Casas abandonadas. 11.
La puerta alta, oscura de cedro, cubierta de polvo estacionado. Un pequeño cuadrado de bronce calado, para el ojo vichador. Una voluta gruesa, valiente, contenía las fauces de un león. El timbre alto blanco insolente se ríe de los pomposos tallados.
Madera de noble cedro, guarda dos largos paneles de vidrio, contenidos en hierro negro.
Debajo de ella el escalón de marmól, competía con los bronces gastados de los manotones.
Formando una media caña, la imaginación en pomposa revista, dejó para el que pasa y avista, hojas de laurel, y una corona sin blasones.
Sobre el lugar, una manta cualquiera, unos papeles voladores, despedazados momentos de algún libro, hojas impías con números indiscretos.
Por eso, nada más que por eso, para que no escaparan las historias de amor, trabajo, dolor y éxito, cerraron con una reja, cadena y candado la puerta.
No miraron hacia arriba, donde los balcones de reja calados forman una cadena de bellezas artesanas,y las persianas de pequeñas maderas construídas, en rebeldía de años de desidia, en abierta indiscreción dejan entrar las estaciones, inclementes momentos, infinitas poesías.
Yo he visto hoy pasear, sin temor alguno, a los fantasmas que la pueblan. Agotados, cansados de esperar un resurgimiento, estaban quitando el cartel de se vende!
• Casa esquina y local comercial. Calle Andes y Soriano. Montevideo.
infinita soledad que se percibe en las redes de tu prosa, se envuelve de polvo y de fantasmas una casa que albergó calor y afecto… bella prosa querida amiga, muchos besos y flores en este domingo. rub
Ésta casa que retraté era la esquina en que mi abuelo puso uno de sus negocios en la planta baja. En los altos vivieron ellos con sus cuatro hijos, y uno de ellos mi padre.
Luego fué Banco y ahora hace muchos años que está deshabitada. No conocí el negocio, ni la casa, porque después se trasladaron a Pocitos, y soy de la últimas nietas.
Tengo de mi abuelo pequeños recuerdos, poblando mi memoria.
Gracias por las flores, perfuman mi alma.
Un abrazo amigo, y hasta pronto.
Cuantas cosas evoca éste escrito sobre la soledad de las casas cargadas de recuerdos en el abandono……..
Un Abrazo querida Stella 🙂 .
El abandono de una calle que fue principal, duele al mirarla. Decí que los fantasmas de la casa tienen sentido del humor, y creo que debe de hacer diez años que la habitan.
Un abrazo largooo
Hasta pronto.
Llego un poquito tarde, déjame que te cuente que donde vivo hemos estado celebrando a lo grande, la noche más corta del año 🙂
Leo en los comentarios que esta casa no es una casa abandonada cualquiera, sino que atesora vivencias de tus antepasados… jejeje, ¡viste sus fantasmas quitando el cartel de «se vende»!, me encantan estas ocurrencias tuyas, querida Stella!!
Muchos besitos, y todos con muchísimo cariño 🙂
Hace tanto tiempo que está desocupada que me conseguí un fantasma de lo más comedido, y ya sacó varios carteles, nos quedan varios todavía.
Uno hace lo que puede y lo demás lo manda hacer.
Los cariños y los besitos son retribuídos..
Hasta pronto Emy
Me quedé con la piel de gallina.. sos como el vino.. cada día escribís mejor 🙂
Te adoro Stella
Mil gracias mi pequeño y hermoso bibelot.
No sabes cuanto te extraño!
Un abrazo largo hasta donde estés…