Casi anochecía cuando al entrar la cuidadora del parque le dijo.
– Quedan diez minutos para cerrar.
– Saco unas fotos a algunas cortezas de éstos árboles y me voy le respondió..
La máquina fué muy rápida, click..click, y cuando se acercó a sacar unas fotos de las hojas, fue cuando vio un banco y su sombra.
Estaba ahí, sentado, lo único que se veía de él era el escritorio de su Laptop.
Se vió a su lado, la luz de la pantalla era lo único alumbrado.
Las letras se movían y relataban una historia trasparente, como sólo lo saben contar los que no existen para nadie.
Escribía para que leyera la pasajera una historia casi incomprensible, del porque el querer como los árboles se pueden poner blancos y fríos, y el viento silbaba una melodía de amor desguarnecido.
La cuidadora marcando el reloj, señaló la hora.
Cuando se levantó , ya no estaba a su lado el amigo fantasmal, se había marchado con su luz a otro lugar, donde alguien entendiera sus palabras.
La cuidadora preguntó.
– Usted saca fotos a la corteza de los árboles ? Hoy me pareció que movía las manos, como tocando música, es más sentí la armonía …
– Yo no era quien las movía, era alguien que escribía y la música que sentía debe ser el viento entre los álamos. Saco fotos porque si no imaginas, no puedes ver el interior de lo que te rodea. Tengo amigos en el parque pero hoy hace tanto frío, que todos se guarecen, hasta las cortezas dejan de llorar resina, y se cierran lentamente en el corazón de los tallos.
– Señora no entiendo lo que me dice ni lo que hace…pero es extraño…señora se está poniendo usted muy pálida, trasparente…señora el frío la está transformando, casi no la veo..
La mujer se llevó la mano a la cabeza y pensó…
» Ésto que me sucede no se lo puedo narrar a nadie, aunque no tengo a nadie a quien contarle. Me queda éste invierno para jubilarme…espero llegar…veo manos que se mueven , pero me dicen que escriben , escucho melodías, pero me dicen que es el viento cuando se roza en las ramas de los álamos, veo gente que saca fotos a las cortezas, pero que no existen, y para peor cuando logro un diálogo en el momento de cerrar el portón, la imágen se rompe como un cristal , y los árboles se están transformando en cuarzos hialinos. »
Después del asombro, supo al mirar, que hay palabras que tienen música y hay colores que tienen trampa, todo depende de la ensoñación.
Nunca había observado al parque en su desnudez, y nunca su alma se sintió tan vestida.
.Fotos de Stella. Jardín Botánico. Trabajo de Adobe Firewok.
Después del asombro, sus ojos se encontraron en los pequeños surcos de su piel, y supo al mirar después de tantos años, que hay palabras que tienen música y hay colores que tienen trampa, todo depende de la ensoñación. Un relato diferente los que te he leido, ahora veo entretejidas tus vivencias de narradora con la capacidad de identificar los momentos de la vida. Como siempre es satisfactoro venir a verte querida Stella ,,, Besos y abrazos Rub
Siempre hay en mis relatos, algo de mis vivencias.
Gracias por estar siempre con tus comentarios.
Un abrazo.
Hasta pronto.
El invierno se despidió de la cuidadora, de forma fría, no sabía hacerlo de otra manera. Se escuchaba entre los desnudos árboles helados, la canción del viento pasando entre sus ramas.
Un bello y romántico relato que me ha impactado.
Me he sentido protegida, entre tus palabras.
Un abrazo, querida Stella.
Algo de realidad, mucho de ficción.
Un fuerte abrazo.
Hasta pronto.
Hay cosas que se necesitaría una vida para tratar de explicarlas porque pertenecen al mundo de los sueños, y nuestra protagonista vivia los suyos siendo consciente de que a nadie podria contárselos, pero «nunca su alma se sintio tan vestida».
Precioso relato corto en su inmensidad.
Me ha gustado mucho.
Un Abrazo, querida Stella 🙂 .
Gracias Joaquín.Muchas gracias.
Un abrazo. Hasta pronto
Un cuento extraño y a la vez familiar, ensoñaciones que surgen de vivencias, esta vez en un parque…
Me sorpredio esta frase «historias transparentes como solo la saben contar los que no existen para nadie…» porque en cierta manera la soledad inspira a contar el pasado, el presente y también el futuro sin prejuicios, sin mascaras…
Un abrazo amiga, como siempre un placer leerte.
La soledad inspira a meditar. Ahora si te atreves a contar lo has pensado, puede que el alma se abrigue de recuerdos.
Gracias y un fuerte abrazo.
Hasta pronto.
¡Cada día me sorprenden más tus escritos, mi querida Stella!
Es un lujo y un placer leer frases como estas: «…hay palabras que tienen música y hay colores que tienen trampa, todo depende de la ensoñación.
Nunca había observado al parque en su desnudez, y nunca su alma se sintió tan vestida.»
Este ha sido un cuento lleno de magia, como la que contienen todos los lugares poblados de arboles, pero que no alcanzamos a ver… quizás por no saber mirar adecuadamente.
Creo que observar detenidamente lo que me rodea ha sido un privilegio que me da la edad. Para bien o para como dios quiera, pero sin detenerme, estoy llegando a las personas jóvenes como tú. Gracias mi espléndida Emy.
Yo no voy a estar… o muy poquito, así que te deseo de todo corazón

MUUUUUUUUUUAKS!!!!!
Cuida a tu príncipe. Quedan pocos libres. Disfruta mucho que el tiempo empuja hacia las coronas.
Un relato que convive muy bien con la música de Enya. Misterioso, mezclando naturaleza y música dos temas que amo. Un saludo
Gracias por llegar. La naturaleza es primordial para mí, aún más porque vivo rodeada de ella. Hasta cuando gustes.
Hasta pronto.
Las hojas de los álamos susurran hermosas melodías; las oigo a diario cuando la brisa los acaricia.
Es cierto: hay palabras que tienen música y así me han sonado las tuyas.
Verdad que el viento silba, canciones de amor, mientras desnuda a lo blancos álamos.?
Un abrazo.
Hasta pronto.