La de oxidados marcos, de carcomidos contornos, de tablones despintados, subsanada a medias, la de las escaleras empinadas, la del pasillo oscuro.
La menos segura, la del aislamiento como defensa de lo inconveniente, la que cubre apenas las apariencias.
La del paso apurado, el paraguas, la compra de la semana, la limpiadora, los recibos, la de los niños bullangueros de la casa, la vecina de la cocina.
La de la tranca, la del candado o el pestillo, la ocupada siempre, la de la calle lateral, la que se cierra con un golpe, la del amante apurado, la vandalizada, la clausurada, la amiga olvidada de la principal.
La puerta de atrás.
Fotos de Stella.
La secreta puerta de una vida secreta, que prefiere pasar desapercibida… 🙂 🙂
Puede ser…Se apoyan las opciones.
¡Rico, rico!, lo oculto, lo misterioso, lo prohibido, lo impresentable, lo tétrico, lo esotérico, lo inconfesable, se esconde tras de esa puerta
Me enriqueces con tus comentarios.
Gracias.
Bucólico, subliminal y tremendo y brillantemente metafórico.
¿Cuantas puertas de atrás no habremos cruzado en nuestras vidas?
No dejes de escribir nunca, Stella.
Un abrazo
Hay mucho de lo que vemos, que no percibimos lo que puede influenciar en nuestra conducta, al escribir, al fotografiar…
Espero que las circunstancias me permitan seguir escribiendo y subiendo las fotos…
Espero…
Un abrazo fuerte.
Todos tenemos puertas de atrás que mantenemos medio ocultas entre flores….
Un Abrazo Stella 🙂 .
Creo que sí. Algunas pueden dar a un gran parque, tener flores perfumadas….Algunas, existen las excepciones.
Te abrazo Joaquín.
Me gusta tanto lo que escribes como tus fotos. Excelente post muy metafórico, muy rico en significados.
Abrazo de luz
Silvia estoy tan atrasada! Me está siendo imposible escribir, leer a otros Blogs, y en tu caso decirte, gracias .
Un abrazo fuerte y largo hasta México.