Serie de cuentos breves.
El broche era redondo brillante, como una pelota. La mano del niño, tocaba la suave cartera, la forzaba , hasta que se abrió, y todo el contenido rodó por el suelo.
La voz fuerte y nasal, reprimiendolo le dijo
– Así no te quiero.!
El niño se levantó y hundió la cabeza en el regazo de la madre.
El tono de voz, el gesto airado, se hizo recuerdo.
Hacía tanto … aunque como niño todo era lejano y vió al padre ante el mismo bolso .
– A la calle no ! dijo el pequeño.
– Quién habló de calle ! respondió la madre.
La noche se hizo lentamente poseedora de los colores de los luminosos, de las vidrieras mientras los autos prendían sus focos y el semáforo daba el rojo y detenía el paso.