Usos y Costumbres.
Por la feria de Tristán Narvaja…
El vendedor le vió la cara. Tenía el asombro en los ojos. En lugar de varillas de hierro eran de bronce, y el piso era de espejo.
– Es antigua verdad preguntó tontamente.
– Es una antiguedad, que no es lo mismo, contestó el vendedor. Es del período comprendido entre 1920 a 1930. Está sellada, es francesa.
La mañana se prestaba para la oferta y la demanda. Sin frío, sin calor, con un sol pachorriento que se filtraba por las ramas de los plátanos, y para redondear domingo, con mucha gente que deja el espacio para la circulación estrecho y la mirada amplia.
– Tiene forma de glorieta, volvió a decir Esteban.
– Es un mono ambiente, aquí la cocina en auténtico gres, desde éste otro lado la barbacoa, y en la planta alta, casi llegando a la cúspide el dormitorio con vista panorámica.
Ahí empezó el regateo. Muchas veces es por el precio y otras es por las palabras. Los que venden son genios de las ideas, de la improvisación y muchos tienen amplios conocimientos.
Se la llevó, y ya en el viaje de regreso estaba arrepentido. Había ido a buscar unos discos que tanto le gustaba de Bajo Fondo, en especial Mar Dulce, porque es una música sin correas, suelto en todas partes,y gastó en ésta antiguedad. Pagó caro algo que no necesitaba. Fué un berrinche tardío, una rebelión, una estafa con clase.
Había sufrido la colonización desde bebé, por parte de los abuelos, de la madre, hasta una tía lejana que siempre que lo veía le decía pobrecito. Creo que al verle la cara.
Cuando su amigo el gordo Pincho, lo convidó a tomar unos vinitos y una picada, fué mayúsculo su asombro al ver una exclusividad, igual a la que había comprado en la feria, solamente que ésta tenía una hermosa bombita redonda y blanca, y unas florcitas de tela que daba a todo el conjunto un aspecto etéreo, subrrealista.
Le preguntó a la señora de su amigo, una mujer espectacular, de esas que no te dejan a régimen.
– Es una belleza, donde la compró ? La pregunta formulada no tenía importancia, desmentía a los ojos, que recorrían el cuerpo cimbreante de la dama.
– La compré en un remate, le dí luz, y la transformé en lámpara.
Salió decidido a llenar la glorieta.
Le recomendaron el negocio clandestino del señor Kon. Así que le sacó una foto a la antiguedad, le tomó las medidas y se fué con todo al negocio.
Apurado y casi sin explicaciones, le dijo al vendedor, señalando hacia una esquina donde habían varios espécimes..
– Lo quiero macho, que entre por la puerta, y que tenga color.
– Los ojos de Kon, se hicieron una línea fina, casi imperceptible.
– No sabiendo si lo había entendido, señalando la foto le dijo – Usted es japonés verdad ?.
– Kon contestó a ésa ofensa. – Yo chino. Si no entrar por la puerta, porquería. Cuando tenga producto, si viene $ 1.OOO…, o mando
En el día más zonzo de la semana, recibió el encargo que decía.
«Son $ 200 + 1000. Llamarse Toki Toki ..ser feliz. Kon »
Cuando abrió el paquete y vió los diferentes verdes y el pico curvo, se sintió seguro de lograr algo.
Pensaba llamar a la decoradora, y ser feliz como le deseaba Kon. A él o al Loro ?
Siempre tuvo esas lentas dudas existenciales, la mayoria acalladas en el semblante.
El loro Toki Toki, perdió la intimidad, es difícil en todo momento verse la cola, además caminaba muy mal en el piso de espejo, se patinaba y debía agarrarse a los barrotes para llegar a los comederos. Hablaba ya cuando fué vendido o lo aprendió después, nunca se sabe.
Pero su revancha fué grandiosa, porque cada vez que Esteban limpiaba la jaula dorada, el loro le decía «pobrecito», y alguna palabrita más, colonizándolo en sus detritus.
La rebelión total y clandestina fué cuando apareció un huevecillo impúdico en el piso, y el espejo lo reprodujo al infinito.
Ésa fué la venganza del Pincho por andar en avances con su mujer, o fué la revancha del chinito o fué un cuento chino?
Como gustes…
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La riqueza de los matices de éste escrito lo convierte en único.
Enhorabuena.
Un Abrazo Stella 🙂 .
Gracias Joaquín.
Un abrazo
Hasta pronto.
Bello cuento siii los vendedores encuentran tu punto flaco o talón de Aquiles y no te dejan y te das cuenta que no era necesario hacer el gasto. un abrazo y besos rub
Hay muchas personas como el protagonista que no deberían pisar ninguna feria.
Muchas veces se compra cosas inservibles, como una jaula de bronce.
Agregale un loro, y condimentalo con la mujer del otro y tenés la segunda vivienda.
Un abrazo.
Hasta pronto.
Como está el clima, ya puedes tomar fotos?
Muy pocas fotos.Todavía la primavera no llegó a pleno. Inestable, el tiempo tirando a gris, como la que escribe.
Un abrazo.
¡jejejej, que forma más divertida de adquirir una segunda vivienda! Me encanta la fina ironía con la que nos cuentas la revancha de Toki Toki 😛
Eres increíble querida stella, no dejes de sorprendernos con tus relatos y tus preciosas fotos 🙂
Muchísimos besitos desde el cariño y una España algo más fría ♥
Pues ya sabes, vienes hasta Montevideo, te llevo a la feria de Tristán Narvaja, y vemos de comprar la jaula. Ahí también venden loros.. y haces la segunda vivienda. Es cuestión de buscarle un buen entorno. Frente al mar son más caros, pero hay más poder adquisito, hasta para los loros…
Muchísimo cariño para tí desde Montevideo con un domingo gris y con llovizna.
Querida, hasta pronto.
Hola! Te premié http://diariodeunatreintaneradesubicada.wordpress.com/2013/10/24/liebster-award-por-partida-doble/
Gracias, muchas gracias. Pronto respondo.
Jejeje buena venganza. Pecó de incauto…
La venganza….un placer…
Precioso, lo mejor la foto !
Dentro de la ironía que quise darle al cuento, fuiste la única que la percibió en la foto.
Muchas gracias, eres muy observadora.
Hasta pronto.