ballenitas, que subía los pechos y esto se notaba y para colmo iban solas a sacarse fotos.

El pobre señor Roig, ya no entendía a los jóvenes ..y a los no tanto. y pensaba en voz alta…qué  nos espera dentro de quince años, de golpe había agregado cinco años.

Mano de ángel, copón de material.

–   Si ahora  una clienta  quería una foto nueva, porque  no le gustaba la anterior,  y  decía que la jardinera que él había colocado , que tenía un ángel hermoso,  hacía que pareciera, que la mano del ángel la quisiera tocar, ..un ángel tocando!,

Que tocar ni tocar !  si ahora tienen tanta libertad, que lo primero que hacen cuando llegan es sacarse los guantes, el sombrero, dejan su bolsa tirada por cualquier lado,  se pintan con carbón los ojos, los labios con grosellas,  remangan las enaguas y muestran  el calzado, cuando no el tobillo, y muchas veces…un escote de vértigo, llenos de puntillas..

– Lo que saben es  pedir, más delgada de acá, de por acá, un poquito más arriba la ..mirada… y señalan los lugares..

Cómo si el fotógrafo no viera las diferencias.

Por eso y por otras cosas que no vienen al caso, el pobre señor Roig, se hizo adicto al Bismuto..

•El señor Serafín vivió  en Buenos Aires y luego residió en Montevideo.

•Heredé las fotos de mis antepasados, las tengo en dos  antiguos albumnes, no tienen las tapas de cuero repujado, pero en él se encuentran, hombres, mujeres, niños, y todos en esa mezcla insolente que da la diferencias de siglos. Estoy escaneando las fotos, y ya subí dos de ellas a Flickr, porque una de ellas tiene una historia hermosa, fué un maestro venido de Barcelona que construyó escuelas en el Uruguay. Creo hacer las historias con el mayor respeto posible.