Menos que …

Foto de Stella

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Ensueño es la palabra específica que describe el proceso de soñar,

Llegó el momento de definirse. O se iba a establecer en otro departamento, saliendo de la comodidad de Montevideo, o permanecía a la sombra de la Empresa.

Tenía cuarenta y cuatro años. Considerado jóven por muchos, y pasado de edad para improvisaciones.

Consultorías hay muchas, pero pensó que la mejor era la libertad de elegir. El error le podía costar años de trabajo, seguridad, regularidad.

Dejar definitivamente esos traslados monótonos del trabajo a lo de Celsa y luego a su casa. Ella había sido su sostén espiritual, su cariño de siempre y su pasión de determinados días.

Desgarro de años, fué el deshacer la casa. Pensaba porqué se guarda tanto. Cuantas cosas fueron dadas, vendidas, tiradas. Polvo, desorden, cansancio.

La despedida fué como una fisura, en un muro cualquiera, donde alguien grafitió letras sin sentido, y otro escribió sobre ellas, reclames, propagandas, lugares lejanos. Marketing y turismo de aventura.

El destino lo recibió con luz, con posibilidades, con conocimientos nuevos y una mejora económica.

Empezó a ser adicto a las máquinas, a escribir a los amigos, a comunicarse con familiares que antes casi ni veía, ni hablaba con ellos. Fué más sociable fuera de la empresa que dentro de ella.

Los compañeros decían.  – Es raro el nuevo, casi no habla.  – Cómo trabaja! – Éste si sigue así nos desbanca.

Al año había ascendido y cómo. Les había pasado como decían muchos por arriba, por el costado por el frente.

– Cómo no va a progresar un tipo así que lo único que hace es trabajar, y ni mujer tiene !

Las fisuras, al comienzo son casi imperceptibles. Silenciosas, no por eso dejan de ser efectivas.  Un día igual al otro, una hora similar a la de ayer, y que será semejante a la de mañana.

Comenzó a idealizar. Celsa se le aparecía muy hermosa cuando antes la veía común, por momento vulgar. Sabía que era una mujer buena, ahora la veía una santa. Muchas veces estuvo a su lado por compromiso, ahora la deseaba con locura. Lo que antes pudo ser simplemente un apoyo ocasional, una simple posesión, ahora era imprescindible que fuera suya.

Cuando se decidió las fisuras se habían convertido en grietas, y lentamente en ellas comenzó la descolocación. Trepidan con el movimiento, se sienten lastimadas en las tormentas, se mueven con el tiempo, se ahodan, se resquebrajan al sol, y se bañan en la lluvia.

Pero lo definitivo, acumulan el polvo que se hace tierra, y el viento trae las impensadas semillas, que se transforman en florecillas silvestres, comunmente llamadas yuyos.

Dos años después llegó hasta el mismo barrio, hasta la simple casa a buscar a Celsa, a la cual había dejado y recuperado tantas veces idealizando lo imposible, pensando que el ahora, puede ser igual al ayer.

La encontró, claro que sí, hay seres que son como los cimientos de la vivienda, y pertenecen a los muros, a las hiedras trepadoras que se prenden de la nada, y llegan hasta lo impensado.

Estaba ahí, con su pelo teñido, más rubia que lo habitual, con esa risa zonza que da la cara redonda y los ojos bien abiertos por el asombro, pero lo que tenía diferente y que él nunca le había visto ni en impensados ensueños, era ése vientre, redondo, amplio, maduro, inmenso.

Cuanto demora una simple semillita que se germina entre la oscuridad y la humedad en transformarse en plantín y mirar el cielo. Creo si no me equivoco menos que un ensueño.

Foto de Stella

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«Yuyo o yuyos»  Maleza

Igual que tú.

P1050956 - copia

Foto de Stella.

Despertó  una mañana azul de sol redondo y perezoso, después de haber llovido tres días seguidos.

En el jardín las primeras florcitas se adherían a los muros, anunciando días mejores, y aprisionando la humedad en sus fisuras.

Las lavandas, pequeñas y tupidas, se hacían casi polvo entre las manos inconscientes. Se toca, se huele, se machaca, se ensucia.

De que color es la curiosidad ? Tiene el color de la rareza y puede ser saltamonte, hormiga, cascarudo, y muchos más, y  es pegajoza como la baba del caracol.

Marita…llamó la niñera.

Marita…Maritaaa.

Ante la desesaperación de los llamados, apareció la niña.

– Donde estabas, que no respondías, vamos para adentro que tienes el desayuno servido.

Blanco, el mantel, el pan, la leche, la manteca. Granate la mermelada, las yerberas, las sevilletas. Amarillos los platos, las jarras, las fuentes, las pantillas. Oscura  la torta de chocolate, y los pensamientos.

El gato pequeño y negro maúlla.

La soledad que color tiene ? Es casi gris como el aislamiento y  la reprimenda.

– No lo toques que te acabas de lavar la cara y las manos. Fuera de aquí, vete shifff…

– Es mío no lo lo eches, es mío..

– Valiente juguete te has buscado, para eso tienes la Barby, los peluches, la bici y ya  no sabes que hacer con ellos. Los gatos no se apretujan ni se abrazan, arañan, pueden morder,  y traen enfermedades.

De qué color es la incomprensión ? Tiene el color del desapego, de la lejanía.

Se sintió la puerta, y la voz profunda llamaba.

– Maritaaa  llegué mi reina.

– Papi..papi..llegaste, mira que lindo gatito negro que tengo.

– Primero un abrazo. De donde sacaste un gato y negro ? Los gatos negros traen mala suerte.

– Señor, no tengo nada que ver, ya lo eché pero no sé, la niña lo llama y vuelve..dijo la mujer.

Qué color tiene la voz de la infancia ? Tiene un color que no se olvida, rosa, verde, celeste, el color que tú indiques , quizás ?

La niña acorralada habla atropelladamente.

– Qué es mala suerte ? – Si quieres te lo presto un ratito, pero es mío, me lo regaló la hiedra del muro, y ahí estaba, solito en un rincón, porque su mamá lo dejó y su papá se fué de viaje. Es limpito, le enseño a tomar leche y a comer plantillas.  Se llama, a que no sabes como se llama ?

– Dime como se llama.

– Se llama igual que tú. Así cuando te vayas a la oficina o de viaje digo tu nombre y él se acerca y baila a mi alrededor. Sabes papi el siempre vuelve igual que tú.

De que color es el pesar ? Tiene el color del remordimiento, del gozo perdido, de lo por ganar..

La segunda vivienda.

Usos y Costumbres.

Por la feria de Tristán Narvaja…

El vendedor le vió la cara. Tenía el asombro en los ojos. En lugar de varillas de hierro eran de bronce, y el piso era de espejo.

– Es antigua verdad preguntó tontamente.

– Es una antiguedad, que no es lo mismo,  contestó el vendedor. Es del período comprendido entre 1920 a 1930. Está sellada, es francesa.

La mañana se prestaba para la oferta y la demanda.  Sin frío, sin calor, con un sol pachorriento que se filtraba por las ramas de los plátanos, y para redondear domingo, con mucha gente que deja el espacio para la circulación estrecho y la mirada amplia.

– Tiene forma de glorieta, volvió a decir Esteban.

– Es un mono  ambiente, aquí la cocina en auténtico gres, desde éste otro lado la barbacoa, y en la planta alta, casi llegando a la cúspide el dormitorio con vista panorámica.

Ahí empezó el regateo. Muchas veces es por el precio y otras es por las palabras. Los que venden son genios de las ideas, de la improvisación y muchos tienen amplios conocimientos.

Se la llevó, y ya en el viaje de regreso estaba arrepentido. Había ido a buscar unos discos que tanto le gustaba de Bajo Fondo, en especial Mar Dulce, porque es una música sin correas, suelto en todas partes,y gastó en ésta antiguedad. Pagó caro algo que no necesitaba. Fué un berrinche tardío, una rebelión, una estafa con clase.

Había sufrido la colonización desde bebé, por parte de  los abuelos, de la madre, hasta una tía lejana que siempre que lo veía le decía pobrecito. Creo que al verle la cara.

Cuando su amigo el gordo Pincho, lo convidó a tomar unos vinitos y una picada, fué mayúsculo su asombro al ver una exclusividad, igual a la que había comprado en la feria, solamente que  ésta tenía una  hermosa bombita redonda y blanca, y unas florcitas de tela que daba a todo el conjunto un aspecto etéreo, subrrealista.

Le preguntó a la señora de su amigo,  una mujer  espectacular, de esas que no te dejan a régimen.

– Es una belleza, donde la compró ? La  pregunta formulada no tenía importancia, desmentía a los ojos, que recorrían el cuerpo cimbreante de la dama.

–  La compré en un remate, le dí luz, y la transformé en lámpara.

Salió decidido a llenar la glorieta.

Le recomendaron  el  negocio clandestino del señor Kon. Así que le sacó una foto a la antiguedad, le tomó las medidas y se fué con todo al negocio.

Apurado y casi sin explicaciones, le dijo al vendedor, señalando hacia una esquina donde habían varios espécimes..

– Lo quiero macho, que entre por la puerta, y que tenga color.

– Los ojos de Kon, se hicieron una línea fina, casi imperceptible.

– No sabiendo si lo había entendido, señalando la foto le dijo  – Usted es japonés verdad ?.

– Kon contestó a ésa ofensa.  –  Yo chino. Si no entrar por la puerta,  porquería. Cuando tenga producto,  si viene $ 1.OOO…, o mando

En el día más zonzo de la semana, recibió el encargo que decía.

«Son $ 200 + 1000.   Llamarse Toki Toki ..ser feliz. Kon »

Cuando abrió el paquete y vió los diferentes verdes y el pico curvo, se sintió seguro de lograr algo.

Pensaba llamar a la decoradora, y ser feliz como le deseaba Kon.     A él o al Loro ?

Siempre tuvo esas lentas  dudas existenciales, la mayoria acalladas en el semblante.

El loro Toki Toki, perdió la intimidad, es difícil en todo momento verse la cola, además  caminaba muy mal en el piso de espejo, se patinaba y debía agarrarse a los barrotes para llegar a los comederos. Hablaba ya cuando fué vendido  o lo aprendió después, nunca se sabe.

Pero su revancha fué grandiosa, porque cada vez que Esteban limpiaba la jaula dorada, el loro le decía  «pobrecito», y alguna palabrita más, colonizándolo en sus detritus.

La rebelión total y clandestina fué cuando apareció un huevecillo impúdico en el piso, y el espejo lo reprodujo al infinito.

Ésa fué la venganza del Pincho por andar en  avances con su mujer, o  fué la revancha del  chinito o fué un cuento chino?

Como gustes…

Foto de Stella

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