Cuando conoci a los Timor, por los años setenta, la que más me impresionó fué ella. Una mujer alta, gruesa, con el pelo cortito y voz finita. Una señora que llevaba unos collares siempre llamativos, que le quedaban marcando un límite entre sus abundantes continentes. Él era un hombre alto y delgado, de facciones regulares y sumamente discreto en su manera pausada de hablar.
Nadie podría pensar en una pareja más disímil.
» Que él era hombre de una estricta educación y de fortuna. Un hombre amable que dió vaya uno a saber como..! con una mujer vulgar vestida como de saldo. Éso fué lo que me dijeron como un antecedente en la primera reunión. »
Ví a la pareja un montón de veces, y en esas reuniones , la voz de la señora Timor predominaba, sobre las demás. No creo que fuera en sí su voz, era más por lo convencida que estaba en lo que decía. Era tan segura…que empecé a mirarla de otra manera.
Una persona que se podía poner un collar de perlas tan gruesas y de colores, usar unos vestidos estampados búlgaros, con esas curvas que da el buen comer, y una cartera dura de cuero , pequeña para el tamaño de su dueña, y mostrar las rodillas como chapones de bronce, tenía que ser excepcional, ya era distinta.!
Nunca me arrepentí de haberla votado…
Cuando una madre te habla de su hija y te dice
– Vas a ver a mi hermosura, a mi Cande,.. ahora te la traigo para que la veas y la conozcas. Es una delicia.. de treinta años..
Y aparece una niña- mujer, con el cuerpo de su madre, vestida de similar manera, solamente que al mirarle la cara, ves sus carencias, sus ojos opacos sus párpados caídos y su eterna sonrisa…
Comprendes muchas cosas. Como Cande no se podía acercar a la madre, la madre saltó todas las apariencias, se vistió de niña, y como una adolescente vió un arcoiris de colores . Ésa voz que aun siento, eran dos voces unidas en la rebeldía que da el ser diferente.
Cuanto me alegro de haberla votado…a la madre y a la hija…!!
PD. Cuento de menos de 1000. carácteres.
Estas horribles madres terminaban engullendo a sus hijas, y espantando a la gente que se acerca a ellas.
Es un relato soberbio, me ha gustado muchísimo.
Un fuerte abrazo, amiga.
Una experiencia del pasado, que traté de recordar.
Un abrazo.
Hasta pronto.
Hay madres que seria mejor que nunca hubieran tenido hijos, porque no es bueno ni para ellas ni para ellos.
Estupendo escrito.
Un Abrazo 🙂 .
Creo que sí. Ahogan, aprisionan y quieren que los hijos sean un calco de ellos.
Un abrazo.
Hasta pronto.
A imagen y semejanza. Detrás de la figura de madre e hija, puede estar un infierno temído. Excelente texto Stella, corto y duro…. un abrazo y un beso Rub
Un infierno tan temido ! Tú lo has dicho.
Un abrazo.
Hasta pronto.
Me quedo con esos collares que le encantaban (en fino no lo dudes) a mi madre….. Querida Stella un besito grande a tu alma desde Ibiza, terminando ya las vacaciones y «bebiendo» el olor del mar
Gracias por estar conmigo hasta en vacaciones.!
Creo que donde te encuentras es una belleza.Tú dirás.
Un abrazo fuerte.
Hasta pronto.
A veces las relaciones de madres e hijas son demasiado complicadas…
Un abrazo Stella!
Pero la mayoría tienen una espléndida relación.
Las que no sirven de inspiración a los relatos.
Un abrazo. Hasta pronto.
Me llamo la atención lo de los ojos opacos, los párpados caídos, no sé, pero si ves a tu hijo o hija con los ojos opacos… o a veces hay madres que solo ven lo que quieren ver, y ese posesivo «Mi cande…
Conozco un caso similar de una niña de 40, que nunca ha tenido ni novio pues la madre nunca la deja sola, y tu le preguntas a ella y dice que es feliz así, y yo no le creo, pero bueno, que aquí decimos «cada loco con su tema».
Excelente relato Stella.
Un abrazo amiga.
Cada madre piensa que está haciendo lo mejor por su hijo. Ahora que en éste caso en particular se agravaba para mí con algo de un retraso en Cande. Aunque no abiertamente evidente.
Un abrazo.
Hasta pronto.
¡Qué duro es ser madre y hacerlo medianamente bien! Me ponen los pelos de punta ciertas actitudes «maternales», a veces incluso las mías cuando tengo la suerte de darme cuenta que estoy metiendo la pata…
Un fuertísimo abrazo, cuento activista, nos hace estar alerta. Más si cabe.
Siempre se tiene miedo a equivocarse con los hijos. Lo peor es creer que uno está haciendo lo mejor por ellos, y muchas veces somos demasiado estrictas, o sobreprotectoras..
No temas…
Un abrazo.
Hasta pronto.