Nada dicho

Realidad es la que es, sí, una terrible y emotiva, sensación de que “vivir”, solo vivir, es algo tremendamente escaso pero, desgraciadamente, suficiente.  Más, mucho más, no sería vida.” Éstas pequeñas cosas..enriquetarragófreixes

 

– Saben lo que me está ocurriendo? dice con voz pausada, como cansada de tanto andar.

Queda el mate que ceba Víctor en mitad de camino,  Martita y Cora dejan las cartas sin dar.

– Que es lo que te pasa mamá?

– Se me están borrando las caras queridas.

Los tres se interrogan con la mirada.

– Te estás olvidando de mi cara abu?

– De tí no, porque te veo. Olvido en partes desiguales los perfiles de los rostros, los ojos, las bocas que susurran, los gestos, y para volverlos a formar, como si se tratara de varios puzzles, debo mirar las fotografías desteñidas, algunas en sepia, otras con los bordes dentados. Algunas de tan ancianas, son ajenas a mi memoria.

– Mamá debes olvidarte de los recuerdos, debes estar más en el presente, en el hoy.

– Abu, mírame…vas a ver que éso se te pasa.

– Claro que sí, cuando logre unir todos los contornos de todos los que he amado.

Los ojos en finos pliegues se entrecierran, como si la luz le impidiera divisar con plenitud las imágenes.

La ronda del mate, hace girar la bombilla, y se cubre la yerba de espuma blanca que delimita la boquilla y el juego de la nochecita continúa, como si acá no se hubiera dicho nada.

 

Foto de Stella. Serie Graffitis

Foto de Stella. Serie Graffitis

 

 

10 pensamientos en “Nada dicho

  1. El juego de la nochecita continúa, querida amiga … como la vida misma, vivir, vivirla, recordarla, amarla, desearla, odiarla … me estremece observar que nuestra sabiduría avanza en proporción inversa a lo que nos queda, querida amiga.
    Un abrazo muy fuerte

    • Yo me siento feliz en parte, porque la yapa que me está dando la vida, la estoy encausando en mis actividades favoritas. Lo extraño de una manera por momentos dolorosa, pero he logrado un contacto más directo con mis hijos, y la hermosa juventud que me rodea.
      Es lo que hay…es lo que me queda…, y es mucho Enrique…más no sería vida.
      Como puedes ver, me encanta conversar contigo.
      Abrazos…

  2. Pingback: Mis Followed … lo mejor de cada casa-e | Esas pequeñas cosas

  3. Bonito relato en el que se puede percibir que la melancoilía sin memoria no es posible, esta presente en esas fotografías, cada vez más desteñidas y alejadas.
    Aunque lo que se este recordando sean momentos agradables del pasado, tal como dice tu metáfora, están desarmados, y por eso van impregnados de tristeza. Lo vivido, al quedar alojado en nuestro banco de recuerdos, es parte nuestra y quizás hay que ajustar el puzzle, para que «la melancolía sea la felicidad de estar triste», como dijo Victor Hugo.
    Abrazos.

  4. Los juegos continúan, el ante gira en ronda como las vuelta que nos da la vida… pero creo que tanto el mate, como la vida, siempre vuelve a ese lugar, el que lo vio nacer, el que lo hizo ser! Excelente stella!

    • Mi vecino de Río, de ese ancho como mar…
      También creo en ese giro, que puede ser de mano a mano, como el mate.
      Muy ajustado tu aporte…siempre vuelve a ese lugar, el que lo vio nacer, el que lo hizo ser!

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