Editado en el 2013, como Balidos como voces
2 de noviembre.
Sólo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece. Borges.
Ante la sugerencia sumamente acertada de mi amigo manoloprofe, cambio el titulo.
Balidos como gritos.
Amanece, comienza la fajina repetitiva.
Balidos como voces. El cuchillo de monte refleja el tajo que cortó el cuello y el movimiento convulsivo. La cabeza caída casi sin vida, respira. Se abre en dos, el corazón da su último ritmo. El puño separa la piel y poco a poco se desprende, queda desnudo al viento, colgado sobre los pastos manchados de sangre. Husmean los perros.
Se junta lo que sobra, y desborda el tacho azul esmaltado, todo sirve. Lo que no, será para las alimañas. Las que vuelan se irán para los ojos, y las rastreras se harán festines con lo que queda del desgarrado morado, lo demás se mete en bolsa de arpillera y más tarde o más temprano es sustento.
Ya se han ido todos, el sol testigo inmoral se alza orgulloso en su cúspide, casi sin nubes, las temerosas se esconden en las onduladas colinas, todo es fomento, tierra negra, nutrientes para semillas que se transformarán en yuyos y en pequenas florecillas.
Un poco más lejos las cenizas, sobre una estaca en cruz, secándose, la piel rosada y blanca.
Los balidos a lo lejos como voces claman, y todos en el atardecer entre corderos y sabandijas , seguirán el camino de piedra entre pinochas doradas.