Casas abandonadas XIV.
Eres el sumidero, de madera noble, tallada de olvido.
Grita tu desdentada boca con avidez por las cartas, por mensajes dados y no recibidos.
Te veo tan hermosa vecina de la puerta ajena!
No tienes, mascarilla, ni barbijo, ni careta..Te descubres al llamado, no existe la aprensión a la soledad, al abandono involuntario que transporta al hastío.
Llama a la puerta edad, eres el remitente, no temas, no contagia el susurro del viento al pasar por su fisura, escucha las palabras, la voz, el sonido.
Foto de Stella. Serie puertas, ventanas y balcones.
La belleza de lo antiguo, querida Stella.
Es curioso que la belleza especial que ofrecen esas viejas maderas y piedras de nuestra historia cercana y no tanto, se aprecien mucho más y de modo inversamente proporcional al tiempo que nos queda para poder disfrutar de ellas.
Un abrazo muy largo, gran escritora.
Tan abandonas las puertas talladas; el vandalismo de quitar todo lo que puedan de valor; si es bronce mejor.
Así perdemos la identidad.
Un fuerte abrazo.