Entró codicioso en la escena un ángulo de luz y robador goloso, iluminó la cuchara de madera que gira su rulo sinfin, al compás de la muñeca, saciándose de dorados surcos.
Sobre el pan deja un rastro brillante, y zigzagueante. Dulzura infinita en la boca, que ni el té amargo logra acallar.
Los lados se fueron uniendo para el encuentro en el orígen común.
Las sombras dejaron vivos los contornos y la voz pregunta.
– Qué hacés sola y a oscuras?
En la tardecita, todo se acalla y cuando llegó la luz sin vértice, sin mendigo que pidiera lámparas, la magia se diluyó sin respuesta, mientras la boca murmura aromas.
Stella, no sé si te presentas a concursos literarios pero al leer tu relato he pensado en este concurso que la radio Cadena Ser organiza y creo que te puede interesar, http://escueladeescritores.com/concurso-bases-rec-2014/
Siempre es un placer leerte. Gracias
Nunca me presenté a ningún concurso literario. Lo voy a tener en cuenta. Lo que quiero es darte las gracias por pensar en mí.Éso es lo resaltable. El perfume de tu Blog llega hasta aquí. No hay distancia para las fragancias y el conocimiento sobre las mismas.
Un abrazo y hasta pronto.
Bello texto c toques de poesía besos
Me alegra que ya puedas leer y contestar algo. Vas a estar caminando, prontito mi querido amigo.
Un abrazo y hasta pronto.
Muy bello texto que sabe jugar con los colores y las sombras……
Un Abrazo Stella 🙂 .
Gracias Joaquín. Creo que voy a seguir por un tiempo, con los minirelatos.
Nos vemos…
Un abrazo y hasta pronto.