Más que sus ojos de mar turbulento entre sus negras pestañas, atraía su voz ronca, áspera de vino con especies.
Tenía talle de palmera, mujer que se recompone en la tormenta y la encuentras erguida en la espera.
Bailaba el tango, en algún tumultuosos lugar del Yerbal y en un sucucho por los bajos de la calle Piedras.
Cuando la vió aquel abril del veintiuno, fué de él su risa extraña, su piel de rosa, su nuca, su sonrisa sumisa.
Moró en su peringundín, de pesada aroma, de encuentros furtivos, donde las permisividades llegaron hasta el arte del encantamiento.
En sus desnudos pechos de dulces corolas moradas, se fueron esfumando los prejuicios de su tiempo en un lento fuego, y como presagio del otoño, se consumió hasta su nombre.
Él señorito era él, a ella le decían La Tana.
Título dado.
* Calle Misiones esquina Santa Teresa. Toma desde el extremo sur, durante el proceso de demolición del “bajo” para habilitar la construcción de la Rambla Sur. Año 1929. Foto de la IMM.
* La calle Yerbal. La desaparecida calle Yerbal de la ciudad de Montevideo se ubicaba en el «barrio sur» de la antigua Ciudad Vieja.
* Trabajo de Stella.- Adobefirework SC3. sobre foto postal antigua.