El marco.

 

El marco dueño de las tallas, de las hojas verdosas, sostiene como poseedor absoluto el contorno del espejo.

El cristal prisionero del bisel, que limita su contorno, en un imposible esfuerzo, se adosa al recuadro, y cubre la percepción.

La figura, se estremece, aduce la mirada que falta cercanía, y la piel se rebela en locas fantasías. Ve palabras que hacen frases gratuitas » cuanto has visto, cuanta lucha, cuanta alegría, cuanto amor, cuanto desencanto, cuantas melodías, cuantos logros «, siente la alegoría y regresa al punto de partida.

Las manos se elevan y palpan la moldura, acarician la luna, y los ojos, son el último eslabón de una cadeneta. Cierra los párpados, liberando los límites plisados de la dependencia.

 

 

Foto de Stella con trabajo de Pixlr -o-matic

Foto de Stella  Serie blanco y negro con trabajo de Pixlr -o-matic

 

 

 

Extravíos

 

 

Cada tanto, cobijo los extravíos de la soledad sin palabras, de las palabras sin consistencia y sin sonido.

Cada tanto los sonidos, se pierden ante el silencio..

Cada tanto..

 

Nada impide la visión, sólo los vidrios del ventanal reflejan su figura.

Sentado, mirando el suelo.

Hay un grito sordo que da la incertidumbre del hoy, del mañana.

Se han extraviado, en ahogado sufrir, el saber querer sin lacerar. Se fueron el te amo, le siguieron el hasta mañana, y el buen día.

Cada tanto el gracias, como una obligación, donde la gratuidad  está exenta. La obligación es incluida.

Hay silencios gratificantes en el eterno murmullo, cuando llega la pausa.

El silencio es denso, habita la morada. Hiere sin armas, sin labios, sin palabras.

 

Cada tanto..Consciente de la ausencia, los días son otros días, donde el silencio se purificó;  se convirtió en causa.

 

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Foto de Stella. Serie blanco y negro