Las diferencias se hacen notar.

Usos y Costumbres

» No hay destino más duro que sentir que uno no pertenece a su tiempo…El tiempo solo ama a aquellos que ha engendrado » Vasili Grossman.

Cuento Breve.

Pellizcando el álbum Familiar

Parte II.

Cuando María Luisa, recibió el sobre lo miró con curiosidad . No reconocía la letra, y por las estampillas la carta venía de Barcelona. En un primer momento pensó en algún familiar que le escribía con motivo de su casamiento.

Antes de abrir el sobre miró con detenimiento el lacre. RR. El remitente era Ramón Roig. Al abrir el sobre y ver a alguien que en un primer momento le pareció conocido, pero después buscó una esquela que no encontró…Pero quien era ése señor sentado, que la miraba fijamente…?.!Qué atrevimiento, del fotógrafo mandarle la foto de un desconocido !

Cómo había sabido su nombre, su dirección ?

Si decía algo en su casa, si lo comentaba con sus padres las cosas se complicarían,  menos aun  decírcelo a su novio unos días antes de su boda con lo celoso que era, así que hizo lo siguiente: Puso en el sobre el nombre del remitente y sin ninguna esquela, como lo había recibido  mandó de vuelta la foto a Barcelona.

Cuando la exhuberante Antonia, recibió la foto de Serafín, después de meses de no saber de él, y lo poco que había podido  averiguar era que  se encontraba enfermo. Ahora el muy cínico, mandaba la foto  en un sobre en blanco, y  la colocaba como una gracia  en su buzón, y sin ninguna esquela!, Y lo peor  fué  verlo tan sanito.!  Se enfureció  de tal manera que hizo lo siguiente :

Al leer el nombre del fotógrafo, y ver la dirección, en el mismo sobre que recibió la foto, puso el nombre de Ramón Roig, y  mandó de vuelta la foto.

Para olvidar al desgraciado de Serafín, sumamente despechada,  aceptó la invitación del señor Ducló, y se fué a pasar con él unas vacaciones a Madrid.

Así que Ramón Roig, el fotógrafo vecino  de la Plaza del Ángel , recibió las dos fotos nuevamente, con una diferencia de unos meses. Cómo no sabía que hacer con ellas  las dejó de muestra en un album, que tenía con unas hermosas tapas de cuero repujado. Allí descansaban las fotos que no habían sido retiradas, otras que no habían sido abonadas  y la mayoría de hermosas mujeres, que encantadas posaron para el señor Roig, mientras él muchas veces tuvo que dejar la sesión fotográfica para tomar algún té con láudano  que lo calmara.

Un día , cuando se encontraba el ayudante del señor Roig, tratando de pintar  flores de nomeolvides en  los cartones donde se  pegaban las fotos de las damitas jóvenes, sintió la campanilla de la cancel y vió con asombro al señor Serafín, más delgado  pelado,y  viejo . Llegó a la conclusión, que el señor que tenía frente a él se había encogido.

– Buenos días joven, se encuentra el señor Roig.? Quisiera retirar unas fotos, que hace más de año y medio , me saqué…y pedir disculpas por no haber venido a buscarlas  antes, estuve muy enfermo…Soy el señor Serafín…

– Buenos días señor, yo lo recuerdo. El señor Roig, no está, pero yo lo puedo ayudar, sé donde están las fotos y se las doy.

Sacó el jóven de arriba de una mesa  el albún de cuero repujado y ante el asombro del cliente de verse ahí entre damas y caballeros desconocidos, en abierta exposición, trató de apurar los trámites, y preguntar el precio e irse.

– No sabría decirle cuanto es, decía el joven, con una culpa, del que conoce  los antecedentes…pero que hacia  parecer  timidez…

– El señor Serafín, sacó dinero en abundancia y todavía le dió una importante propina al ayudante…diciéndole

– Por su gentileza. Agradézcale al señor Roig,  su  buen hacer al guardar las fotos… Quedaron muy bien, me veo igualito. No vuelvo a darle las gracias porque me marcho, para América..No se olvide de decírcelo. Voy a hacer una vida nueva.

– Gracias señor, muchas gracias. Espere un momentito que le hago una boleta, no puedo recibir dinero, sin el comprobante… El señor Roig, no va olvidar, su caballerosidad. Me alegro que le gustaran las fotos, es verdad quedó usted muy bien…igualito.

No puedo esperar, perdone…y salió casi corriendo..

– Qué sea usted muy feliz…atinó a decir el jóven al golpe de la cancel.

Porque para decir la verdad, ser fotógrafo en esa época no era fácil, las damas empezaban a tener más libertad, algunas ni se ponían corset, y otras usaban unos elásticos sin ballenitas, que subía los pechos y esto se notaba y para colmo iban solas a sacarse fotos.

El pobre señor Roig, ya no entendía a los jóvenes ..y a los no tanto. y pensaba en voz alta…qué  nos espera dentro de quince años, de golpe había agregado cinco años.

Mano de ángel, copón de material.

–   Si ahora  una clienta  quería una foto nueva, porque  no le gustaba la anterior,  y  decía que la jardinera que él había colocado , que tenía un ángel hermoso,  hacía que pareciera, que la mano del ángel la quisiera tocar, ..un ángel tocando!,

Que tocar ni tocar !  si ahora tienen tanta libertad, que lo primero que hacen cuando llegan es sacarse los guantes, el sombrero, dejan su bolsa tirada por cualquier lado,  se pintan con carbón los ojos, los labios con grosellas,  remangan las enaguas y muestran  el calzado, cuando no el tobillo, y muchas veces…un escote de vértigo, llenos de puntillas..

– Lo que saben es  pedir, más delgada de acá, de por acá, un poquito más arriba la ..mirada… y señalan los lugares..

Cómo si el fotógrafo no viera las diferencias.

Por eso y por otras cosas que no vienen al caso, el pobre señor Roig, se hizo adicto al Bismuto..

•El señor Serafín vivió  en Buenos Aires y luego residió en Montevideo.

•Heredé las fotos de mis antepasados, las tengo en dos  antiguos albumnes, no tienen las tapas de cuero repujado, pero en él se encuentran, hombres, mujeres, niños, y todos en esa mezcla insolente que da la diferencias de siglos. Estoy escaneando las fotos, y ya subí dos de ellas a Flickr, porque una de ellas tiene una historia hermosa, fué un maestro venido de Barcelona que construyó escuelas en el Uruguay. Creo hacer las historias con el mayor respeto posible.

20 pensamientos en “Las diferencias se hacen notar.

  1. Es una delicia leer historias del pasado, me encanta, tienen siempre ese aire de nostalgia, de algo que fue y que ha dejado de ser.
    Las cuentas de manera delicada, sin ofender a nadie.
    Qué será del bismuto? quién lo conocerá a estas alturas?
    Un cálido abrazo, amiga Stella.

    Desde Madrid con un frío y un viento huracanado

    • Mercedes, cuento historias reales, con fotos auténticas. No pongo los apellidos para conservar la privacidad de los familiares. El Bismuto se sigue usando.
      Te cuanto que nosotros nos estamos achicharrando, con una temperatura de 36 º grados.
      Un abrazo fuerte.
      Hasta pronto.

  2. Levantas la tapa de los años y poco a poco vas desentrañando historias dormidas que grancias a ti, se oxígenaran. Conduces tu prosa con ligereza y el lecto va consumiendo párafos y frases y se hace bre lo que nos cuenta, por el excelente manejo del lenguaje que haces. En esencia las formas cambias pero la vanidad persiste, el deseo de verse mejor ante los demás persiste. Una alegría leerte y gracias por compartirla un beso Rub

    • Muchas gracias Rub.
      Historias sumamente sencillas, de personas que nacieron en otros paises y luego formaron su familia en Uruguay, en éste caso en Montevideo.
      Tengo hasta las fotos de los padres de Serafín, y podrás creer, que la foto del padre que se llamaba Vicente, tiene un marco con vidrio cóncavo, y allí hay un mechón de cabello rubio. Presté la foto, y la llevaron al Instituto Fotográfico de Montevideo, para que los jóvenes conozcan más del pasado.
      Un abrazo
      Hasta pronto.

  3. Las historias de nuestros antepasados, son nuestra propia historia. De ellos heredamos todo.
    No a todo el mundo gustan éstas historias sencillas, que en su momento fueron muy comentadas, te diría que causaron escándalo.
    Un abrazo.
    Hasta pronto.

  4. Me encantan estas historias con sabor y chicha…Disculpa mi lenguaje, lo que quiero decir es que son historias enlazadas a otras historias, con lo que tienen mucho que contar. Tienes todo un joyero en tus mano, no me extraña que quieras compartirlo.Tantos personajes y vivencias merecerían un libro. Estoy segura de que te quedaría de lujo.
    Un abrazote.

    • Gracias. No sabes cuantos líos se, por una de mis abuelas y por una prima de mi madre. Era una familia muy extensa, en esos años. Los líos también.
      Con respecto al libro, el que quiera leer historias, de mi niñez, juventud, y de otras épocas, que se acerque al blog. Con éso ya me doy por satisfecha.
      Es más con que lo leyeran mis nietos, me sentiría galardonada.
      Un abrazo,
      Hasta pronto.

  5. A mí siempre me causa una nostalgia tremenda al ver fotos de mis abuelos o de los padres de mis abuelos…inlcuso de mis propios padres cuando eran jóvenes. Es algo que no puedo explicar…Hace poco estuve indagando con mi madre una vieja caja que tenía guardada y que hacía años no veíamos. En ella había sobres amarillentos que contenían estampitas de los recuerdos de las comuniones de mis tios (hermanos de mi madre) imágenes de mi abuela (su madre) cuando era muy joven y esquelas de primos de mis abuelos de cuando murieron…Todo eso lo conservaba mi abuela, que cuando murió…guardó mi madre con sumo cariño…
    Parece una tontería pero…cuando llegó mi sobrina (8 añitos) y nos vió con aquel remolino de papeles quiso «ayudarnos» y pensé » qué cosas de la vida…estampas tan antiguas,algunas de hace mas de 50 años…y que este papel lo llegue a tocar esta niña…» o…serán cosas mias..no sé. 🙂
    Me encantan estos relatos Stella…
    Te dejo besitos dorados.

    • Contigo me detengo.
      Tú por lo que he visto en tu blog, te aferras a muchas cosas del pasado. Lo veo en los artistas de cine que eliges, en los muñecos, en la pintura. Hasta en las palabras.
      Cincuenta años, puede ser algo incalculable, o parecerte algo muy lejano. Depende de la edad. Escribe algo sobre éso. Sería muy interesante, tienes a tu madre que puede ayudarte. Hay gente muy jóven en los blog, yo debo parecer un dinosauro, porque he subido fotos de tatarabuelos, bisabuelos…..etc

  6. Siempre me gustó rebuscar entre las fotos antiguas, para apreciar que todas las épocas tuvieron su encanto.
    ¡Qué de historias congelan en su interior!, algunas hermosas como las tuyas.
    Salut

  7. Gracias Carme.
    Historia de un hombre que nació en Barcelona, vino a América y triunfó.
    Cómo tantos que llegaron y formaron sus familias aquí.
    Me encantó que llegaras hasta mi sitio.
    Un abrazo.
    Hasta pronto.

  8. Ya se ve porque el fotógrafo se hizo adicto al Bismuto, muy gracioso, por cierto en ese detalle se puede apreciar la diferencias de conceptos y de apocas, en estos tiempos ya los fotógrafos prácticamente ven todo normal… es cierto aquello que cuando menos se mostraba más impacto se causaba, hoy que se deja ver todo, ya la imaginación prácticamente no vuela mucho.

    Me encantan tus relatos y la manera tan detallada como los haces.

    Un abrazo.

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