Hace tantos años…

Hace tantos años….Cuando éramos pequeños, nos llevaban de visita  a la casa de la bisabuela.

La casa era grande, una hermosa casa, donde se podía correr, jugar a esconderse, a ser grandes.. No tengo la imágen completa de su rostro, solamente pantallazos de recuerdos.

Ella era pequeña, muy menuda, a mí me parecía una pasa de uva rubia, casi blanca. Siempre la conocí  sentada. Por un tiempo en un sillón en el comedor. Cuando nos acercábamos  ,  siempre nos preguntaba cómo nos llamábamos.

Decíamos nuestros nombres y ella  estiraba  su mano, y nos acariciaba el pelo. Casi no hablaba, pero tenía curiosidad por saber quienes éramos esa cantidad de chiquillos que la rodeábamos.

Dormía en uno de los dormitorios del fondo donde  había dos camas de bronce de gruesos barrotes, y separando las dos camas una mesa de luz que tenía por arriba de su mármol rosa,   un pequeño espejo oval, que ahora me pregunto ¿ Para qué servía?

Después…siempre estaba en su cuarto ,  sentada, recostada en  muchas  almohadas  llenas de puntillas. Tenía al costado de la cama una pequeña escalerilla de dos escalones. Ahí apoyaba sus pies, cubiertos por medias gruesas dentro de unos zapatones. Siempre estaba cubierta por una manta.

Le daban de comer en la boca !Una sopa espesa y leche en una jarrita de vidrio con plantillas. Le ponían la blanca sevilleta, como si fuera un gran babero.  Era más bebé que nosotros.!

No la podían acostar, porque empezaba a llorar, a ponerse nerviosa porque creía que si se acostaba se iba a morir.

Por mucho tiempo dejamos de verla, el cuarto del fondo permanecía cerrado. Cuando un día lo vimos abierto corrimos a verla, pero ahí estaban las dos camas con sus almohadones, sin la bisabuela.

Nos dijeron que se había ido al cielo una de ésas tardes.

En un principio fué el asombro y la tristeza se hizo tul, como un  gran mosquitero.

Volvimos a correr, a jugar a reir..pero estuvimos comentándo… porque se había ido?, porqué se había muerto? ..Cómo si para morirse se tuviera que pedir permiso!.. Alguno  opinó  que no se podía vivir casi sin comer, sin caminar, sin saltar…

Mi primo mayor el que siempre sabía palabras imposibles dijo que era muy longeva

Y yo para llevarle la contra manifesté que se había muerto, porque la obligaron a tomar la sopa, y a acostarse a dormir la siesta. !

Y otro varón del grupo, con pleno conocimiento de causa, y  por ser domingo dijo…Se murió de aburrimiento.

La calzatura

La calzatura è un oggetto costruito per proteggere il piede.

Remo Rinolfi, había nacido en Italia, y antes  de cumplir los tres  años, sus padres se trasladaron a Montevideo. Se habían instalado con un  puesto de frutas y verduras, así que el niño aprendió el castellano, con los clientes, y con la gente del mercado.

Cuando llegó la época de la escuela Remo, sabía hablar muy bien el idioma es más tenía algunos dichos del lunfardo, y algunas palabras del italiano.

No fué el clásico tano, sino que su apellido con sus cuatro primeras letras fué su nombre para siempre Rino, porque cuando quiso usar el Remo, empezaron con la loba, y Rómulo..

No tendría más de once años, cuando los compañeros y entre ellos sus dos amigos, Héctor, y Alcides, fueron  los que se dieron cuenta, de lo que a Rino le gustaban las chiquilinas. Se las pasaba mirando, es más no se detenía en las caras, les miraba abiertamente las piernas.

Para disimular, o porque verdaderamente  fuera así, él decía   – No le miro las piernas porque sí, le miro los pies.

– ¿ Los pies..?

– Sí quiero ver si los zapatos que llevan, van con la forma del pie y de  la pierna.

No sé si ésto convenció a alguno, pero le dió un toque diferente. Rino miraba las piernas porque se interesaba en los pies !

Fué por ésa época que empezó a frecuentar a escondidas de sus padres a dos señoritas que vivían muy cerca de la escuela. Le habían dicho  – Cuando quieras vení  a visitarnos.

Tanto las visitó que los padres creyeron que Rino salía corriendo temprano para la escuela, porque  se había puesto tan estudioso, que era el primero en llegar a clase!

Cuando quería ir después de clase, inventaba un partidito de futbol con los amigos, y les hacía prometer , que él había estado jugando ahí.

Cuanto sería lo que jugaba, que llegaba a la casa cansadísimo, y sudado tanto que su madre le decía

– Te cansas tanto hijo, que no se si vale la pena hacer deporte.

La cuestión es que Rino terminada la escuela, sabía a simple vista cuanto calzaba cada una de sus compañeras. Se le acercaban y en un juego de inocencia y picardía le decían.

– Cuanto calzo Rino?   o Te agradan éstos zapatos, son como para mí ? Tengo para tu gusto  el empeine alto Rino ?

Ya hacía tiempo que había llegado a oídos de los padres, el gusto de su hijo por el calzado, y ante  la falta de interés del mismo en el puesto de verdura, decidieron ver de emplearlo en una fábrica de un paisano.

Cuando le hablaron al conocido el hombre fué sincero.  – No puedo emplear adolescentes , es más para lo único que serviría sería que en una fábrica familiar como la mía, fuera más protegido y malcriado. Mi señora siempre soñó con un varón..Así que date cuenta!

Fué tanta la  insistencia de los padres, que  el hombre se rindió y lo aceptó por pocas horas y para copiar moldes, y recoger los restos de cuero y empaquetarlos.

Lo que llamó a todos la atención desde que pisó la fábrica fué la facilidad de Rino para los cálculos y el poder de observación. Al poco tiempo sabía calcular cuantos moldes se podían sacar de un cuero, y cuantos del mismo número…

– Parece decían los dueños que nació,  mirando zapatos…

Al tiempo confeccionó su primer par de zapatos hecho con los restos, que él tenía para empaquetar.

– Para decir la verdad, te quedaron espléndidos.  Son un poco pequeños, difíciles de vender, pero muy originales dijo don Vicente !

– Don Vicente, no los voy a vender los voy a regalar a una amiga, y pienso pagar los restos y la suela. El primer par de Rino, tiene que entrar sin deudas.

Si conquistar se puede con los dichos, también con la mirada, con el centímetro, con la intuición, con las matemáticas, y con la pinta.

El lindo de Rino, llevó los zapatos, hasta con caja a una de sus excompañeras  de escuela. Nadie preguntó si serían chicos, ni la que los recibía ni los amigos del entorno. Si algo sabía Rino era tomar medidas.

Cuando tuvo la mayoría de edad, los padres decidieron enviarlo a perfeccionarse a Italia.  Tenía una base sólida con  todo lo que había aprendido en la fábrica y querían que lo ampliara con  diseño!

Lo mejor de todo fué la despedida de Rino en el aeropuerto. La señora de Vicente que dicho sea de paso era una espléndida mujer,  alta y de unas inigualables piernas, le dió por decir que – Cómo Rino para saber que calzado hay que ponerse en cada ocasión…ninguno.. sabe on que pelli di animale… cómo él …ninguno!

Llegaron como en tropel, muchísimas mujeres. La mayoría desconocidas para los padres, y para los de la fábrica. Había alguna clienta de la verdulería, alguna amiga, unas  parientas de la dueña de la fábrica. Las demás desconocidas.

El padre a éstas alturas, estaba  asombrado, y empezó a comprender a éste mascalzone..Cuantas mujeres en la sua vita! Una excursión!

Pero si algo lo dejó casi paraplégico fué la llegada de dos señoras mayores paradas en unas sandali de vértigo, que empezaron a alisarlo a Rino de una manera casi escandaloza, y lo llamaban Remo! Cómo si fueran las madres.

El padre se fué acercando hacia el tumulto, su mujer estaba consolando en un costado a las dolientes, casi viudas .

– Hijo le dijo, y el ojo derecho de los nervios le había dado por tinguiñar como un tubo lux, el edil el señor Gircar quiere despedirse, y como una revancha le dijo  bajito donde nadie lo oyera .

– A que no sabés cuanto calza ?

– 42, dijo con picardía Rino..y ante los ojos abiertos de su padre respondió. – No te sustes,  me lo dijo su mujer…Io sono un uomo onesto

Un collar de fantasía.

Cuando conoci a los Timor, por los años setenta,  la que más me impresionó fué ella. Una mujer alta, gruesa, con el pelo cortito y voz finita. Una señora que llevaba unos collares siempre llamativos, que le quedaban marcando un límite entre sus abundantes continentes. Él era un hombre alto y delgado, de facciones regulares y sumamente discreto en su manera pausada de hablar.

Nadie podría pensar en una pareja más disímil.

» Que él era hombre de una estricta educación y de fortuna. Un hombre amable que dió vaya uno a saber como..! con una mujer vulgar vestida como de saldo. Éso fué lo que me dijeron como un antecedente  en la primera reunión. »

Ví a la pareja un montón de veces, y en esas reuniones , la voz de la señora Timor predominaba, sobre las demás. No creo que fuera en sí su voz, era más por lo convencida que estaba en lo que decía. Era tan segura…que empecé a mirarla de otra manera.

Una persona que se podía poner un collar de perlas tan gruesas y de colores, usar unos vestidos estampados búlgaros,  con esas curvas que da el buen comer, y una cartera dura  de cuero , pequeña para el tamaño de su dueña, y  mostrar las rodillas como chapones de bronce, tenía que ser excepcional, ya era distinta.!

Nunca me arrepentí de haberla votado…

Cuando una madre te habla de  su hija y te dice

– Vas a ver a mi hermosura, a mi Cande,.. ahora te la traigo para que la veas y la conozcas.   Es una delicia.. de treinta años..

Y aparece una niña- mujer, con el cuerpo de su madre, vestida de similar manera, solamente que al mirarle la  cara, ves sus carencias, sus ojos opacos sus párpados caídos y su eterna sonrisa…

Comprendes muchas cosas. Como Cande no se podía acercar a la madre, la madre saltó todas las apariencias,  se vistió de niña, y como una adolescente vió un arcoiris de colores . Ésa voz que aun siento, eran dos voces unidas en la rebeldía que da el ser diferente.

Cuanto me alegro de haberla votado…a la madre y a la hija…!!

PD. Cuento de menos de 1000. carácteres.

Seven Things abaut me.

  • Gracias mi querida Mercedes Molinero por estar junto a mí, y compartir tu premio. Puedo decir siete cosas  de mi vida, dejando de lado tantas…
  • Mi familia como eje de mi vida.
  • Tratar de entender y de poder llegar hasta los otros.
  • El mirar y ver con ojos positivos mi entorno.
  • Seguir cosechando amigos virtuales.
  • La fotografía, como ejercicio metal.
  • Aligerar mi mochila
  • No detenerme…

Nombrar a siete amigos me es muy difícil, son todos tan especiales y diferentes, hay entre todos esa unidad que logramos comunicándonos permanentemente

Por favor mirar mi Blogroll.

No sé elegir, no  puedo hacerlo, porque cada uno tiene un lugar con su escritura, sus pinturas y sus fotos  , en éste sistema galáctico en el que nos movemos…

No quisiera repetir casi los mismos nombres que Mercedes…

Gracias a todos y perdón si no puedo cumplir en su totalidad a lo solicitado.

PD.Que todos tengas semillas para seguir plantando y que la cosecha sea abundante.