No digas palabras.

Usos y costumbres.

Cuento breve.

Mis primos.

El mayor de todos  tenía la idea de que como sabía leer y escribir antes que nosotros era  Supermán…Él decía que había nacido en Kripton, y nosotros pobres chicuelos  en Montevideo.

El hermano más chico no entendía porque sus padres se habían mudado, y quería una capa roja, y mientras no llegaba, se la pasaba saltando para el ensayo, pero sin  la camiseta con la S, porque era exclusiva mía.  Todas las S fueron mías por el nombre, la sopa, lo supina que era y que soy. Faltaba más.

Iba al Gran Cañón como decía,  y concurría seguido a leer en  la Gran  Enciclopedia del Saber, que estaba en la biblioteca de casa de los abuelos.

Bueno para  decir la verdad era el único que la visitaba.  Eran muchos tomos de color verde y letras doradas que estaban altos y pesaban mucho y de ahí sacaba palabras, y nos llamaba con nombres extraños como decirme que yo era preeminente, y dejarnos pegados contra la luna de Valencia.

Con abuela y alguna tía o mamá  cuando nos reuníamos los domingos después de almorzar, jugábamos al Veo..Veo..que ves..?

Lo hacían para ampliar nuestro lenguaje, para dejarnos quietos a la hora de la siesta, para que no hiciéramos ruidos, para entretenernos los días fríos o lluviosos.

Pero si algo no sabían, lo supieron.

Copiaba palabras increibles, y sabía aplicarlas. Así que cuando ganaba, abuela tenía que explicar el significado de la palabra. Muchas veces hacíamos ejercio de familia de palabras.

No éramos bobos, éramos jumentos, no éramos niños éramos infantes, que recién empezábamos a leer, y rudimentariamente a escribir, éramos iletrados!

En un principio pensábamos que todas las palabras que decía y que no sabíamos eran          » Malas Palabras «

Cuando la palabra no se sabía replicábamos » No digas palabras »

Pedimos ayuda, es más pedimos una palabra para decirle, para dejarlo pegado y alguien sugirió Autócrata. Pero como no sabíamos en que sitio de la casa quedaba, nos conformamos con decirle, no vale…no vale…tú sabes  leer !!

Veo..Veo..Qué vez ? Una cosa que empieza con…C…

Nosotros.. Cara…Copa… Cometa…el decía Copérnico..

Una cosa que empieza con …O

Oso…Olla…Ola… el decía Ósmosis..

No les cuento con la H….bueno no sonaba y en esa época era…humo..

Así hicimos una sopa de letras, tantas que un día llegué a decirle a mi papá… Que yo tenía un tubérculo, que era parecido a un boniato, pero que no lo podía comer porque el parénquima estaba podrido.

Se dió cuenta que yo era una pollina, que estaba en la etapa vegetal..

A partir de ese día se fijaron reglas, por las dudas y no tanto.  Se debían nombrar los objetos que estaban dentro de la pieza, y decir las dos primeras letras, por ejemplo…Cu..

Nosotros…Cuchillo…Cuchara…el dijo Cucaracha..

La buscamos, y al no encontrarla…repetimos el Veo…Veo…y

le sacamos …Un punto..

Veo… Veo…Una palabra que empiece con Cu..

Nosotros…No se podía repetir las palabras…después de mucho pensar… cuadro…caliente…caliente…más abajo…cuello…caliente…más abajo…el dijo  Culo…

Todos sabíamos la palabra y más caliente no podía estar, estábamos sentados arriba de ella.

Ganó un punto.

•En quienes está basado éste pequeño y querido  recuerdo, no están para leerlo.

El mayor entró en la política, para escribir sobre políticos,  fue un entretenido fabulador  y un autócrata conversador.

16 pensamientos en “No digas palabras.

  1. Qué cosas tiene tu recuerdo Stella. Los juegos de infancia que enriquecieron el vocabulario, con el juego que refieres. Me has hecho recordar los mios y llevarme a un viaje al pasado. Amena tu prosa que disfruto como el inicio del año. Bella noche hayas pasado . Feliz año nuevo querida amiga… Besos Rub

  2. Gracias Rub.
    Éste recuerdo lo escribí pensando que muchos no sabrán de éstos juegos.
    Era divertido o al menos a mí me lo parecía. Te llevé al pasado. !
    Buen comienzo tengas amigo.
    Un abrazo.
    Hasta pronto.

  3. Que gracioso relato de tu infancia. Nosotros también jugábamos al «veo, veo» y disfrutábamos mucho con este tranquilo juego.
    Querida Stella los recuerdos de infancia nos unen.
    Deseo que este año se hagan realidad tus sueños.
    Un abrazo
    Mercedes

  4. Bueno…bueno…no estoy tan sola con los recuerdos. Me alegro mucho, no quisiera ser como ese chiste que empieza con la foto desde el celular, sigue con la maquina electronica, con la de rollo, la de cajoncito…y sigue y termina en los papiros.
    Creo que nos unen muchas cosas, entre ellas el haber disfrutado con pequeñas cosas, tan sencillas algunas, que muchos no comprenden la importancia que le dabamos..
    Buen año Mercedes…Un abrazo.
    Hasta pronto.

  5. Gracias. Mi primo nos hizo aprender palabras que muchas veces si por casualidad las siento, vuelvo al pasado. Holganza, una de sus preferidas. Estamos en la época de practicarla.
    Hasta pronto.

  6. Hola Stella, ¡muchas gracias por tu visita!
    Como has comentado en mi post: ¡Esperando mi PC nuevo!, no te voy a dar la brasa con las explicaciones acerca de mi retraso en pasarme a verte 😉
    ¡Que grata ha sido la lectura de tu post!, jejeje, aun me río con lo de la cucaracha 😆
    También he jugado al “veo veo” en familia, me has traído gratos recuerdos.

    Feliz año y que los Reyes te traigan lo que deseas… yo seguiré cruzando los dedos mientras espero mi PC nuevo, jeje

  7. Llegó a ser un hombre sumamente culto.
    Desde que empezó a leer, nunca se detuvo. En un pequeño recuerdo, quise dar idea de lo que hacíamos cuando éramos pequeños. Nada más simple, o complicado que la memoria.
    Un abrazo y un feliz año para tí.
    Hasta pronto.

  8. Tambien disfrute de los juegos con palabras, los juegos de mesa, con mis hermanos y primos, juegos sencillos…
    Es curioso que los niños piensen que las palabras desconocidas son «malas palabras», ocurre tambien aqui y en estos tiempos.
    Es grato leerte,
    un abrazo.

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