Sin edad..

P1110348Foto de Stella.

El amor no tiene estación, ni edad, vive sin apuro en cualquier lugar sin comparaciones. Se une en las palabras, se lleva en el diálogo .

El amor se hace historia, se cuenta, se relee, se recuerda.

El amor se pierde, se abandona, se relega, se degrada. No necesita ni formación, ni fama.

El amor se vive, se siente, permanece, arrulla, se va, se desvanece y como  nosotros también perece.

 

La fiesta perdida.

Foto de Stella

Foto de Stella. Serie puertas y balcones.

 

La mano dibuja el proyecto, mide la regla, recorre el lápiz chato la corteza gris, cortan los dientes de la sierra y sangra vergonzosa la pulpa del Curupáy  al verse desnuda.

El tallista toma el formón y deja en espera impaciente, a la gubia. Golpea el mazo, y tiñe de rojo manos y rostro.

Meses, días, horas, el infinito tiempo lija y crea arabescos, hojas de acanto, curvas, y molduras. Existe un centro, un rostro, con boca sedienta de noticias. Ahí sobresaliendo, una chapa de bronce repite la primigenia idea y se curva insolente, deseosa, retenida en un abrazo por dos sobrios tornillos .

Entraron las misivas, llegaron las noticias, y la boca recibía gozosa a cada una. De seda, lacradas, de papel, de cartón, enceradas, selladas, y cada una llevaba un cargamento de palabras.

Hoy queda  un hierro que divide, como si seleccionar se pudiera las palabras escritas, los sentimientos encontrados, las tarjetas, las contradicciones de las partes, los buenos augurios, las notificaciones judiciales, las misivas de amor del lejano ayer;  de los listados de hoy, de los bancos, de las cuentas fijas, de las propagandas satinadas, de las fotocopias agrisadas, de las promociones de los supermercados. Desde su entrada caen revueltos, sin prioridad alguna en el suelo, pidiendo auxilio.

La fiesta perdida, susurra añorando la vieja boca desdentada, cuando el viento en un vórtice de polvo y hojas la inunda.

Foto de Stella

Foto de Stella  Serie puerta y balcones.

 

Anadenanthera colubrina (nombre común: vilca, huilco, kurupay ,curupáy, wilco, cebil, angico, anguo), es una especiebotánica de árbol de Sudamérica.

 

 

 

 

 

 

Memoria de sueño y La hidratación.

 

Micaela, antes de dormir entró en el Blog de

un estupendo y admirado peruano y leyó el  breve cuento:

MEMORIA DE SUEÑO

Supo que había soñado algo importante, pero por más que trataba no podía recordarlo. Mientras se duchaba, imaginó que el agua limpiaba telarañas y que lo soñado aparecería limpio. No sucedió.

Bebió el café despacio, porque estaba caliente y porque la necesidad que tenía de recordar le hacía hacer pausas.

Finalmente salió a la calle y caminó pensando. Al llegar a la esquina una luz se hizo en su cerebro y vio que en su sueño lo atropellaba un auto.

No pudo reaccionar. Mucho rato después tapaban su cadáver.

 

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La Hidratación

No deseaba dormir, pero no quería que nada distorsionara sus costumbres, así que su ritual fue como siempre, media pastillita, se colocó el antifaz de gel y a las once y media apagó la luz.

No pienses en nada, así te duermes, no pienses…se decía… Mientras en su mente estaba el hombre que no podía recordar el sueño.

Cuando se despertó, sentía la boca seca y una sed devoradora. Se preguntaba: Habré dormido con la boca abierta, habré roncado, me habré babeado, habrá llovido…Preguntas sin respuestas, en la soledad adquirida. Ella soñó que  estaba parada, en medio de una lluvia torrencial, con la sedienta boca abierta, y nada lograba mojarla.

Se veía seca, reseca..en el medio de un temporal.

Para cerciorarse abrió la puerta que daba al jardín, y la recibió un reverdecido espacio, con incalculables charcos.

Rápidamente, se acercó al primer espejo que encontró a su paso, y se encontró de sopetón con el cabello alborotado, en despeinadas crenchas, y el rostro y el cuello plisado, más allá de la resurrección.

Perdió todo el apuro ante la dura realidad, viendo al mirar su vencimiento . Como dicen en las revistas del corazón que ella suele leer con avidez, para que la piel no caiga o no decaiga más de lo que está, hay que beber dos litros de líquido por día.

Los grados empujaron al mercurio, y en ése vaho, que subía secando charcos en la mañana, La Mica como la llaman los conocidos, tomó dos jarras de vino clarete al hilo y a su salud.

Para qué esperar a que termine el día…..porque ella no veía la muerte como un evento, así que si morir habemus, al menos morir hidratada…bien hidratada hasta la saciedad..

 

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Creo que mi foto puede servir para los dos cuentos breves, enlazados por mi audacia.

Gracias Manolo.

 

 la boca seca

Mirar ….

Punta del Este. Final del Invierno 085 - copia

El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.

Antonio Machado.

Crónicas a mi andar.

Avanzamos tanto  con las nuevas tecnologías , que ya no podemos prescindir de ellas.

 

Foto de Stella

Por momentos …quisiera ser …

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…ave…insecto…porque pequeños o grandes están en Internet, sin necesidad de estar conectadas a la red.

Foto de Stella.

Muchos árboles nos imitan, y miran sus ramas al suelo, pero tratan de asentarse en la tierra, y dejar la copa al aire, para que el tiempo maestro de todo, los peine y tengan reflejos dorados sus penachos.

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Sugiero…..

Fotos de Stella.

Mirar hacia arriba, donde terminan las grandes o pequeñas construcciones, donde se dan la comunión  los árboles y el cielo, donde habitan los pájaros,

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Donde en el azul tuyo, las nubes forman figuras prodigiosas.

Foto de Stella. donde el sol se refleja en el mar,

Punta del Este. Final del Invierno 052 - copia

donde está la luna con su cola de seda, tachonada de estrellas, donde se remontan las cometas, y donde el viento barre tempestades.

 

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Mirar para ver, ver para saber, saber para entender, entender para querer, querer para vivir, y vivir para seguir mirando.

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Fotos sacadas en diferentes estaciones y sitios de mi país Stella.