Publicado el 11de febrero de 2012, en éste blog.
Usos y Costumbres.
Cirilo siempre tuvo la mirada fiera. Entrecerraba los ojos para adaptarlos a la distancia. Certero con el lazo, excelente piliador y muy sucio en la manera de hablar, hicieron de él un hombre poco querido. Aguantaba pocas pulgas.
Cuando se es el dueño y se manda aunque sea a los gritos, casi siempre da resultado.
Juan era un muchachito, un zanguango, alto, desgarbado y tan haragán que en su manera de caminar parecía que pedía permiso para mover las rancheras.
Fue a raíz del accidente de Cirilo, cuando se fracturó el brazo derecho que las cosas cambiaron. Enyesado, sin posibilidad de enlazar, donde se lucía lindo, se le ocurrió un día en que tenía más volados los pájaros que de costumbre, enseñarle a Juan esa ciencia.
Con una soga de cáñamo y un latón relleno de piedras, lo empezó a hacer mover. Dale, más a la derecha, más rápido, más abierto. Apoyá el pie medio esquinado. No embocaba ni una. Parecía que el latón crecía, o se movía. No ahorcaba a la lata al revoleo, ni por pienso. Debía ser por el reflejo del sol, o que el sudor le ardía en los ojos.
La tierra le llenaba la nariz, lo hacía toser, casi quedó sin ” resuello.” Póco le importaba a Cirilo, Juan iba a aprender a dejar de ser ” mañero ”
Cuando después de tres días, de gritos, y palabrotas, Cirilo dió por concluída la labor, con la promesa .
” Mañana te enseño con el árbol ”
Lo que no entendía Juan era como hacía Cirilo para parecer siempre recién bañado, porque lo había visto trabajar duro, invierno y verano. Nada de sudor, ni a las botas se le pegaba la tierra. Parecía por lo flaco hecho de charque y colocado en fiambrera. Ni las moscas se le acercaban.
Esa noche Juan pensó en su catrera – O aprendo o reviento o me cuelga del árbol.
A la mañana siguiente, después de haberse refregado con mucho jabón y agua fría como nunca, se le apersonó a Cirilo. Lo miró éste con ése bichar por el costado y una mueca que podía ser sonrisa. Todo pasó ligero como un ” refusilo ” por la cara de Cirilo.
El árbol era viejo y grande, había sido talado, tenía varias ramas al sesgo.. Raíces vivas que abultaban el suelo. Todo un tocón.
Estaba en el medio de un parque, que el dueño hacía cortar y cuidar. Decía la peonada que el padre de Cirilo lo había mandado hacer para una mujer que él quería que se quedara en los pagos. Cerraba una parte de la casa con una balustrada de material. Comentaban que la mujer se fue y el parque quedó.
Cosa extraña, nadie recordaba al viejo dueño y eso que Cirilo no era tan mayor. Cómo sabían eso.!! Algo de leyenda no viene mal. No importaba si eran chistidos de lechuzas.
El suelo era de pasto, pero desigual, así que si el empellón era muy fuerte, se caía Juan .
Las manos de Juan empezaron a llagarse y andaba medio mareado, de mirar tanto para arriba para ver si enlazaba a la rama alta y le dijo al patrón, que le dolían las manos. .
“- Por tan poco ya empezás a berrear. ”
Pero aflojó algo y lo tuvo el resto de la mañana con unos ejercicios moviendo las muñecas…para que se aflojen…Al terminar la clase, Juan parecía de gelatina, flojito tenía hasta los calzoncillos.
Al irse Cirilo le dijo.. ” las manos las ponés en agua y sal…y fijate que olés a chiquero “
Las manos hinchadas empezaron a cicatrizar con unas cáscaras oscuras, agua sal, y grasa. Bien sobadas
Cosa extraña, Cirilo cuando fué al pueblo a hacer las compras trajo una botas para Juan, de cuero . ..cuero marrón oscuro !! El sol pegaba en las anchas punteras, y las hacía ” brillositas ” La boca del muchacho se abrió grande y la saliva se le fué por los costados.
Cirilo lo miró fijo y le dijo.” No te babees..Es para que puedas clavar el taco , pasmado.”
Las gracias quedaron ocultas en la boca que se cerró de inmediato. Además Cirilo no las esperaba . Lo que quería y lo estaba logrando era sacarle al muchacho como fuera, o como lo hicieron con él, esa pachorra, urticante como la aruera.
Cuando pasó a aprender con los novillos, ya estaba por llegar la época en que a Cirilo, le iban a sacar el yeso.
A Juan le hubiera gustado que se quedara enyesado muchos años, así el seguía sintiéndose medio arriero. Lo que ambicionaba más era tener un caballo suyo, no de prestado como ahora. Enlazar de a caballo !!
Lo que no se había dado cuenta Cirilo, era que a esa masa que tenía Juan en la cabeza, con éste crudo aprendizaje, él había introducido en el gurí, la levadura, que levantaba cualquier harina con agua.
Ya enlazaba bastante bien, claro que con los novillos y más cuando son ajenos no se juega. No era como retozar con la taba.
Una tardecita, Cirilo y Juan estaban sentados en un banco largo de madera, los dos haciendo ejercicio con el brazo, uno porque hacía un mes que le habían sacado el emplastro del brazo y no llegaba a moverlo bien y pensando que nunca lo lograría, y el más joven para formar músculo a base de puro movimiento.
Quedaba por guardar la última vaca y estaban los tres peones y dos perros por hacerlo, cuando a Cirilo se le ocurrió, que Juan la enlazara.
Si lo hizo para hacerse ver ante la peonada como sacaba de un gurí bobocho, un peón avispado con el lazo, la escena no le salió como la planeó.
Juan parado miró hacia los peones, cómo si los otros le sacaran a la clienta.
Salíó el lazo, fuerte, ágil, pero más rápido corrió el animál…y ante todos..el insultó..
-Guacho !!
Tiró nuevamente el lazo Juán, masticó el insulto, entrecerró los ojos igual que su maestro para calcular justito donde darle, al cuello de Cirilo y de un revolcón lo tiró del banco donde seguía sentado.
Fué la primera y última vez , que vieron al patrón sucio. Lo bueno estuvo, que cerró dos bocas.
A los golpes también se aprende. Es cuestión de saber clavar el taco.
No es fácil enlazar de a pié.!!
Ese es el mejor aprendizaje, el que se da de maestro – alumno nada lo sustituye, asi han aprendido los grandes pintores, de otros grandes pintores. Tu texto es un ejemplo claro, sin embargo lo llevas a otros planos, no tan solo a ser diestro, sino que la intención era quitarle lo “huevon”, lo pasguato y cambiar su actitud. Bello texto con saber a campo y a costumbre, pero con una enseñanza que lo hace universal. Tu prosa fluida y colorida… un abrazo y un beso Rub
Mi querido amigo.
Siempre dándome ánimo. Así voy a llegar lejos, voy a enlazar hasta los sueños.
Un abrazo.
Hasta pronto.
Efectivamente…nunca es tarde para aprender y nunca dejaremos de sorprendernos de quién nos enseña Un beso
Dice un dicho ” A los golpes también se aprende “, Aquí aprendieron el maestro y el discípulo.
Un abrazo.
Hasta pronto.
A veces lo que parece un fallo en el aprendizaje es un acierto para la vida.
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Estupendo relato, muy bien llevado, guarda el interés hasta el glorioso final.
Gracias y un Abrazo
Muchas gracias.
Por seguirme, por alentarme.
Un abrazo.
Hasta pronto.
Me encantan tus relatos Stella, porque los adornas con palabras que no entiendo, me hacen sonreír, voy a buscarlas al diccionario, a veces las encuentro, otras no, pero lo que si entiendo, es que coloreas el relato con ellas.
Estupendo el título: “Todo un tocón”
Un fuerte y cariñoso abrazo Stella
Mercedes puede ser, no pensé que no las conocieran. Son palabras comunes en el campo nuestro.
Gracias por entrar en mi sitio, por estar conmigo.
Un abrazo.
Hasta pronto.
No importa si las conozco o no, el caso es que las pongas y yo tenga la ocasión de conocerlas. Me interesa muchísimo la forma de expresión de los distintos lugares, donde se habla castellano y por otra parte tus relatos tienen un bello colorido, que de otra forma se perdería.
Un fuerte abrazo Stella y no cambies.
Mercedes. Voy a poner en un aparte las palabras de nuestro campo.
Me encantó que quieras conocer nuestro vocabulario constumbrista.
Lo prometo. Un abrazo grande.
A los golpes también se aprende y aprendió así también el maestro… Muy gracioso Stella, por lo menos el chico se avispo”
Un abrazo amiga.
Pienso que se conocieron los dos.
Con el tiempo se puede llegar lejos, hasta cerrar la boca a tiempo.
Un abrazo.
Hasta pronto.
Como dice Mercedes, tus palabras tienen diferentes tonalidades y los sonidos, aunque a veces no se entiendan del todo, son melodiosos.
Cada día aprendemos algo nuevo de la vida o de nosotros mismos.
Gracias zambullida.
Espero que cuando conteste con las aclaraciones correspondientes, se llegue a entender mejor el arte de enlazar.
Hasta pronto.
Stella, mil disculpas por llegar demasiado tarde…, maravilloso relato que ya había tenido yo la primicia, espero como dices que a los golpes se aprende…, a veces el tiempo es un cruel enemigo…
Me alegra que tus letras gustaran en la red¡
Un saludo para ti…
C.
Lamenté muchísimo tu ausencia.
Espero que podamos realizar algún pequeño cuento.
Tú pones las fotos, y yo imagino algo de esos pueblos dormidos, que pueblan la campaña.
Un abrazo.
Hasta pronto.